Hoy es mi primer día de clases en un colegio estadounidense y no sé qué esperar de esto, solo sé que estoy nerviosa sin saber cómo relacionarme con la gente. Tuve que madrugar de nuevo a las 4am para alistarme rápido porque el autobús pasaba a las 6pm cerca de mi casa; si, esos buses amarillos que salen en la televisión.
Cuando por fin me subí al autobús recuerdo que había muy pocas personas, eran como tres a parte de mí; yo me senté en el medio al lado de la ventana y así pude ver el paisaje, muy diferente a lo que es México, pero fue entretenido verlo. El trayecto no fue tan largo, en unos 20 minutos llegué al colegio y en cuanto lo vi lo primero que pensé fue que me iba a perder, era gigante ese lugar.
Atravesé las puertas de vidrio y literal me sentí en una película de High School Musical, pero sin gente bailando ni cantando. Los pasillos eran enormes con casilleros a cada lado; había una parte donde tenían una vitrina llena de trofeos y medallas, imagino eran de los estudiantes, o no sé.
Pero yo no tenía idea de a donde tenía que ir, me sentía como un marciano que acababa de llegar de otro planeta; lo único que sabía era que mi primera clase sería la de álgebra, pero tampoco sabía cómo demonios lograría entender la explicación del profe o la profe. Literal no tenía ni la más mínima idea de que hacer, así que se me ocurrió que debía preguntarle a alguna persona, cosa que me costó un mundo por lo tímida que soy.
Me armé de valor y con traductor a la mano me puse a preguntarle a varias personas; me acerqué a un grupo de chicas que estaban hablando, pero yo ni entendía, así que usé el traductor para preguntarles donde estaba la clase de álgebra y me dijeron que tenía que atravesar el pasillo de la izquierda y eso fue lo que hice.
Justo antes de llegar al aula me sucedió una catástrofe, para colmo; resulta que mientras iba caminando me resbalé porque el piso estaba húmedo y me caí de trasero, y justo unas chicas pasaron cerca de mí y me vieron; pero en lugar de reírse me ayudaron a levantarme y a recoger mis cosas y lo que pasó a continuación fue demasiada coincidencia, una de ellas me habló en español.
—Disculpa ¿hablas español? — dijo una, eran dos.
—Sí, soy nueva en el cole y en el país— respondí yo.
—¡Oh, otra latina! ¡Qué padre! —
Inmediatamente esas dos chicas me ayudaron con todo lo que tenía que hacer, fueron como dos ángeles caídos del cielo; aunque fui yo la que me caí, pero bueno. Las dos eran chicas latinas, una era Sofía me dijo que es mexicana como yo, pero venía de otro estado; y la otra era Larissa de Colombia.
Primero fuimos a la cafetería porque a esa hora daban el desayuno, algo nuevo para mí; agarré una bandeja y la cocinera me sirvió un sándwich con un jugo de naranja y una manzana, y me fui a sentar con Sofía y Larissa.
Eran chicas agradables y ya llevaban cierto tiempo en Estados Unidos y en el cole mismo, la verdad me divertí mucho con ellas. Después del desayuno me llevaron a una clase especial para personas de otros países que no saben inglés, ahí recibí mi clase de álgebra totalmente en español.
A pesar de los nervios que sentí antes de entrar a este nuevo cole, al final pasé un rato agradable en compañía de dos buenas personas y espero seguir juntándome con ellas. A lo mejor vivir en Estados Unidos no sea algo tan malo después de todo; aunque sigo extrañando mucho mi antigua vida y me pone muy triste recordar todos los bellos momentos que pasé en mi país México.
El resto de las lecciones fueron entretenidas, la clase de arte fue la que más amé; y como en horas de la tarde pude regresar a mi casa.
Recuerdo que justo antes de entrar a mi casa volví a ver a Raiden cortando el césped en el jardín de su casa que está al lado de la mía; en cuanto me vio llegar se acercó para saludarme.
—Hola Stella, ¿Qué tal el colegio? —
—Fue mejor de lo que esperaba la verdad jaja —
—Me alegro, poco a poco podrás adaptarte, si necesitas algo no dudes en acudir a mí —
Ahora que lo pienso Raiden no va al colegio, y cuando le pregunté me dijo que lo había terminado hace poco y que ahora se dedicaba a trabajar en el negocio de su madre de hacer zapatos. Si te lo preguntas él tiene 18 años y yo estoy por cumplir los 17 en noviembre.
Cuando por fin entré a mi casa me di cuenta que mi padre ya había llegado del trabajo, normalmente entra a las 7am y sale a las 8pm, pero ese día llegó más temprano de lo habitual.
En cuanto me vio llegar me preguntó por el colegio y yo le respondí que muy bien, pero luego comenzó a interrogarme sobre Raiden, quien obviamente es un amigo solamente. Papá a veces actúa como si estuviera celoso cada vez que se entera que hablo con un chico, aún recuerdo la primera vez que le presenté a Fabio, fue gracioso pero incómodo a la vez.
Hablando de Fabio, no he tenido la oportunidad de escribirle en todo el día el pobre ya debe pensar que me olvidé de él. Subí a mi habitación y agarré mi celular para enviarle un mensaje, esperando que me respondiera rápido.
Por suerte respondió en poco tiempo, pero me dio una punzada en el estómago por la forma en que me escribió, lo sentí muy cortante. Así que inmediatamente le pregunté si ocurría algo, pero me dijo que todo estaba bien. Ese "bien" no me convenció la verdad, y comencé a sentir algo de ansiedad de que algo haya pasado. ¿Y si Fabio ya no quiere estar conmigo por estar muy lejos? Miles de cosas se me vinieron a la cabeza.
Desgraciadamente, no tuve que esperar mucho tiempo para recibir la respuesta definitiva de su parte, esto fue lo que me puso horas después de mi último mensaje.
—Hola Stella, sé que ahora estás en otro país y no sé cuándo volverás...siento decirte esto, pero creo que lo mejor es que terminemos, porque no me siento a gusto estando lejos de ti y creo que lo nuestro no va a funcionar por la distancia, lo siento mucho cuídate—
Literal sentí que mi vida se derrumbó por completo cuando leí ese mensaje al punto que casi tiro mi celular contra la pared; acababa de perder a Fabio, era el amor de mi vida, el que más apoyo me dio cuando murieron mis abuelos y en la vez que me fracturé el brazo; aquel que también era mi mejor amigo y que pensaba que no me abandonaría nunca, se había ido.
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Luces En El Cielo
SpiritualStella Alba, una chica mexicana que junto a su padre se van a vivir a los Estados Unidos, dejando todo atrás. Al principio su vida transcurre como la de cualquier chica que va al colegio; pero todo cambia cuando una serie de sucesos paranormales rel...