Soy nueva en esto así que acepto criticas constructivas, aquí va a haber de todo, los personajes no son mios son de Eva, los edicts tampoco son mios así que créditos a quien corresponda, pueden dejar los fanfics que quieran con amor, Mar.
Nota:En este fanfic vlad no murió, y aunque tiene traumas esta casi bien, Emma es la esposa de ilenko, y tiene un nuevo bebé, Amelie sigue igual de bella y inteligente.
Camino de un lado a otro con mi pequeño Alek en brazos, sus ojos azules, y la mata de cabello rubio como el de su progenitor lo hacen una bella combinación de los dos, ciento una mirada pesada, y aleonada idéntica a la de mi marido y no tengo que girarme para saber quien es.
–Vlad, ¿Pasa algo?-Me giró y solo tengo que mirar sus ojos para ver un poco de tristeza en ellos.
–No, todo esta bien.-Niega rápidamente y me acerco posando mi mano en su mejilla y el cierra los ojos un momento dejandose llevar por la caricia, con el tiempo empece a apreciar a Vladimir como mi propio hijo aunque este fuera tan grande y "Rudo" se parecía en ciertos aspectos a Amelie.
–Ven aquí-Dejo a Alek en su cuna cuando me doy cuenta que se durmió, y me siento a su lado en la cama mientras dejo que recueste su cabeza en mi regazo.
–Crees que soy buen hermano, Солнце?-Me mira con cierta preocupación, se que tiene miedo.
–No lo creo, estoy segura, Amelie te adora y Alek reconoce hasta tus pasos, eres el mejor hermano mayor que ellos podrían tener.-Juego con su cabello la entrada de una pequeña rubia que corre a su regazo interrumpe la conversación pero le da confirmación a mis palabras.
Los pasos pesados llaman nuestra atención y el rostro del ruso se relaja al cruzar la puerta.
–Llevo tiempo buscandote, leoncillo.-Susurra pasando su mano por el cabello de su primogénito.
–Vayan a la mesa, nosotros bajamos en un momento a desayunar-Ellos asienten y se van tomados de la mano y con Alek, quien al sentir a su padre despertó. mientras el ruso se sienta a mi lado haciendo que mi cuerpo se tense un poco, la ultima vez que hablamos no fue muy amena, estaba estresada porque Alek no quería dormir y el se fue a dormir esa noche a no se donde, con no se quien, estaba tan sumida en mis pensamientos que cuando vengo a darme cuenta estoy en su regazo, mis muslos a los lados de los suyos, y mi mirada conectada a la suya.
–Basta de ignorarme, Ведьма.-Recorre mi cuello con los labios causando que me estremezca, sus besos bajan al escote de mi bata de seda que por el movimiento se ha desatado un poco, hábilmente me quita la bata dejándome solo en bragas y me pone bajo su cuerpo apoderándose de mis senos como un poseso, sin importarle el liquido que de estos empieza a manar, sus ojos se conectan con los mios cuando cambia de pecho, y empieza a hacer un camino de besos por todo mi vientre hasta llegar a mis bragas las cuales retira con cierta delicadeza, y hunde su cabeza en mi coño como si su vida dependiera de ello, muerde levemente mi clitoris mientras empieza a hurgar mi interior con dos dedos, luego añade uno más y sigue torturándome con su lengua.
–Ilenko...Te necesito...Por favor..-Se levanta y saca su pantalón y sus boxers, mientras yo me deleito con la vista, mis ojos se ponen en blanco cuando empieza a llenarme con su miembro, en un segundo me veo boca abajo en cuatro, sus manos enterradas en mi cintura, arqueó la espalda cuando empieza a embestir con fuerza y precisión en mi interior, cuatro, cinco, ocho embestidas más hacen que tenga un potente orgasmo que me deja con las piernas temblando, el ruso se viene y luego sale de mi, siento como me carga caminando al baño, me deja en la tina donde tomamos un relajante baño, luego de un rato nos salimos y veo como mi marido se viste de beach completo, la camiseta cuello alto hace que resalte mucho más sus músculos, mientras yo me visto con un conjunto adidas de jogger y abrigo, con un top blanco, y mis tenis, el ruso se hace una coleta que lo hace ver muy sexy, mientras yo me desenredo mi cabello y lo dejo suelto secándose al aire libre.
Salgo de la habitación entrelazando mis manos con mi esposo, entramos a la sala y siento la rabia tomarme cuando veo a minima sentada en mi silla, al lado de mi hija, respiro profundo y me suelto del ruso caminando hasta ella, mis dedos se entierran en su cabello desde atrás haciendo que caiga de espaldas rápidamente la pateo a un lado y acomodo la silla sentándome como si nada había pasado a desayunar con mi familia entre risas y historias, y sintiéndome tan orgullosa de el joven que se gano una gran parte de mi corazón y que se volvió parte de mi vida, y que aunque no sea tan pequeño es mi otro hijo, mi valiente guerrero, Mi leoncillo, inspeccionó la sala y sonrió viendo que no hay solo un leoncillo ya son tres, el mayor aguanto traumas muy fuertes y aunque apagaron su luz con mucho amor la volvimos a encender, la del medio vio a su Mamá ser maltratada de manera horrible causándole pesadillas continuas que luego ella logro desaparecer, el menor estuvo a punto de morir al nacer, dejo de respira pero con toda la valentía del mundo esta aquí, y aunque mi mundo siempre será el patinaje, ellos tambien lo son, ellos son mi vida y mi razón de respirar, sean grandes o pequeños, son míos y los amaré por siempre, me corrijo, los amaremos por siempre, el Boss y la Koroleva siempre amarán y protegerán a sus Leoncillos.
