➳Luego de que su esposa le pidiera el divorcio y conociera a cierto chico en el gimnasio de su mejor amigo después de ir a liberar sus frustraciones, Sunghoon se da cuenta que quizás no es tan heterosexual como pensaba.
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♡Grupo...
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Sunoo frunció sus labios al percibir como la puerta de ingresó a la compañía rechazaba su tarjeta de identificación.
Justo cuando estaba a punto de darse por vencido, el pitido y la lucecita verde le dieron acceso, un suspiro cansado escapo de sus labios antes de ingresar al lugar en el cual estaba realizando sus pasantías que por cierto ya solo le quedaba menos de dos meses para terminar el semestre y tener un mes vacaciones. Su mente se desvió de sus pensamientos en el momento que su móvil vibro en su pantalón de tela color beige que envolvía finamente su cintura, resaltando sus caderas y cayendo fluidamente por sus piernas. Una camisa manga larga gris que nadaba en el delgado torso, los primeros dos botones se encontraban desabrochados y los bordes inferiores encajados dentro del pantalón. Su tarjeta de identificación rodeaba su cuello y sus pies envueltos en un par de mocasines daban pequeños pasos que resonaban en la cerámica del piso.
Cuando Sunoo contesto la llamada, se sorprendió al escuchar a su mejor amigo un poco alterado.
―¡Hyung! ¿Viste el articulo que publico la revista Magazine? ¡Y no es la única! ¡Están por todos lados, incluso en vallas publicitarias!
El pelirrojo arrugo sus cejas ante la repentina información que sinceramente no entendía ni pio.
―¿Articulo? Jungwon no entiendo de lo que me estas hablando, explícame un poco sobre que...
Las palabras se quedaron atascadas en su garganta y todo a su alrededor se congelo en el momento que sus ojos avellana hicieron contacto con una enorme pancarta apenas salió del ascensor en el lobby del segundo piso. Sus oídos dejaron de escuchar los alarido de Jungwon y la mano que agarraba su teléfono cayó inerte a lado de su cadera. Su mirada miel no podía despegarse de la gran e impactante imagen que se contemplaba en todo el vestíbulo.
Sus mejillas se sonrojaron levemente y algo parecido a los celos, posesión y excitación ardió en su pancita.
La pancarta era una publicidad que mostraba el nuevo perfume de Dior, una extravagante e hipnotizante mezcla herbal y amaderada que estaba destinada a caballeros con una personalidad fuerte y genial, y el modelo encargado de dar esa imagen no era nada más y menos que su hombre. Park Sunghoon exudaba esa aura masculina que seducía al parecer no solo a la población femenina. El donde era sugestivo, un pequeño taburete enfundado en seda con detalles dorados, Sunghoon estaba sentado encima con sus largas piernas abiertas cubiertas por un pantalón, su torso esta inclinado mostrando sus poderos abdominales que brillaban junto a su piel blanca.
Sus codos están apoyados en sus rodillas con sus largos dedos entrecruzándose, sus anchos hombros reluciendo y sus facciones totalmente atractivas. Sus orbes oscuros destilaban autoridad al igual que cada finura en su rostro.
Sunoo ladeo disimuladamente su mirada en todos los ángulos que su cuello le permitía, y cuando vio que nadie lo observaba con rapidez alzo su teléfono buscando la cámara. En el momento que apuntó frente a la pancarta, hizo clic con timidez a la pancarta. Sunghoon se veía demasiado bien para no tomar un foto y en la soledad de su habitación más tarde apreciarla con más detalle. En ese momento, el menor estaba demasiado enfrascado viendo la imagen en su móvil que no se percato como un hombre había observado desde cierta distancia el momento que capturo las imágenes.
