Es un jueves por la tarde, el cielo luce despejado y el clima se presenta agradable. El azabache del conocido y exótico matrimonio bakugou-tokoyami se hallaba regresando de una visita a la casa de su madre, ahora mismo ingresando a su residencia. Abrió la puerta y fue recibido por un cálido ambiente y una dulce bienvenida. Su esposo preparaba la cena y su hijo se veía entretenido mientras destrozaba y aniquilaba muertos vivientes en la TV, gritando la típica frase de su padre. En realidad le causo algo de gracia.
Siguió de largo por la sala, dirigiéndose a su habitación para poder cambiarse a unas ropas más cómodas y hogareñas. Salió y se dirigió a la cocina, no sin antes pasar por el sofá y depositar un suave beso en la cien de su hijo.
- katsuki, de casualidad ¿has visto a las- su pregunta fue interrumpida por una muy divertida escena con la que no esperaba encontrarse, sus dos hermosas hijas con las mejillas hinchadas y la cara cubierta de crema
Al parecer no lo habían escuchado llegar porque se le abalanzaron de inmediato y colgaron de su cuello. Bueno, yoshiko se colgó de su cuello, yoriko se aferraba a su pierna. Ambas empezaron a gritar y hablar muy alto, tratando de contarles las cosas que hicieron durante las largas horas en las que estuvo fuera. Realmente agradece a los cielos porque ya no viven en un departamento o los vecinos estarían quejándose del excesivo ruido.
- ¡oigan! Suelten a su papá y pongan la mesa, o no habrá postre – esas palabras fueron suficientes para que las dos pequeñas diablillas salieran corriendo hacia el comedor
- ¿escuché que no habría postre? – keitaro asomó su cabeza desde la sala, indignado por la reciente noticia- solo si no ayudas a tus hermanas con la mesa, apresúrense que estoy ya está listo y se enfría, ahora ve antes de que rompan algo – demandó apuntando amenazantemente con una cuchara
- si si, ya voy – se volteó hacia el comedor y casi le da un paro cardíaco al ver a yoshiko apoyada en la esquina de una silla mientras esta se balanceaba en una pata, la niña trataba de llegar al estante de los vasos
Keitaro pegó el grito y se lanzó hacia adelante. Con sus cristales creó una pequeña rampa que hizo a la pequeña deslizarse e impulsarse hacia arriba hasta caer en los brazos de su hermano. Este soltó un suspiro de alivio una vez que ella estuvo a salvo.
- ¡jajaja! ¡otra vez! ¡otra vez! – como toda niña temeraria ella sólo buscaba divertirse y el evento anterior resultó ser muy entretenido para ella y su hermana, pues esta jalaba del pantalón de su hermano mientras preguntaba si ella también podía jugar
Ambos adultos aparecieron en el comedor con algunas fuentes en mano y las colocaron sobre la mesa.
- ya mocosas, dejen de jugar y vengan a sentarse. Les dije que pusieran la mesa y no lo hicieron, así que olvídense del postre – gruñó el blondo, no verdaderamente enojado, y ambas pequeñas se quejaron
- no es justo, papá malo – yoshiko hizo mofletes y se cruzó de brazos apartando la mirada, frunciendo el ceño muy profundamente
Yoriko seguía aferrada al pantalón de su hermano pero eso no le impidió apuntar con su dedito acusador al gruñón de su padre.
- malo, malo, ogro, dormirás en el sofá – declaró la pequeña, apoyada por sus hermanos más grandes
- ogro ogro, duerme en el sofá – cantaban a coro, enfureciendo a katsuki con ese maldito cántico
- ¡oye, haz algo con tus hijos! – grito hacia su esposo, este sólo apartó la mirada mientras colocaba los platos, luego miró a dark shadow
- que rico ‘ta – dijo mientras masticaba los cristales de la rampa que el adolecente había creado con anterioridad, hace tiempo descubrieron que esto era posible y ahora era dark shadow quien disfrutaba de limpiar los restos cuando el muchacho usaba su don en la casa
- ¡no me ignoren, maldición! – fumikage se le acercó y acarició ligeramente su rostro mientras seguía de largo hasta donde sus tres pequeños engendros de la oscuridad
- a cenar – habló con calma, pero firme, y los tres acataron la orden de indemnizado
Esto a katsuki se le hizo indignante, no podía creer que le hicieran más caso a kage que a él, por lo que se la pasó refunfuñando casi toda la cena. Eso hasta que su princesa más pequeña lo hizo callar.
- tus gruñidos irritan – dijo ella, indiferente, regresando su atención a su comida una vez dichas estas palabras
- aquí ya nadie respeta – gruño entre dientes una vez más, masticando furiosamente un camarón frito
A pesar de su rabieta katsuki no estaba verdaderamente enojado. Kage sabía eso, por ello lo dejaba pasar. Las cenas con su familia siempre eran muy entretenidas.
Si tan sólo los bellos momentos duraran para siempre.
Hace ya un buen tiempo la ciudad no había recibido atracos por parte de la liga, pero hoy no era muy diferente a las otras veces. Tal vez más nomus que la última vez, pero eso era irrelevante. Cuando fueron alertados y sus presencias requeridas les molestó bastante, más a katsuki, puesto que era su día libre, pero no podían ignorar un llamado tan importante.
Los niños quedaron en casa de mitsuki, riomi ayudando a los bakugou con el cuidado de los pequeños por simple precaución. Sabían que estaban en buenas manos, pero eso no disipó las preocupaciones de fumikage. Aún así tuvieron que partir, prometiendo a sus amados hijos volver lo más pronto posible.
Una vez llegaron al lugar se encontraron con varios de sus compañeros y amigos, además de otros héroes profesionales. No hubo tiempo de planear, trabajarían con lo que había.
Les tomo bastante tiempo, con varias complicaciones de por medio, pero faltaba muy poco para derrotar a la liga y por fin volver a casa.
- ¡shoto, por la derecha! – gritó deku, indicando al héroe mitad alvino que prestara atención a su diestra, de no ser por esa advertencia shoto habría recibido el impacto completo y no lo habría frenado a tiempo
Un nomu había arrojado una camioneta bastante grande hacia donde shoto se encontraba, pero un severo daño fue evitado gracias a la velocidad de reacción de este y la advertencia del peliverde. Junto al nomu vinieron más de ellos, por eso deku no se sorprendió al escuchar un quejido bastante irritado de su amigo explosivo.
- ¡¿Cuándo se acaban estas mierdas?! ¡¿es que acaso estos malditos bastardos no tienen nada mejor que hacer que estarnos jodiendo la vida?! ¡¡ya me tienen malditamente harto!! ¡¡Mueeraaaaaaan!! – bakugou no dejaba de explotar a cada nomu que se le cruzaba, maldiciéndolos y enviándolos al infierno
- bakubro se ve un poco más enérgico que de costumbre, me pregunto si algo malo pasó – dijo kirishima con cierto toque divertido al ver tan furioso a su bro
- seguro le cortaron el rollo y por eso anda tan cabreado – se burló de su amigo peliceniza
- bro, no creo que debas decir eso en voz alta – replicó kirishima, frunciendo ligeramente el ceño hacia denki luego de asestar un golpe en la mandíbula de un nomu
- por qué? Si lo que digo es cierto y no me lo puedes negar, esos dos cojen como conejos en plena temporada de apareamiento
- bro, no lo digo por mi, lo digo ti, cierra-la-boca – kirishima intentó advertir a su querido amigo de la inminente amenaza que se cernía a sus espaldas, pero ya era muy tarde para él
- bha, tampoco te espantes, ambos sabemos que no eres un santo si los chupetones en tu pecho son algo a tener en cuenta, no creas que logras ocultarlos bajo un top de manga larga, ehh? Pillín? – kaminari encontraba divertida la manera en que el rostro de su amigo ganaba color con cada palabra que soltaba, pero la diversión se fue en cuando una mano se posó en su hombro y presionó con fuerza
- kaminari, cortésmente te pediré que te absténgas de comentar acerca mi vida privada y la de kirishima, en especial cuando se trata de nuestra intimidad, eso es algo que nos concierne a nosotros y nuestras respectivas parejas, no es algo de tu incumbencia. Por favor, concéntrate en tu trabajo – denki comprendió que se metería en un gran lío si permitía que de sus labios escapara siquiera un sonido, es por eso que los selló como si estuvieran pegados con súper pegamento y asintió efusivamente
Complacido, fumikage se retiró a continuar con su deber, ignorando olímpicamente el suspiro de alivio que abandonó el cuerpo del rubio eléctrico.
La batalla se prolongó durante varias horas, aunque todos sintieron que duró una eternidad. Con un trabajo coordinado, y gran dificultad, lograron acabar con la mayoría de los lacayos de la liga. Agotados, tanto física como mentalmente, con el cuerpo magullado y la seguridad de haberse roto varios huesos los héroes se encontraban en ventaja. No quedaba mucho hasta que finalmente la liga cediera y fuera derrotada.
Katsuki y deku luchaban arduamente contra shigaraki, quien poco a poco caía en cuenta de que no le quedaban oportunidades. Shoto lidiaba con dabi, su persistencia llegaba a ser fastidiosa, pero debía admitir que no se lo dejaba fácil. Mientras tanto, los demás se ocupaban de los pocos nomás que aún seguían en pie y el resto de la liga.
No pasó mucho tiempo hasta lograr que shigaraki quedara de rodillas, paralizado y con los ojos fijos en el cielo, la ropa rasgada y virutas de humo saliendo de su cuerpo. Dabi reposaba inconsciente en la abolladura de un muro de hielo. Twice estaba atrapado dentro de una de las esperas de compress, y este mismo se hallaba tirado en el suelo luego de recibir un golpe en la nuca. Toga trataba de liberarse del agarre de aizawa, chillando y refunfuñando que la dejaran libre para que pudiera matarlos a todos por lastimar a sus amigos.
Katsuki y deku chocaron los puños ante la victoria, finalmente había acabado. Hubo muchos heridos, y varios cayeron, tanto villanos como héroes. Denki estaba desmayado por ahí, frito hasta la médula de tanta sobrecarga. Kirishima se arrojó sobre los hombres de katsuki y vitoreó con el puño en alto, demasiado cerca de la oreja del blondo. Shoto divagaba en su mente sentado en una roca, más bien un escombro, con la mirada pendiente a su hermano mayor. Aún con el paso de los años, y luego de todo lo que había hecho, se veía incapaz de odiarlo. Izuku se acercó hasta su esposo, tomando asiento a su lado, y apoyó la cabeza en su hombro. No tuvo que esperar demasiado hasta sentir que el mitad alvino hacía lo mismo, mientras enredaba sus manos.
- está bien, estarás bien sho-chan – susurró, para que únicamente el mencionado lo escuchara, recibiendo un sonido gutural y una suave caricia en el dorso de su mano
Dabi no estaba inconsciente, estaba muerto, el enorme trozo de hielo que atravesaba todo su torso así lo indicaba. No tenía pulso, ni un movimiento provenía de él. Ya no había vida en ese viejo y desgastado cuerpo. Shoto no lo había hecho con intención, pero tal vez eso era lo mejor. De este modo su hermano ya no sufriría, ahora descansaría en paz. Eso fue lo que pensó mientras se alejaba para reunirse con sus otros compañeros.
Nunca se acercó lo suficiente para ver la ligera sonrisa que adornaba los labios del portador de la llamas azules, aún cuando el brillo de la vida escaseaba de sus ojos.
Las autoridades, junto con varios reporteros y canales de transmisión. Estos últimos más ansiosos que nadie por conocer el resultado de tan impresionante batalla, pues habían sido obligados a abandonar la zona, junto con todos los demás ciudadanos, una vez que las cosas se habían vuelto demasiado peligrosas.
Las personas se mantuvieron detrás de la cinta policiaca, con oficiales apostados en varios puntos para mantener el orden y la seguridad de todos.
Aquellos que aún se hallaban con vida fueron trasladados cuidadosamente a una zona donde pudieran esperar a la llegada de los servicios médicos y condicionados según su posición y estado. Shoto observó con pesar la traslación del cuerpo tanto de sus compañeros como el de su hermano, sintiendo desprecio por sí mismo y por aquel que, hace tanto tiempo, causó que uno de sus seres más queridos tomara tan complicado rumbo.
Izuku no se sentía mejor, al igual que muchos otros, la impotencia hacía hervir su sangre y nublaba su visión. Fue incapaz de proteger y salvar a todos, sin importar de quien se tratase.
- ya déjalo – oyó a sus espaldas, volteando de inmediato para encontrarse con la mirada de su querido amigo
- ¿qué? – preguntó, medio incrédulo, tanto por la pregunta como por la razón
Katsuki suspiró, pasándose la mano por los cabellos y tirando los hacía atrás.
- a mí también me jode, deku – abrió sus ojos y miró fijamente al peliverde – somos héroes, nuestro trabajo es proteger y salvar, y ser incapaces de hacer eso, incluso tratándose de ellos, jode, porque significa que no estamos cumpliendo verdaderamente con nuestro trabajo, somos incapaces de llevarlos a la redención – izuku bajó la vista al suelo, apretando los puños y arrugando el entrecejo – pero – katsuki posó una mano en su hombro, ganándose nuevamente su atención – eso, aunque pese, no es nuestra culpa, ellos eligieron seguir su camino tercamente, así que nosotros debemos seguir el nuestro. No necesitan nuestra ayuda, somos nosotros quienes quieren ayudarlos, en que termina todo esto ya es cosa del destino – apartó su mano y caminó hacia el frente, dirigiéndose a la multitud – por ahora, confórmate con saber que lo das todo de ti, y concéntrate en lo que tienes adelante
Deku siguió a su amigo con la mirada, asombrado de sus sabias palabras. Limpió su rostro y corrió hasta alcanzarlo, mostrando una gran sonrisa al público.
- papá! – se escuchó en la multitud, una vocecita risueña junto a una mota de rebeldes cabellos rojos y verdes que todos reconocieron al instante
- yagi-chan! – izuku gritó, atrapando a su pequeño tornado que se le había arrojado encima - ¿qué haces aquí? ¿No se supone que te quedarías tú tía fuyumi? ¿otra vez te le escabulliste? – regañó, pero su reproche no duró mucho tiempo hasta que asfixio a su hijo entre sus brazos y lo llenó de besos, no podía resistirse a sus pucheritos
Katsuki miraba la escena con aparente enojo, soltando un gruñido desaprobatorio.
- tsk, maldito blandengue
- los mofletes de yagi son una debilidad, ni siquiera mi padre puede resistirse a ellos, los heredó de izuku
- ¡esa no es razón para ser tan blandos con el mocoso, si no aprende después se van a estar quejando de su desobediencia! No los quiero ver rogándome después – pisoteó hasta alejarse del mitad albino
- pues yo creo que es lindo – shoto lo ignoró, como la mayoría de las veces, y se dirigió junto a su pequeña familia
Katsuki siguió refunfuñando, y fumikage simplemente lo observó con gracia. Algunas veces su esposo podía ser peor que un niño. Cuando volteó fue justo a tiempo para ver a sus retoños aparecer entre el cúmulo de personas.
- ay, pero que traviesas, no pueden estarse quietas ni por cinco minutos! – dark shadow saltó para retarlas, persiguiéndolas de aquí para allá mientras ellas reían a carcajadas
Pero sus chillidos de alegría fueron opacados por uno de horror total.
- ¡cuidado atrás! – una de las personas gritó, tratando de alertar al héroe del próximo desastre
Pero…fue demasiado tarde.
Nadie fue capaz de evitarlo, la inminente tragedia que se asomó a sus espaldas. Se volteó con velocidad, pero no a tiempo. Sus ojos se expandieron, sus pupilas se dilataron, y un jadeo ahogado escapó de entre sus labios. Todo sucedió tan rápido pero tan lento a la vez. Ahora debía observar con impotencia como uno de sus muy queridos amigos era espantosamente atravesado por la mano de shigaraki, justo en el centro de su abdomen.
- ¡TSUKUYOMI!
- ¡¡PAPÁ!!
Sus pies no le respondieron, estaba paralizado del cuerpo, siendo obligado a presenciar aquella situación. La esperanza surgió muy dentro de si al ver que su amigo no se quedaba tieso, sino que utilizaba el poder que se le concedió para apartar a tomura de un zarpazo. Lo vio jadear incómodo y adolorido, pero la furia era notable en sus ojos, así como el miedo.
Tokoyami presionó fuertemente su abdomen, tratando de detener la hemorragia aunque este fuera un acto inútil. Vio como la sangre se escurría de sus dedos, teñía sus manos de rojo y caía al suelo formando un charco bajo sus pies. Un hilo carmesí escapó de su boca y descendió por su mandíbula junto con otros más.
Shigaraki intentó levantarse nuevamente, deseando terminar lo que empezó, pero sus acciones fueron detenidas por la patada de un peliverde que lo dejó totalmente noqueado.
Katsuki finalmente se movió de donde se había quedado paralizado, corriendo para atrapar al azabache entre sus brazos antes de que este tocara el suelo.
- hey hey hey hey, tranquilo, tranquilo – habló en un tono moderado para ser oído únicamente por su esposo
- estoy…tranquilo – respiró, con cierta dificultad – tú eres el alterado
- ¿alterado? ¿A quién carajo le dices alterado? ¿No vez que soy la persona más tranquila del mundo?
- sí….claro, y a mi me…gusta el rosa – rió, ambos lo hicieron, pero no por mucho tiempo antes de que el azabache tuviera un terrible ataque de tos
- hey, hey, shhh shhh, tranquilo, respira con calma, todo va a estar bien – acarició su rostro, apartando los mechones rebeldes hacia un lado
- mm, lo…dudo -jadeó- de esta no salgo en una…pieza completa
- ¿quieres dejar tu humor negro y tu pesimismo para otro día?¡esto es serio kage! – gritó exasperado, ya incapaz de aparentar que no le afectaba
- ahh, al fin lo admites – bromeó, suspiró adolorido y cerró los ojos lentamente, tratando de ignorar las horribles punzadas que sentía en el abdomen
Una suave caricia recorrió su rostro una vez más, llenándolo de una sensación cálida y reconfortante. Otro suspiro escapó de sus labios, una de alivio esta vez.
- por favor, no me dejes así…no te vallas – suplicó, con el corazón en la mano
Una gota cayó sobre su rostro, instándolo a abrir los ojos.
- es la primera vez…que te veo llorar, katsuki
Katsuki observó como su moribundo esposo llevaba su mano hasta su rostro, acariciando su mejilla y limpiando las lágrimas que escapaban de sus orbes carmesí, un acto sin sentido pues estas seguían saliendo. Se apoyó en el tacto, la fría sensación que lo recorrió solo incrementó su pena. Las manos de su kage siempre habían sido cálidas, pero ahora….
- kage – susurró, en un hilo de voz - eres la primera persona a la que amé, y aún así… – apretó la mandíbula para evitar vacilar - ¿qué esperas que haga sin ti?
Katsuki se veía fatal, derrotado. Era evidente que ya había aceptado toda esta situación, o al menos, comprendía que no quedaba nada por hacer. Las paramédicos no llegarían a tiempo, y aún si lo hicieran fumikage ya había perdido demasiada sangre, sus órganos estaban destruidos y la vida poco a poco se escapaba de sus ojos. Katsuki, quien lo tenía entre sus brazos, podía sentir el calor abandonar su cuerpo y ser reemplazado por un gélido frío. Izuku no se encontraba mejor, nadie lo hacía realmente, uno de sus grandes amigos y compañeros estaba muriendo justo frente a sus ojos, y ellos no podían hacer nada. Pero izuku, por primera vez en muchos años, se sentía verdaderamente inútil. Incapaz de hacer algo tan simple como salvar una vida.
- vivir – el blondo abrió los ojos, que no sabia había cerrado, y fijó la mirada en los orbes casi idénticos de su esposo – vive, katsuki, vive…y se feliz
- ¿cómo se supone que lo sea, sabiendo que no pude salvarte? ¿Qué no pude hacer nada por ti?
- pero si hiciste algo por mí – declaró, confundiendo a su esposo – me hiciste feliz – sonrió cálidamente – y eso me es más que suficiente
La expresión de katsuki cambió dos veces, la primera para demostrar su asombro, y la segunda…fue una expresión de completa tristeza.
- idiota – susurró, pegando sus labios a los de su amado en un beso lleno de sentimientos
Algo suave y frío acarició su otra mejilla. Separó su rostro ligeramente de fumikage para encontrarse con el adormilado rostro de dark shadow. Este, con una obvia falta de energía, se levantó ligeramente para volver a acariciarlo, luego se deslizó hasta el pecho de su portador y allí se acurrucó, como un pequeño gato a punto de dormir en el lugar más cómodo de su vida.
El azabache retiró su mano del rostro de su esposo y la llevó hasta la pequeña cabeza de dark shadow, acariciándola suavemente. Luego regresó su mirada a katsuki, una lágrima deslizándose finalmente de su ojo. Katsuki beso su frente y lo abrazo, enterrando su rostro en el cuello contrario. Sintió un cálido aliento contra la piel de su nunca, instantes después algo cayó contra el suelo. Cuando volvió a mirar la mano de kage ya no estaba sobre la cabecita de dark shadow, y este mismo estaba…desvaneciéndose. Como cenizas de un papel ardiendo al fuego, poco a poco se perdía en el aire. Con un último esfuerzo se levantó del pecho de fumikage, se acercó y pegó su pequeño rostro al de katsuki por un instante, luego se apartó, esbozó la sonrisa más sincera y feliz que pudo con todas sus fuerzas. Si se iba a marchar no sería demostrando su tristeza, por muchas ganas de llorar que tuviera, no quería ver sufrir de más a su querido suki.
Se volverían a ver, de eso estaba seguro. Los cuervos siempre reconocerán los rostros de aquellos que los apreciaron.
Antes de desvanecerse completamente, con las partículas de su cuerpo siendo llevadas por el aire, susurró sus últimas palabras. Sólo katsuki las escuchó.
- gracias por…todo – y se fue, sin que siquiera una pizca de su existencia quedara por verFue entonces que el mundo se derrumbó para todos los presentes, en especial para katsuki.
Su esposo se había ido, y junto con él, parte de su felicidad.
Mis queridos polluelos, se bien que esta no es la mejor noticia luego de desaparecer por la puerta de Narnia por vaya a saber diosito cuanto pinche tiempo, pero he de decir con cuerpo pesar que este es, en definitiva, el final de esta historia.
Me ha tomado más tiempo de lo normal, y es muy corto el capítulo, lo sé pero es solo que quise hacerlo lo mejor posible para lo arruinarlo. Me costó un poco debido a la facultad y la familia, pero por mi parte estoy medianamente satisfecha.
Si ustedes lo desean, se me había ocurrido la idea de hacer una pequela secuela, una en donde podemos presenciar lo que es la vida de katsuki al criar a sus hijos y seguir adelante sin la presencia de fumikage. Es más decición de ustedes que mía, y se bien que estoy atrasada en las otras historias, pero poco a poco me voy poniendo al corriente. Ya estuve escribiendo y no me tomara mucho actualizar, lo juro. Es más, actualmente estoy escribiendo una pequeña saga donde se concentran distintos tipos de historias entre tokoyami y bakugou, todas guiadas por las indicaciones de una escritora en AO3 que me permitió realizarlas.
Bueno, supongo que eso es todo por ahora polluelos. Nos vemos la próxima vez, espero lo hallan disfrutado. Yo me siento contenta con saber que a ustedes les gustó, sus comentarios siempre me sacan una gran sonrisa y levantan mi ánimo, espero poder experimentar eso nuevamente junto a ustedes.
Sayonara!
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"Caricias" Una historia bakutoko (¡En edición!)
Fanfiction"Porque un gesto tan simple pude significar demasiadas cosas" Los personajes no me pertenecen, derechos a su creador Kōhei Horikoshi Pareja principal: Bakugou x Tokoyami Aparecerán otras parejas pero la historia se centrara en ellos mas que nada. *...