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La tesis de Jimin había sido tan brillante que sus directores le aseguraron que sería publicada en las principales revistas de divulgación científica del país. Una vez que la fiebre de la prensa disminuyó, lo suficiente para darle paso a los verdaderos intereses que lo traían ahí, numerosos intelectuales se acercaron a Jimin con las intenciones de arrendar una presentación a nivel internacional.

Las ofertas de congresos interesados en su tesis parecieron llover de un segundo a otro. Pronto Jimin se vio envuelto en tantas posibilidades que sintió que en cualquier momento perdería la cabeza. Le dio su palabra a cada uno de los representantes de que lo pensaría y les dio su correo electrónico para mantenerse en contacto.

Le enviarían un mail con todos los detalles como las fechas y vuelos próximos. Por supuesto, también tenía algunas ofertas de trabajo en ciudades como Seúl o Incheon. Todo el mundo parecía buscar tener un reportero como él en su empresa o laboratorio. Jimin también les dijo que lo pensaría.

Tras despedirse de sus directores y recibir su merecido título, una pequeña ceremonia de graduación se dio a la salida de la Universidad. Sus padres, Eunji y algunos compañeros de carrera estaban allí para animarlo. Jimin terminó con el cabello repleto de espuma y el traje que había arrendado estaba completamente lleno de papelitos de colores.

Agradeció todo eso. Realmente lo hizo, incluso se había emocionado tanto que las lágrimas salieron de las rendijas de sus ojos. Lo había logrado. Se había convertido en alguien exitoso. Su jodida tesis fue transmitida por los canales de todo el país, incluso podría llegar a ser noticia en países como Japón o los Estados Unidos, sabía que la noticia sobre el crucero SKY —también llamado El crucero de la muerte— había llegado incluso al exterior.

Sin embargo, incluso aunque sintiera gratitud y orgullo en su corazón, todavía seguía deseando estar solo.

—Muchas gracias por todo. Creo que volveré a casa ahora, todas las preguntas me dejaron muy cansado —les sonrió.

Su madre le dio un gran abrazo. Ella todavía seguía molesta con él porque no le contó que había pasado por tanto terror en ese crucero. Por supuesto que lo estaría, era su único hijo y podría haber muerto en esa situación de secuestro y desapariciones. Sin embargo, su padre como detective lo entendía y es por eso que tomaba la mano de su mujer ahora, alegando que lo mejor sería dejar a Jimin tranquilo para que pudiera procesar la noticia en su soledad.

—Nos vemos luego. Gracias también a ti, Eunji —él le sonrió y finalmente se dio la vuelta.

Lejos de allí, más específicamente en la playa de Busan, Park Jimin caminaba sintiendo la arena en sus pies descalzos. El sol había caído y como en cada atardecer acostumbraba, se dirigió a sentir las olas y la inmensidad del mar. La arena en sus pies estaba cálida por el reciente sol y las olas golpeaban calmas, arrastrando algunas conchas y caracoles.

Todo había terminado ahora. Su relación con el crucero SKY, aquello que lo ataba a su sueño por fin se deslizaba ahora de sus nudos. Y se sentía como si soltara algo que le dolía sostener por tanto tiempo. Ahora sus manos podían estar llenas de cicatrices, llagas y heridas. Pero al menos no tenía nada que seguir sosteniendo, esa era la única forma en la que sanaría.

No había recibido un mensaje de Yoongi. Sin embargo, contrario a lo que esperaba, no se sentía capaz de decepcionarse por eso. Una parte de él siempre lo supo, que él no lo buscaría, que Yoongi era mucho más maduro y fuerte que él. Y era cierto. Si él hubiera vuelto, Jimin no tenía ninguna duda de que lo habría recibido con sus brazos abiertos. Que incluso ahora sería así y tal vez por unos años más. Y se odiaba por eso.

ᴇʟ ᴄʀᴜᴄᴇʀᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴜᴇʀᴛᴇ - (ʏᴍ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora