Buenas, en este capitulo se habla un poco más sobre lo que implica el cardverse, que es el mundo donde están nuestros protagonistas, espero haberlo hecho entendible, pero si no lo hacen pueden preguntar, con esto dicho, espero que les agrade el capítulo.
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Aquella tarde se sentía como si nada bueno fuero a pasar, pero tampoco como si algo malo fuera a suceder, despertó desayunó junto a Iván, rieron entre las conversaciones, sus ojos se iluminaban cada que lo veía, el desayuno era tradicional de tréboles, parecían panqueques, pero tenían que ser acompañados por una especie de crema agria o una mermelada, no importaba cuál.
Siempre disfrutaba comer con Iván, seguido a esto, se preparaba para alimentar a las cabras, limpiar la nieve de la entrada (lo que parecía ridículo pensando que nadie llegaría), y lavar los trastes que Iván deje del almuerzo, recuerda que la primera vez que comió de aquella comida, su primera reacción fue pensar que esta tenía veneno, luego, con su cuchillo y tenedor pincho cuanto pudo de su plato, eso hasta que sintió una mirada clavada en él, en conjunto de un ambiente algo sombrío rodeando a Iván.
Al recordar aquello, sintió un leve escalofrío, tal como si la temperatura hubiera bajado unos grados, a esto, prefirió volver a sus quehaceres, de cualquier forma, ese fue un problema de Alfred del pasado, ahora él (por suerte) seguía vivo y con mucho más para ofrecer.
Alfred miró alrededor, se sentó junto al heno de las cabras, aprovecharía para leer un poco de su libro, uno que encontró escondido en el escritorio de su padre "Seres de otro mundo", ¡Dios sabia que existían! Si no es que eran dios... Mierda, pensar eso en voz alta haría que mínimo quede excomulgado.
Aunque pensándolo mejor, no era una idea muy descabellada, es decir, los alienígenas (Creía él) tenía poderes increíbles, seguro había llegado y dejado el santo reloj, es decir ahora que lo piensa, un reloj designaba a los gobernantes de cada reino, ¿Era magia? ¡Magia de aquellos seres! Eso solo confirma su teoría o la teoría un poco arreglada del libro, sin embargo, igual había otras irregularidades, los reyes eran escogidos por una marca, esta aparecía misteriosamente en el brazo de cada futuro rey, también, cada que un rey perecía conllevaba a la perdida de ambos, era horrible, pensar que sus destinos estaban tan conectados hasta el punto de que si uno muere el otro igual, tan increíble, como desagradable.
Otro hecho interesante era que el reloj mantenía un rango de edad, decía que era para tener reyes que tengan un largo y prospero reinado... PERO y si en realidad esto era porque el reloj usaba técnicas de manipulación para absorber la vitalidad de los portadores... Y ¿Ahora que él descubrió esto, mandaría una serie de sicarios a matarlo? ¡No era para nada justo!, ¿Cuánto tiempo le tomaría al reloj contratar sicarios? ¿Si quiera podía hacer eso? Mejor alistaba maletas por si en algún caso llega a pasar... o ¿Qué pasaba si...?
- Fredka
- WAAAAH – Con rapidez Alfred corrió hasta el otro lado del cuarto, con un grito, claramente (para él) masculino. – Demonios Iván, casi se me sale el corazón, mínimo deberías reportarte o algo así –
- Reportarme? – Iván miró confundido a Alfred – Venía a decirte que la comida ya está preparada.
Alfred sonrió hacia esto, la comida de Iván era buena, si no es que era la mejor, si, a veces no parecía tener la sal suficiente, pero siempre eran agradable, siempre que comían juntos sentía a Iván mirándolo, esperaba a que comiera su primer bocado, veía su reacción y sonreía levemente, la primera vez que Alfred se dio cuenta de esto, se aseguró de halagar repetidamente el almuerzo, aquella vez, la sonrisa de Iván fue cálida, a lo que sintió que esta calidez invadía su corazón, como si lo abrazara y eso hizo que su sonrisa creciera "Eres el mejor en esto Vanya".
...
Al ver el plato Alfred sonrió hasta que se dio cuenta que era un plato que solia comer mucho en picas, cierto, pronto se tendría que ir otra vez, tendría que hacer todo lo que debía hacer.
...
...
Mierda, odiaba volver, odiaba tener un lugar al que regresar, si tan solo este fuera su hogar, si tan solo podrían vivir Iván y él en este lugar, sentía que su expresión no era la mejor, para nada, sentía una presión en su cabeza, como si una mano lo sostuviera e hiciera presión.
En estos momentos su expresión debe ser repugnante.
...
...
Iván miraba a Alfred, como todos los días, le gustaba ver que disfrute lo que preparaba. Aquella mañana en el mercado, sentía a la gente hablando, susurros, cuanto odiaba la sensación de que alguien hablara de él, tenían tanto que decir, abandonado por todos, se aferraba a Alfred con todo lo que tenía, se odiaba tanto por esto, hubo un tiempo en el que solía retener lágrimas en las noches "¿De qué sirve estar vivo si no tengo a nadie?" Siempre se repetía lo mismo, su bolsillo crecía de tristeza.
...
Si tan solo él y Alfred pudieran vivir juntos en la cabaña para siempre...
...
Aquella mañana, Iván vio algunos ingredientes de picas, talvez a Alfred le agradaría recordar su hogar, talvez estaba deseoso de irse pronto, nunca nadie se quedaba junto a él, pero por ahora quería pensar que Alfred si deseaba estar con él, con algo de duda miro al vendedor
- Esto... - Iván sonrió a la vendedora, pero al ver que esta hizo una leve mueca de desagrado, la miró y mantuvo su sonrisa "Tiene una sorisa escalofriante" Eso solían decirle antes, no importaba, él seguiría sonriendo, después de todo... su sonrisa era lo único que podría hacerle seguir.
- ¡Veo que tienes buen ojo hijo! – la señora se acercó a él – Estos alimentos recién fueron traídos esta mañana y ya sabes lo poco común que es encontrar esto por aquí
Iván seguía mirando los productos, talvez, a Alfred le gustaría recordar su hogar...
...
...
La primera reacción de Iván al ver la mirada de Alfred fue de confusión, ¿Por qué?
¿Por qué Alfred no sonreí como todas las veces?
Luego sintió una leve incomodidad en su pecho ¿No le había agradado la comida? Se supone que esta le recordaría a su hogar.
Finalmente su última sensación perturbó un poco su pecho, se sentía feliz, era un deseo egoísta de pensar que Alfred no añoraba su hogar, que quería estar a su lado, tanto como el lo quería, pero, no estaba bien estar feliz por esto, no era correcto, la mirada de Alfred en ese momento había perdido su brillo.
...
- Fredka
Nuevamente Alfred elevó sus hombros asustado, miró a Iván y sonrió
- La comida está genial como siempre dude, deberías considerar ser chef.
Espero que les haya gustado el capítulo, gracias por leer! :)
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Espeluznante
FanfictionEn un mundo de distintos reinos, busco algo que me haga permanecer a tu lado y no perderme en el intento.