UNO.

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El timbre que indicaba el inicio de clases sonó en aquel prestigioso colegio. Pronto los corredores se llenaron de alumnos que a toda prisa caminaban para llegar antes que los docentes.

En el estacionamiento, un auto se detuvo en el primer lugar a la vista y las personas dentro salieron con rapidez.

-Les dije que llegarían tarde. A ver si la próxima vez me hacen caso y se van a dormir más temprano. ¿Qué van a decir si ven al presidente de la clase llegando tarde el primer día?-Cuestionó la mujer que los acompañaba dispuesta a explicar a los decanos la razón de su impuntualidad.

-Nadie se interesa por esas cosas hoy en día.-Dijo uno de los chicos quien, a diferencia de las otras dos personas, caminaba sin preocupaciones.

-Tú ni siquiera digas nada, Jisoo. Te he dicho que no me gusta que hagas que Jeonghan se duerma tarde porque nunca se levanta y aún así lo haces desvelarse jugando esas tonterías en la consola.

El chico en cuestión rodó los ojos con fastidio, pero antes de que pudiese responder, el joven junto a él se encargó de calmar las cosas.

-No me dormí hasta tarde jugando con Jisoo, mamá. En realidad... yo me desvelé solo preparando todo para hoy. Lo siento.

-No importa la razón, ambos deben ir a dormir temprano. Ahora apúrense o no los dejarán entrar y Jeonghan no puede faltar el primer día.

-¿Yo sí puedo?-Jisoo cuestionó con diversión, y con ello obtuvo una mirada molesta por parte de la mujer.

-Sabes a qué me refiero. Jeonghan es el presidente de la clase y como tal es él quien debe cuidar que nadie falte ni llegue tarde.

Jisoo sonrió de lado, pero una vez más Jeonghan impidió que respondiera, dedicándole una mirada suplicante que logró su objetivo.

Finalmente, luego de que la mujer lograra convencer a la autoridad del instituto, ambos chicos se adentraron ahora un poco menos tensos.

-Tu madre es una exagerada. No pasa nada si llegas dos minutos tarde. ¿Viste la cara de la prefecta? Juraría que casi se ríe con el discurso innecesario.

-Es tu madre también, Jisoo. Además ya la conoces, a ella le encanta el orden y la impuntualidad la altera más que nada.-Jeonghan explicó con tranquilidad, tratando con ello de dejar ese tema en el olvido.

-Sí, ya lo creo. Como sea, me voy a mi clase, y espero que esos dos minutos no te afecten mucho, pequeño-Jisoo dijo con burla, y antes de que Jeonghan pudiese responder, Jisoo ya se encontraba lejos con un grupo de chicos.

Suspiró. Sería un día largo.

Al entrar al aula, todas las miradas se posaron sobre él como si fuese nuevo en la clase o algo así, e inmediatamente un grupo grande de alumnos se acercaron a él para preguntarle acerca de sus vacaciones.

Así era cada inicio de curso. Yoon Jeonghan era algo así como el chico más popular de su clase y del instituto en general. Siempre con las mejores notas, parte del cuadro de honor, presidente de la clase, amable, noble y sobre todo atractivo.

Jeonghan reunía todas las cualidades que para cualquiera lo harían considerarlo el chico perfecto. Jamás le negaba la ayuda a nadie y siempre estaba pendiente de las necesidades de los demás aún si a veces se descuidaba a sí mismo. Por ello, era enormemente apreciado por sus compañeros y profesores.

PROBABLY IMPOSSIBLE 🖤 JiHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora