Maratón 7/7 (Editado)

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CAP. 15

Cuando regresaron del campamento, las clases tomaron un ritmo veloz. Las cosas no eran tan complicadas ahora que habían experimentado un sufrimiento tan atroz como el que vivieron en el campamento, pero los alumnos de la clase A saben que valió la pena todo ese esfuerzo.

Retomar la teoría después de pura práctica supuso un gran alivio para varios de los estudiantes, pero a los pocos días de sumergirse en libros, cuadernos, investigaciones, anotaciones, información, y sobe todo tareas, fue cuestión de tiempo para que extrañaran el sufrimiento físico que conllevaban los entrenamientos. No los malentiendan, por supuesto que no son masoquistas, pero prefieren un brazo torcido o una herida por quemadura a las consecuencias de una mala nota por no entregar la tarea.

Otro día culminaba para estos futuros héroes profesionales, sin preocupaciones mayores a la de los próximos exámenes o fechas límites para entregar trabajos pendientes.

En las instalaciones de Heights Alliance, lugar donde los estudiantes residían temporalmente, más específicamente en los pasillos del segundo piso, una sombra impotente de peculiar apariencia se posaba sobre la puerta al final del pasillo, una placa de identificación indicando de quién era la habitación al otro lado.

La puerta fue abierta de manera abrupta, la persona responsable de tal alboroto frunció profundamente el ceño al ver tan oscuro y depresivo lugar, pero molestándose aún más cuando notó el gran bulto sobre la cama, llevándolo esto a invadir el lugar como si fuera suyo.

- ¡Oye! ¿Qué demonios crees que estás haciendo aquí escondido? No creas que vas a zafarte del entrenamiento sólo porque estuviste de misión ayer, así que ve levantando el culo ¡Y llévalo al gimnasio! - exigió con poca paciencia, una vena saltando en su cuello cuando la persona bajo las amontonadas mantas pareció encogerse más, como si al hacer eso lograra que la tierra se abriese y lo tragara entero

Katsuki no permitiría que esto continuara, por lo que decidió tomar el asunto en sus manos, así que sin más rodeos procedió a tomar las jodidas mantas para arrancárselas de un tirón al azabache, pero no contaba con que este las tuviera sujetadas firmemente y complicara su intención.

- ¿Pero qué dem-? ¡Suelta, maldita sea! - jaló con más fuerza, pero fue completamente inútil, por lo que, frustrado, dejó esa idea de lado y optó por otro movimiento - ¡Bien! ¿Quieres que sea por las malas? Será por las malas - entonces lo levantó, con todo y mantas, para sacarlo de la habitación

- ¡Espera, no no no! ¡Bájame! ¡Bájame! - empezó a patalear y removerse, queriendo liberarse de las ataduras que él mismo se había hecho con las mantas

- ¡Te jodes, hubieras respondido la primera vez!

- ¡Es que no lo entiendes! ¡Algo pasó y ahora-!

- ¡Ni mierda, ahórrate tus excusas!

- ¡Bakugou, tienes que escucharme!

Su estruendosa discusión llamó la atención de los estudiantes presentes en la sala común, todos preguntándose la razón por la cual un notoriamente molesto katsuki cargaba a un tokoyami envuelto en en sus propias mantas, quien para remarcar se veía bastante asustado.

- ¡¿Qué es lo que ocurre aquí?! - fue iida el primero en saltar al rescate de su compañero aviar, acercándose con paso presuroso hasta el par de adolescentes enfrascados en una muy escandalosa disputa - ¡Bakugou-kun, te pido de favor que bajes a tokoyami-kun en éste instante! ¡Una acción como esa podría ser perjudicial para ambos en caso de ocurrir un accidente! ¡Y esa no es forma de tratar a un compañero!

- ¡Quítate, cuatro ojos, no es asunto tuyo! - katsuki se enfrentó al de cabello azul, dirigiéndole una mirada de muerte por atreverse a estorbar su camino

"Caricias" Una historia bakutoko (¡En edición!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora