Sombra, metal, azul, sorprender, madera.

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La madera crujía estrepitosamente. Desgastada por los años, su uso y la humedad, apenas podía aguantarse.

Una sombra pasaba por allí. Era un ser monocromático, menos por sus ojos de color azul. Alto y regordete, se deslizaba con suavidad. Además, no pesa igual que un ser vivo. Se pueden considerar como fantasmas, espectros, seres que pesan muy poco y apenas hacen ruido.

Pero al pasar por la desgastada madera, esta crujió u sorprendió al ser, lo que hizo que perdiera el rastro o "mirada fija" en un punto que brillaba. Al recobrarse del susto, intentó buscar ese destello de nuevo, pero no lo encontró.

Furioso, pateó lo madera y la rompió.

Aún cegado, se fue a sentar cerca del acantilado y se calmó observando el azul del mar o del cielo. Quizás era porque sus ojos eran de ese color, pero no podía ignorar nada que tuviera el color azul.

Empieza a atardecer y, con él, el frío. El ser se levanta dispuesto a marcharse cuando, de refilón, ve un destello.

De la emoción, corre. Intentando llegar antes de que oscurezca. Por fin, cuando los rayos estaban desapareciendo, llega a la zona del destello: lo producía un metal con forma ovalada incrustado en una piedra.

Y el ser lo admiró. No era de color azul, pero podía proyectar dicho color y muchos más.

Y ése sería su tesoro más preciado.


Petición hecha por: Hund.

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