CAP. 21 (Editado)

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Era sábado por la tarde cuando el incidente ocurrió. 

La clase A, tan unida como siempre, organizó una salida grupal al centro comercial kiyashi, el mismo al que habían ido el año anterior para conseguir los artículos faltantes que necesitarían para el viaje de entrenamiento al campamento de los WWPC. Aunque en ese momento desconocían la ubicación del campamento y el tipo de tortura que se les presentaría nada les evitó divertirse en su excursión de compras.

La bakusquad arrastró a su líder tan pronto como pusieron un pie en los terrenos del inmenso lugar, llevándolo por el cuello de la camisa a cada tienda que les llamaba la atención y probando tanta prenda, baratija o bocadillo que les parecía genial. Fumikage le ofrecía su más sentido pésame a su pareja, pero no hacía nada para ayudarlo ya que él tenía sus propios asuntos por atender. Eso significaba recorrer bibliotecas, tiendas de antigüedades y disquerías o apartamentos de música en busca de un nuevo juego de cuerdas para su guitarra, últimamente practicaba mucho con kaminari y el desgaste se hacía evidente. Además que nuca estaba de más un juego de repuesto por si acaso. 

En fin, el asunto es el siguiente; los estudiantes capacitados para el heroísmo no pasan por alto una llamada de auxilio, especialmente si se trata de un pequeño perdido al que socorrer. 

Luego de algunas horas paseando y comprando artículos de utilidad; no el caso de katsuki, toda la clase decidió reunirse en algún lugar cercano para comer y tomar un descanso. Fueron izuku y eijiro, los grandes corazones bondadosos de la clase, quienes divisaron al pobre pequeño sentado en una banca frente a una fuente de agua. Sus brillantes ojitos de amatista rebosando de agua cristalina y escurriéndose por su tierna carita peluda, parecía perdido.

Ambos jóvenes hicieron todo lo posible para ayudarlo a calmarse y que les dijera cómo eran sus padres, dónde los vio por última vez y si sabía el nombre o contacto telefónico de alguno de ellos. Para entretenerlo, y que dejara un poco atrás el miedo, los estudiantes del 2A encontraron formas llamativas de jugar con él mientras los delegados de la clase se apresuraban en la búsqueda de sus padres. 

No parecía tener más de cinco años, algo que apretujó el blanco corazón de estos muchachos, pero a pesar de ser tan pequeño resultó ser muy inteligente y de espíritu valiente

. No se asustó con los filosos dientes de eijiro, la gigantesca apariencia de shoji, sato o koda, y tampoco rehuyó de tokoyami al verlo. Es más, se volvió un pequeño fanático casi inmediatamente y su fascinación creció más cuando conoció a dark shadow. Los compañeros del azabache encontraron divertida la forma en que el pequeño niño seguía cada paso del portador de las sombras como un pequeño patito a su mamá. 

El único de ellos que pareció no caerle bien era katsuki, siseándole y haciendo amague de rasguñarlo cada vez que el rubio ceniza se acercaba unos pocos centímetros. Kirishima y midoriya hacían todo lo posible por contener sus carcajadas, fallando un poco al ver como por quinta vez katsuki no tenía posibilidades de acercarse a su pareja por culpa del mocoso felino, incluso denki se unió al juego e incentivaba los gruñidos del pequeño diciéndole que ese chico rabioso molestaba mucho a su amigo pajarito. 

También tenía algo de rechazo a los intentos de acercamiento de mina y tooru, debido a su intensidad el pequeño se asustaba y buscaba refugio detrás de las piernas o en los brazos de tokoyami. Esto las deprimió un poco, el niño era lo más adorable que habían visto, exceptuando por eri-chan, claro está, y que las negara así les partía el corazoncito, pero nada podían hacer sino querían que el pequeño se largara a llorar, lo cual casi ocurre cuando tokoyami necesitó ir con prontitud al baño pero el niño no tenía intenciones de apartarse de su lado, por lo que denki encontró una fácil solución la cual consistía en comprarle al pequeño un poco de helado en lo que tokoyami atendía sus necesidades sanitarias. Funcionó, pero luego de eso fue denki la víctima del cariñoso infante. 

"Caricias" Una historia bakutoko (¡En edición!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora