Era un fulgor que no cegaba, sino tenue. Lo suficiente para confundirlo con fugaces fuegos fatuos. Pero no era así. Si te acercas, ves que tiene forma. No una forma presuntuosa, ni lo típico de este tipo de cosas.
Simplemente ves un bosque. Al menos a simple vista lo ves como tal. Pero si te fijas bien, este bosque tiene una peculiaridad.
Estaba hecho de cristales. Hermosos cristales transparentes, o incluso alguna gema preciosa, con luz propia.
Todo estaba tan bien pulido, tan perfecto, que parece irreal.
Como polillas que se ven atraídas por la luz, el bosque es una trampa mortal.
No entres. No toques nada y quizá, con mucha suerte, puedes salir.
Cuenta la leyenda que una vez lo has visto, lo has tocado y has entrado, no escapas jamás de esa luz. En cualquier momento puede aparecer de nuevo.
Te atraerá y te hará vivir las más inimaginables pesadillas.
Nunca se repiten, siempre son distintas y varían depende de la persona.Petición hecha por: Nicte.
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Textos Improvisados.
De TodoTextos breves surgidos de la combinación de un par, tres, cuatro o cinco palabras.