La Emperatriz de los demonios

Capitulo 32:Niña misteriosa

Mientras los estudiantes de la clase A y clase B tenían sus entrenamientos de combate entre ellos como equipos, en la entrada se veía al director Nezu junto al chico rubio que se parece a tintín frente a un auto anticuado que acababa de estacionarse y de este mismo salieron Inko y su nieta Eri, la cual llevaba puesto su nuevo suéter de color rosa pastel.

-Inko: Hola a los dos (saludando por cortesías a ambos que correspondieron igual)

-Nezu: Es un gusto saber que dejará a su nieta estar un tiempo en la academia (dijo sonando complacido)

-Eri: Hola, señor limón (saludo al rubio que ya conoce)

-Mirio: {Creo que tendré que acostumbrarme a ese apodo} Hola, Eri (dijo amigable) ¿Que llevas ahí? (pregunto indicando la mochila vieja de la niña)

-Eri: Colores, lápices, dos libretas, en una dibujo y en la otra escribo (explicando de manera detallada lo que cargaba)

-Inko: Bien, Eri (la niña voltea a verla) Vendré por ti en dos horas y necesitas esto (sacando un frasco con pastillas de su bolso)

-Eri: ¿Medicina? ¿estoy enferma? (preguntaba confundida)

-Inko: Tómate una si te empieza a doler la cabeza o si sientes que te dará fiebre. En realidad no necesitabas mucho tu medicina antes, pero últimamente te has enfermado bastante y no las pierdas por que a tu mamá le cuesta mucho conseguirlas (aviso y dándole el frasco)

-Eri: Está bien (guardando la medicina en su mochila)

-Nezu: ¿Solo va dejar a su nieta dos horas? (interrumpió cuestionando)

-Inko: Esa es la condición que estableció mi hija, de lunes a viernes por dos horas cada día, ni mas ni menos (aclaro dicha regla)

La peliverde se despidió de su nieta, subió de nuevo al auto y se fue para volver a su casa.

-Eri: ¡Adiós! (dijo en voz alta al ver el auto de su abuela alejarse hasta perderla de vista)

-Nezu: Bueno, joven Togata como es el primer día y la pequeña ya te conoce, te dejare a cargo (dijo retirándose para seguir con sus labores)

Tanto el adolescente como la niña entraron a la escuela, Eri miraba a su alrededor con una expresión de curiosidad aunque sin asombro.

-Mirio: ¿Como has estado Eri? (iniciando la conversación)

-Eri: Bien, pero prefiero que me digan Midoriya (dijo sin emoción aun viendo su entorno)

La niña se estaba tomando las palabras de su madre enserio, quizás demasiado enserio, no confiar en absolutamente nadie por muy bueno que parezca, excepto en su familia.

-Mirio: Entiendo, escuche que viniste al festival cultural ¿te gusto? (dijo todavía amable)

-Eri: No, fue raro (contesto negando con la cabeza)

-Mirio: ¿Te sientes bien? (pregunto por la rara actitud de la niña)

-Eri: Claro que estoy bien ¿por que no lo estaría? (pregunto dudosa)

El rubio supuso que la niña es una persona que no socializa mucho, además de que no tiene a ningún miembro de su familia cerca y debe sentirse algo incómoda, aunque obviamente la realidad es otra. Durante la caminata se encontraron a la chica llamada Nejire que es otra miembro de los tres grandes.