Crossover/What if entre las películas "Kung fu panda" de Dreamworks y "El rey león" de Disney.
Los hechos de este fic se centran durante parte de la juventud de Simba quien, después de abandonar su reino y llevar una vida sin preocupaciones al lado...
Por unos instantes creyó que estaba muerto, pero no, de hecho ya ni siquiera estaba en el agua. Se hallaba recostado sobre unas rocas, a la orilla de lo que parecía ser una playa con peces, moviéndose en medio del aire.
El león se les quedó viendo durante casi medio minuto ¿Acaso estaba alucinando? ¿O serían los últimos destellos de consciencia de su cerebro tras la mortal golpiza? Parecía que estaban flotando y se deslizaban como las hojas sobre el viento...Había de todos colores y...Formas.
- Igh...- Simba se frotó la cara contra la melena y de muy mala gana, intentó levantar la cabeza. Parecía una gran fruta madura, cubierto de moretones, raspones y con un pómulo abierto - Ghm...
Estaba muy débil, sus brazos no se rompieron de milagro. Embotado, se acercó hacia la superficie de tan extraño "acuario" y queriendo comprobar que no estaba soñando, trató de atravesarlo. Para su sorpresa, su cuerpo continuó seco a pesar de que su brazo se hundió en el agua.
- ¿Pero qué...? - dijo, regresando su extremidad al interior y acto seguido, tomó aire y sacó únicamente su cabeza. Podía sentir la presión del líquido contra su rostro, los ojos comenzaron a arderle y los pocos peces que pasaban cerca suyo huyeron asustados.
Al intentar respirar liberó burbujitas y mirando en todas direcciones en busca de una salida, se encontró con algo inusual: No estaba en una playa común, sino en una especie de isla que a su vez permanecía suspendida, sumergida dentro del mar, pero intacta, como si una delgada membrana de oxígeno la envolviera evitando que tuviera contacto con el medio externo.
Panorámicamente, podían verse bancos enteros de peces, medusas y todo tipo de animales submarinos nadando alrededor. Y de repente, una enorme cavidad llena de dientes apareció de la nada e interrumpió su exploración.
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- ¡HUMMM! ¡AGH! ¡Ffff! - exaltado, regresó la cabeza al interior de la telilla y retrocedió, encontrando a algunos metros de él a sus amigos.
A trompicones corrió hacia ellos y comenzó a revisarlos con desesperación.
- ¡Abuela, tío, despierten! ¡¿Están...?!- Como si fueran muñecos de trapo, acomodó a cada uno boca arriba y pegó su oreja contra sus respectivos tórax ¡Respiraban! así que procedió a zangolotearlos.
- Agh, aijjh, cinco...Cinco minutos más, papá...
- Vamos, tío...E-Eso es, despacio ¿Están bien?
- Abh...¡Simba, estás...!-Má se reincorporó a duras penas, pero se levantó de un brinco en cuanto lo vio - ¡Estás herido! ¡Ese monstruo te...!
- No es nada, tranquila. Déjenme verlos ¿Están heridos?
- BGH-GHJ...¡BUAHG! Nosotros no, pero dudo que tu noviecita esté de acuerdo... - respondió Max, escupiendo una gran cantidad de arena y señalando en dirección a una masa peluda y sangrante - ¡Ese, demente...Pujh!
