Perdido

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Mientras camino con la mirada en alto te veo otra vez Iván, tus ojos amatista repercuten en mis acciones y me encuentro dudando de cada paso que doy, mi dulce Vanya, cual un veneno me mataste lentamente, irónicamente en lugar de despreciarte te convertiste en mi mayor deseo, sé que esta sera la última vez que podremos gozar de nuestra compañía, te extrañare compañero de espíritu, extrañaré cada momento a tu lado, hasta mi posterior partida.

"Ya llegaste" tus ojos inspeccionan mi ser entero, sabes lo que estoy pensando, siempre tuviste un don para leerme, esto es tan amargo, como uno de esos tragos de alcohol que a ti te encantaban en días fríos, pero yo prefería escupirlos al primer contacto con mi paladar.

Escucho carcajadas, ruidosas, tenebrosas y retumbantes, pero al mirar alrededor, me doy cuenta que provienen de mi boca. Retomo la compostura.

- Rey de picas, me sorprende la repentina invasión a mi reino por su parte, así que, dígame, ¿Qué lo trae por acá?

Siento las miradas de los guardias, hay como 10 en todo el cuarto, cada uno ya tiene su mano sobre su empuñadura, solo falta una orden para que abalancen toda su furia contra mí, pero tú y yo sabemos que no te atreverías a darla, me encanta pensar que siempre tuve cierta influencia sobre tus acciones.

- Importuno como siempre, Fredka, en estos momentos, ¿No deberías estar viendo a tu reino perecer? Recuerdo que siempre decías "Un buen capitán es aquel que se hunde con su barco"

- Braginsky – Esa palabra que atormenta mis recuerdos incluso en la otra vida, resuenan en lo más profundo de mí, al ver tu mirada noté cierta chispa de sorpresa, nunca te llamé por ese apellido desde que nos conocimos, había jurado no hacerlo por aquel entonces. Tus ojos se perdieron por un momento, me mirabas con un conjunto de emociones que hasta ahora no alcanzo a descifrar.

- No me llames así, Fredka, creí que habías prometido no llamarme así nunca.

- Prometimos muchas cosas en aquel entonces, y recuerdo todas y cada una de las que olvidaste, así que ¿Por qué no, Braginsky?

- ¡Cállate!

Su grito quedó como un eco en todo el salón, los guardias temblaban al escuchar esa voz, pero no dejaban de mirarme con amenaza. Analizo la situación en la que me encuentro y miro alrededor, pero siempre vuelvo a tus ojos, una atmosfera pesada te rodea, no sé que piensas mi amado Iván, nunca pude saberlo.

- ¡Tú sabes porqué estoy aquí! ¡Sobra decirlo en cualquier instancia! – Mis ojos se agrandan, no sé cuanto odio se ve en mi mirada, mis pies avanzan hacia ti y noto a los guardias acercarse, da igual, tú y yo sabemos en un chasquido podríamos deshacernos de todos ellos "Simples formalidades", como diría Arthur

Arthur...

- ¿Volviste a mi lado Fredka? Estaba destinado a ser, al fin y al cabo, estamos hechos para ser del otro – Frente a ti, me toman en guardia baja tus palabras, sigo cada uno de tus movimientos con la mirada, te arrodillas frente a mí y veo la estupefacción en la mirada de tus súbditos.

Mi concentración cambia tic tac tic tac... mi tiempo está acabando.

- Te odio, te odio hasta con la última pisca de mi ser, Iván, eres un monstruo del infierno y daría toda mi vida solo para evitar que reencarnes a mi lado.

- Alfred... mi Alfred... No digas esas cosas, ¿No ves el daño que tus palabras me hacen? – Tus ojos se empañan en lágrimas, una parte de mí quiere correr y refugiarte en mis brazos como cuando éramos niños.

Cuando eras más importante que mi vida misma...

Cuando fuiste el amor de mi vida...





No hay mucho planeado para esta historia, es la primera vez que intento con algo, así que espero que les interese y sea de su agrado <3 

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