Joven Caramelo

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Desde la partida de Isaías, todo en la vida de Sabina dio un giro de 180 grados

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Desde la partida de Isaías, todo en la vida de Sabina dio un giro de 180 grados. Pero, no afectó solo a Sabina, también al resto de los hijos de Rosa. Antonieta, para ese año, ya era madre de dos hermosos niños varones: Andrés y Carlos, como el abuelo. Antonieta se había casado 2 años antes de la partida de Isaías. Por algunas razones, Antonieta había empezado una carrera de ingeniería en una prestigiosa universidad. No logró culminar. Y comenzó a estudiar licenciatura en enfermería, al igual que Rosa.

Mientras que Sabina extrañó tanto o como nunca a alguien como a Isaías. Josué no volvió a invitarla para sentarse al gran Cují. El primer amor de Sabina desapareció por completo, sin dejar rastro. Fue de esta forma, como Sabina se da cuenta que sólo fue producto de su imaginación y que confundió estar enamorada, cuando en realidad solo él la veía como una buena amiga.

Pero todos los acontecimientos vividos por Sabina le traen a su memoria preguntas. ¡Sí!, preguntas, pero sin respuestas, ¿por qué...? Esto la lleva a dialogar con su madre, mientras se pregunta... ¿si ella sabe la razón por la que Sabina tenga que vivir tantas cosas no normales y que en realidad no le gustaba sentir, ver y mucho menos soñar? Por otro lado, no dejaba de pensar y preguntarse: —¿Serían sueños o revelaciones?

Rosa, al ver lo acontecido la madrugada del 16 de diciembre, decide contarle lo que ella experimentó en su nacimiento y todo lo que atravesó. Una larga batalla para vivir en medio de un nacimiento marcado por la magia y la espiritualidad (el manto de la Virgen y el Ángel de la guarda).

Sabina no termina de entender lo que su madre le cuenta y mucho menos se imaginó tan extraña e inexplicable historia. Sólo escuchaba atenta a su madre. Tenía muchas preguntas, pero no, no quiso preguntar nada.

Al terminar de hablar Rosa, solo le dijo. —"¡Mamá, ahora entiendo todo... pero"! ¿Cómo podré vivir y continuar mi vida normal con esto? No me gusta sentir estas cosas —le comentaba Sabina a su madre.

Y Rosa le contesta. —¡Solo debes usar ese extraordinario don que Dios te obsequió como regalo de vida, para hacer el bien a todo aquel que lo necesite... sin esperar que te agradezcan! Naciste con un corazón grande. Rosa además le cuenta lo que le propuso una extraña señora; cambiarla por tierras, ganado y dinero y de esta forma mejorar su situación económica.

Sabina no lo puede creer... —¡Mamá, ¿Eso es cierto?; cómo alguien puede pedir semejante cambio, ¡Eso es una locura...! ¡Gracias a Dios, no me cambiaste...!

Mientras las dos se sonríen, por las extrañas cosas y sorpresas de la vida.

Después de escuchar a su madre, se fue a la cama. Ya serían como las 10 de la noche. Decidió averiguar más sobre ese tipo de nacimientos, pero debería esperar salir del Liceo hacia la Universidad.

Sabina:

Dicen por ahí que el primer amor nunca se olvida. Podría ser cierto, al menos que sea realmente amor y no se confunda con la ilusión de estar enamorado. Conocí a Josué faltando poco para cumplir los 11 años, después de aquella noche de catástrofe que sufrió mi pequeño pueblo a través de los movimientos sísmicos. Creo que el primer amor es dolido. Si lo es, duele más que todos los que llegarán en el futuro. El primero jamás se olvida, por ser más puro, por ser escénico, por ser único y por ser la primera sensación de creer que estás enamorada. Josué, Isaías y yo nos hicimos muy amigos de la infancia y teníamos nuestro lugar preferido para jugar y contar historias. Mi corazón latía siempre al ver a Josué y él con la más hermosa sonrisa que creo jamás voy a olvidar.

Las Muñecas de PaPel. De lo Ordinario a lo Extraordinario.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora