Jimin miraba a través del cristal cómo el cielo se perdía en los colores del atardecer, eran pasadas las seis treinta de la tarde y calculaba otros treinta minutos para que la noche cayera.
Su encuentro con Jungkook se retrasó debido a que el pelinegro tenía ocupadas esas horas para un cliente que veía de otro estado y no podía posponer la cita para otro día, Jimin entendió y acordaron verse antes de las siete en una cafetería del centro que quedaba cerca de ambos empleos.
No quiso pensar mucho en cómo había despejado antes su agenda para Maddy y no había sido capaz de hacer lo mismo por él, pero no era infantil, sabía que el trabajo era importante y no podría sentirse mal por eso.
Todo había sido tan inesperado, ni siquiera creía que estaba a punto de encontrarse con él después de la conversación que habían tenido antes.
¿Jimin estaba realmente listo para enfrentarlo? De verdad no estaba seguro, no podía siquiera creer lo que Jungkook le había confesado, no se hacía a la idea de que su mejor amigo estaba confesándosele romanticamente.
Era algo imposible para él.
Se levantó de la silla y dejó ahí su café intacto, decidió que no podía con eso y comenzó a huir, no estaba listo para enfrentar lo que sea que estuviera a punto de pasar, pero cuando salió de la cafetería y el frío viento del invierno chocó con su rostro al avanzar tres pasos hacia afuera, supo que había sido demasiado tarde cuando frente a él la figura de Jungkook, quien venía de prisa, se detuvo abruptamente al verlo.
Y aquello, lejos de alterarle más de lo que estaba, causó un efecto contrario. Jimin sintió paz en cuanto miró directo a sus ojos y sintió la calidez hogareña que abrazaba su corazón siempre que tenía a Jungkook cerca. Jimin supo que era imposible abandonar todos sentimientos por más que se obligara a sí mismo.
Fue por esa razón que, mientras veía como el pelinegro se acercaba a él lentamente, olvidó la idea de huir para seguir protegiendo su corazón al tratar de arrancar a Jungkook de este, porque supo que ya se sentía protegido si estaba cerca suyo en cuanto una tranquilidad cálida lo abrazó al solo mirarlo.
—Hola —Jungkook rompió el silencio entre ellos, incapaces de oír al resto del mundo en ese momento, concentrados sólo en su encuentro —, ¿Te hice esperar mucho o por qué te estás yendo?
Jimin tragó saliva, sintiéndose pequeñito al ver que el tatuado no se detenía a una distancia más prudente.
—No, yo solo —no supo que responder, no quería admitir que había considerado huir de la situación, no cuando ahora se estaba arrepintiendo de haber querido hacerlo.
Pero Jungkook lo conocía tan bien, que no hubo necesidad de decirle. Lo entendió en cuanto Jimin no pudo formular nada más.
—¿Quieres ir a otro lugar? —finalmente se detuvo a unos pasos de Jimin, sabiendo que sería imposible reprimir las ganas de abrazarlo si se acercaba un centímetro más.
Jimin soltó un suspiro profundo en cuanto lo vio detenerse y al tenerlo tan cerca, logró apreciar mejor el brillo en sus ojos que hacían lucir resplandeciente todo su rostro. Jimin se preguntó si la causa de ese resplandor se debía a él, porque ver a Jungkook en ese momento estaba significando todo para Jimin al sentir que todo su mundo se reconstruía pedacito por pedacito en su interior con solo estar enfrente suyo.
Jimin asintió y sin fijar un lugar en específico, comenzaron a caminar al lado del otro de manera pausada y tranquila, disfrutando de la compañía y lo bien que eso los hacía sentir, lentamente sintiéndose completos al estar con el otro y aliviados a su vez.
Solo dos meses y habían sido completamente duros para ambos, no estaban acostumbrados a estar lejos del otro.
Había sido una pesadilla.
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𝐋𝐎𝐒𝐓 ⎯ 𝐊𝐌
FanfictionKOOKMIN | En donde Jimin está perdidamente enamorado de Jungkook, tanto que comienza a perderse a sí mismo en ese inmenso amor. O donde Jimin acepta que sin importar la distancia que ponga entre sus sentimientos y su mejor amigo, jamás dejaría de am...