i. | EPÍLOGO (2)

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"Eres consciente de cuánto odio montar a caballo, ¿verdad, su majestad?" Nerissa pregunta mientras mira la mano extendida que su Rey le ha ofrecido.

"Lo hago." Peter sonríe desde lo alto de su caballo, "Pero vamos a cambiar eso hoy. Vamos, Nerissa. No me dejes colgado. Da un salto de fe".

Con un resoplido, Nerissa se levanta la falda y toma su mano, dejando que Peter la suba a lomos de su caballo.

"Podrías haberme dicho al menos que no usara un vestido".

"¿Por qué lo haría? Te ves bien con un vestido". La sonrisa de Peter se ensancha a pesar de que Nerissa no podía verlo de frente.

Nerissa se estremeció cuando Peter se inclinó hacia adelante, envolviendo sus brazos alrededor de ella mientras tomaba las riendas. Podía escuchar su corazón latiendo contra su pecho como un animal atrapado tratando de liberarse.

La mera proximidad entre ellos hizo que su mente se convirtiera en un lío confuso, sin mencionar que Peter estaba tan cerca que Nerissa podía sentir su cálido aliento contra la parte posterior de su cuello que la volvía loca y no podía evitar preguntarse si estar así de cerca de ella afectó a su Rey tanto como a ella.

"¿Estás lista, mi amor?" Nerissa podía sentir el ruido de su pecho contra su espalda mientras hablaba.

Sin confiar en que su voz no temblara mientras hablaba, Nerissa asintió en respuesta. Peter soltó una risita, profunda y gutural por el rubor que se abría paso por su mejilla.

"Adorable." Susurró, plantando un ligero beso justo debajo de la oreja de Nerissa.

Había tratado de suprimir el escalofrío que la atravesó, pero había fallado miserablemente.

Sin previo aviso, Peter tiró de las riendas y el caballo se lanzó hacia adelante. Nerissa chilló tan fuerte que se sorprendió incluso a ella misma cuando agarró el brazo de Peter.

El rubor brillante que teñía sus mejillas fluía aún más brillante ahora. Nadie había visto a Nerissa tan nerviosa, nadie, ni siquiera Jed, que la había conocido mejor.

Peter dejó escapar una carcajada, "Relájate, cariño. No voy a dejar que te caigas".

"Será mejor que no, Peter, o te cortaré la cabeza". Ella amenazó, nada atraía más a un hombre que amenazarlo de muerte.

"Nerissa, estás poniendo nervioso al caballo. Relájate".

"¡Lo estoy intentando!"

Montar a caballo siempre ha hecho que Nerissa se sienta mareada. La única razón por la que había aceptado las ofertas de Oreius para llevarla antes era porque le daría una ventaja que no podía dejar pasar.

Además de eso, la ruta que Peter había elegido tomar parecía particularmente accidentada.

Nerissa solo podía imaginar cómo sería esta cita si hubiera vomitado sobre su Rey. Quizás al final de esto, sería él quien se negaría a tener otra cita con ella y no al revés como Peter había esperado.

Fénix ∞ Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora