29

81 28 0
                                    

Chat y Marinette entraron en el Gran Salón al mismo tiempo que Zoe y Luka.

Chat no pudo evitar volverse para susurrar a su esposa:
—No tengo dudas de que me dirán que seré tío muy pronto.

Ella se sacudió con una suave y silenciosa risa, y le dio un golpe juguetón.

Amaba cuando ella se reía. A veces se imaginaba cómo sonaría si pudiera
oírla. Últimamente, fue como si escuchara su voz en su cabeza y le gustaba el sonido, suave pero decidido.

Marinette se frotó el estómago y señaló su boca.

—Tienes hambre y yo también. Débemos festejar y celebrar que las cosas finalmente se hayan calmado, y que la vida debería ser tranquila ahora, con suerte.

Chat ordenó que trajeran comida extra a la mesa, y llamó a Luka y Zoe para que se unieran a ellos, e hizo lo mismo con Damocles cuando entró. Envió
a Myléne a buscar a Gabriel, para poder unirse con todos también.

—Iba a hablar con Zoe, pero eso puede esperar hasta más tarde—dijo Damocles, frotándose las manos para anticiparse a la deliciosa comida.

—Preferiría hablar contigo ahora—dijo Zoe, acercándose al hombre, después de que su esposo le dio un apretón tranquilizador.

Damocles parecía desconcertado, como si le robaran un gran regalo.

—Le aseguro que no tomará mucho tiempo—dijo y caminó por el pasillo
para sentarse en una mesa vacía lo suficientemente lejos para que su
conversación no se escuchara. Ella se había aprovechado de su entusiasmo
por la comida, sabiendo que él no querría quedarse charlando, aunque ella tampoco tenía intensiones de quedarse charlando mucho tiempo.

Damocles se sentó frente a ella, aunque su mirada se desvió hacia el estrado
donde se colocaban platos llenos de comida sobre la mesa. Se apresuró a
hablar, su boca ya estaba aguada por el delicioso aroma.

Zoe habló antes de que él pudiera.
— ¿Qué sentido tiene seguir discutiendo este asunto cuando ya tomó su decisión o, debo decir, que la decisión del rey fue definitiva en el momento en que la tomó? Dejó a mi hermano para lidiar con las consecuencias de esas decisiones.

Damocles sonrió.
—Eres tan observadora como tu hermano.

—No fue hasta después de que hablé con Chat que las cosas parecieron
encajar—dijo.
— Agreste cree que, ya que Chat te salvó la vida, desidiras a su favor, y me permitirías seguir casada con Luka. Pero después de hablar con mi hermano, y darme cuenta de su importancia para el rey, quedó claro por qué te enviaron aquí. Debías determinar si mi hermano tenía alguna
objeción a mi unión con Luka. Si por alguna razón no lo favoreciera, el rey lo
anularía. Así que la verdadera razón por la que te enviaron aquí fue para ver si mi hermano aprobó mi matrimonio.

—Tu ingenio es agudo. El rey estaba preocupado por su decisión de casarte
con Luka. Tenía la intención de anular su matrimonio si no le agradaba a
Chat. Desafortunadamente, el rey no contó con Agreste, por lo que me
enviaron aquí para asegurarse de que Chat estaba satisfecho.

—Mi hermano debe haber servido bien al rey, me imagino que bastante, para permitirle tales elecciones.

—No tienes idea de la magnitud del servicio de Chat al rey— Damocles se
inclinó más cerca—, o el respeto y el temor que muchos tienen a tu
hermano.

La culpa golpeó a Zoe. Se había quejado de estar atrapada en la abadía durante todos esos años mientras su hermano estaba librando batallas interminables, y quién sabía qué otra cosa podía asegurarles un hogar bueno y seguro. Él había sacrificado tanto, y ella no lo había apreciado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Voz Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora