Con la desaparición de Alison Dilaurentis, su hermana Audrey y sus amigas comienzan a recibir mensajes anónimos, y se dan cuenta de que en un pueblo tan pequeño como Rosewood todos te conocen. Y eventualmente tus mayores secretos serán revelados. Po...
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capítulo veintiuno, dieta de pastillas
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Las cinco chicas habían pasado la noche en lo de Spencer, ya que la laptop apareció, pero sin el video. Pero -A plantó una fotografía en la computadora de Hastings, una imagen que mostraba a Alison escapando del granero, la foto fue tomada desde la mansión de la familia de Spencer.
Desde que comenzó a estar con sus amigas de nuevo, Audrey había dejado de tomar los antidepresivos que la psicóloga de la familia le prescribió. No los sentía necesarios cuando estaba con ellas, aunque estén siendo acosadas por un anónimo o crean que Ian Thomas era el asesino de su hermana. Cuando estaban juntas, la joven DiLaurentis se sentía en casa, ya no estaba sola.
Pero esa noche necesitó no una, sino dos pastillas para poder sentirse en paz. Que los pensamientos de su cabeza dejaran de hacer ruido, y el mundo entero hiciera silencio por una vez en mucho tiempo. Porque en la fotografía que Spencer les había mostrado, una sombra seguía a Alison, y Audrey se preguntaba si en realidad esa sombra le pertenecía a ella.
Porque no recordaba lo que sucedió esa noche.
—Esperen, ¿Dónde está Ian?— preguntó Emily, mientras las cinco bajaban las escaleras de la casa Hastings.
—Descuiden, se fue a Filadelfia con Melissa.
—No sabía que existía vida a esta hora.
—Vamos, chicas, caminen. Necesitan ver esto.— las apuró Aria, encendiendo la laptop.
—Siempre creí que en mi primer amanecer habría un tequila.— se quejó Hanna.
—Voy a hacer café.— anunció Spencer.
Marin suspiró —Cuando esté listo, sólo deslízalo por mi garganta.
Aria mostró la imagen de Ali que -A les había enviado.
—¿Que no habíamos terminado con eso ya?— preguntó Audrey, bostezando.
—Sí, sabemos que la sombra era Ian, ¿cierto?— mencionó Hastings, al tiempo en que Aria imprimía la foto a papel.
