Capitulo 3 │ Dejarse caer

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Sunghoon estaba completamente aturdido, en un momento estaba listo para huir lejos del calor de Sunoo, y en otro termino con el menor entre sus piernas tocando descaradamente su polla vestida

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Sunghoon estaba completamente aturdido, en un momento estaba listo para huir lejos del calor de Sunoo, y en otro termino con el menor entre sus piernas tocando descaradamente su polla vestida. Quería detenerlo, debía. Aún era un hombre casado legalmente, y aunque estaba próximo a divorciarse, no debía hacerlo. Pero su cuerpo parecía pegado a la butaca y las palabras estaban atascadas en su garganta.

Debatiéndose internamente que todo esto era incorrecto.

Su mente era una espiral sin fin, gritándole que detuviera esta locura que seguramente traería consecuencias lamentables, pero su lujuria seguía susurrándole seductoramente que debía dejarse llevar y caer ante la tentación pelirosa entre sus piernas, su cerebro y su cuerpo batallando una guerra que este último parecía ir ganando. Un toque particularmente fuerte lo saco de su ensimismamiento. Su estomago se contrajo, su piel se erizo y su cuerpo hormigueo cuando Sunoo le sonrío, hechizándolo. Sus orbes avellana brillaban con malicia mientras sus pequeñas manos seguían dándole toques suaves pero firmes en su entrepierna despierta.

―Sunoo...― Sunghoon trago pesado haciendo mover su nuez de adán.

Él pelirosa coloco su dedo índice en sus labios, indicándole que haga silencio.

―Solo disfruta hyung. ― ronroneo Sunoo dando un leve apretón a su pene revestido, haciéndolo inhalar con fuerza. 

Cualquier titubeo que seguía revoloteando en su cabeza se esfumo como polvo al apreciar la forma en la que el menor se relamía los labios mientras bajaba la cinturilla de sus pantalones junto con su bóxer de Calvin Clein hasta que su longitud rebotó contra su vientre, embelesándose ante la deliciosa vista de Sunoo asombrado (una pequeña, pequeñísima parte de él se regocijo; eso acaricio su ego), recorriendo con su mirada traviesa el tamaño y grosor de su circunferencia.

―Joder...― Sunghoon gruño con voz ronca, sus cejas fuertes fruncidas por la anticipación, sus manos apretadas impetuosamente en el borde de la butaca, flexionando los músculos de sus bíceps y haciendo cuadrar sus anchos hombros. 

Esa vista solo estimulo más al pelirosa, sintiendo como su propio pene se contraía contra la tela fina de sus shorts.

―Wow, tan grande...― Sunoo adulo la polla mientras sacaba su lengua rosada y lamía una gota de pre-semen que se deslizaba por su vena palpitante. Sunghoon tensó la mandíbula y dejo escapar un gemido silencioso.

―Sunoo-ya...

Sunghoon cruzo miradas con el menor quién se mantenía expectante mientras dejaba pequeños besos mariposas en la cabeza de su pene, tentándolo a perder la cabeza. Sus pupilas se dilataron y sus orbes se oscurecieron con lujuria ardiente que quemaba cada célula de su cuerpo. Esa fue la luz verde para Sunoo, con sus ojos avellana ardiendo de placer, dejo un beso humedo en la parte inferior de su polla antes de lamer toda la extensión hasta su hendidura, su rosada lengua deslizándose hasta la base, lamiendo cada pizca de pre-semen que goteaba, la sensación abrumadora envió exquisitos escalofríos por la espina dorsal del pelinegro.

Unholy » SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora