Al igual que todos allí, Jimin estaba maravillado con la voz de Jungkook. ¿Cómo es que él era un detective privado en lugar de un Idol reuniendo atributos tan únicos en su especie? El rubio debatía respecto a eso entretenido con las ocurrencias de su grupo de amigos. El detective Jeon se había dado una pausa para cambiar su atuendo antes de la próxima canción, por lo que algunas luces se habían encendido alumbrando el lugar.
—No sabía que el detective Jeon tenía esos pectorales. ¿Los has visto, Jiminnie? —Eunji negaba sin poder creerlo—. Creo que me enamoré de él.
—Yo igual.
Todos giraron hacia el dueño de aquella grave voz. Taehyung parpadeó algunas veces en su sitio.
—Yo igual vi sus pectorales... —completó.
—¿En serio vamos a seguir hablando de eso? —intervino Namjoon cuando el silencio se tornó pesado luego de la afirmación del escritor—. Sería pertinente resaltar su calidad artística en lugar de física. Él tiene un talento innato.
Jimin abrió su boca para apoyar lo dicho cuando de pronto las luces volvieron a apagarse repentinamente. El vitoreo del público aumentó llenando sus propios corazones de una palpitante emoción. Justo cuando el primer acorde sonó y los parlantes comenzaron a amplificarse, Jimin sintió cómo su muñeca era tomada por alguien a sus espaldas.
Se sobresaltó, girándose en el preciso instante que la angelical voz de Jungkook empezó a llenar el teatro con una nueva canción. El rostro de Yoongi lo recibió entre sombras, los tenues reflectores azulinos en el frente del escenario recaían sobre su pálida piel profundizando cada curva de sus facciones. Sus ojos conectaron y una corriente helada lo invadió abarrotándolo de temor. La expresión del Primer Oficial era sumamente vil.
No esperó alguna verbalización de su parte, Jimin ya se estaba poniendo de pie y siendo arrastrado como un niño regañado por su mayor. Esa no podía ser la situación pero cumplía todas las características. Yoongi lo tomaba de su muñeca con fuerza, en un silencio cruel y de ese modo lo llevó hasta afuera del teatro, las brillantes luces amarillas del pasillo lo recibieron impactando en sus retinas.
—¿Y-Yoongi?
Él siguió arrastrándolo en silencio fuera del módulo. Los escenarios cambiaban rápidamente a su alrededor pero aquella ancha espalda enfundada en su uniforme seguía siendo todo lo que sus ojos veían.
—¿Qué ocurre, Yoongi? ¿Por qué te comportas así? —insistió en un tono más molesto que el anterior.
Por un momento creyó que Yoongi podría estar enfadado por él tras suponer que lo había espiado en sus andanzas con esa mujer. Sin embargo, lo descartó de inmediato cuando el mayor dobló hacia el eterno pasillo de una única puerta que tan bien conocía. Entonces el temor incrementó al punto que podía oír su corazón latiendo desenfrenadamente en sus oídos. Hubiese preferido la primera opción y no la sala del personal autorizado.
Sus piernas temblaron y sintió su mente nublarse al momento que Yoongi frenó el paso y comenzó a introducir las llaves allí. Su estado interno estaba tan alterado que ni siquiera pudo esbozar palabra alguna. Sabía que Yoongi lo había descubierto y sus excusas no servirían de nada.
El pálido lo empujó sin fuerza hacia el interior del lugar y cerró la puerta con un sonido tan atronador que Jimin se sobresaltó en su sitio. Acto seguido, Yoongi se giró a verlo mientras lo único que Jimin se repetía en su mente era que no cruzara mirada con él por nada en el mundo.
Sintió su corazón dar un brinco cuando Yoongi se acercó a él, tomando su rostro por el mentón obligándolo a mirarlo a los ojos. Como si hubiese leído sus pensamientos desnudos.
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ᴇʟ ᴄʀᴜᴄᴇʀᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ - (ʏᴍ)
FanfictionEl crucero de lujo SKY de Seúl esconde muchos secretos. La embarcación abre sus puertas cada verano en el puerto de Busan y recibe a cientos de celebridades, grandes artistas, empresarios y políticos. Con numerosas atracciones ostentosas, piscinas e...