Crossover/What if entre las películas "Kung fu panda" de Dreamworks y "El rey león" de Disney.
Los hechos de este fic se centran durante parte de la juventud de Simba quien, después de abandonar su reino y llevar una vida sin preocupaciones al lado...
Atención, la siguiente parte de la historia contiene partes delicadas. Favor de manejar con discreción, gracias.
Retomando nuestra historia, el joven león se enderezó un poco, movió las orejas y girando la cabeza en dirección a la ruta de escape de los chacales, dijo:
- ¡Ho-Hola! - Y soltó una risita nerviosa, no sabía si era una buena presentación - Veo que me recuerdas...¿Estás...?- Pero no dijo nada más, pues el joven Oogway parecía uno de esos juguetes para el estrés a los que se les salen los ojos, por su agotamiento, así que solo se sentó a su lado y trató de ayudarlo a calmarse - Tra-Tranquilo, tranquilo...Lo siento, así somos aquí a veces: No se nos dan bien las visitas ni la comida.
- Ellos...¿Iban a...Comerme?
- Me temo que sí, era la...Intención. ¡P-Pero no te preocupes! No volverán a molestarte, yo me encargo ¿De acuerdo?...¡V-Ven conmigo, te ayudaré con eso! - Y ayudándolo a levantarse, lo subió sobre su lomo - No es bueno que estés herido al aire libre.
-Eeeh...¿Gracias?
- ¡Oh, no es nada! Tú me salvaste primero yyy, aah...¿Cómo dijiste que t-te llamabas, perdón?
- Oogway...¿Y tú?- Preguntó él, sin saber si desconfiar o no de semejante animal. Aunque bueno, igual ¿Qué otra opción tenía?
- Me llamo Tendaji, e-es un gusto conocerte Oogway.
*Este es el diseño de Tendaji para la historia, lo dibujé con la AI Wombo.
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Narra Oogway:
Sigh...El día que conocí a Tendaji, fue el mismo en que conocí a la criatura más curiosa de toda la tierra: Tartamudo de nacimiento, fue expulsado a una edad más temprana de lo usual por su manada para que formara una propia, pero por sus hábitos, costumbres y forma de ser nunca logró socializar bien con sus congéneres.
Prácticamente excluido, vivía solo, en un bosque de árboles Baobab en el límite Noroeste de Etiopía, mismo, que había convertido en su propio mundo.
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