Cap.5 Un lugar diferente

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Días antes...
Pueblo de Hong (🎶)

El sol comenzaba a levantarse y escasos rayos de luz iluminaban las casas, calles y monumentos de aquel pequeño poblado.
Todo estaba desierto, pues los pobladores del lugar aún no despertaban y mientras un ambiente de calma reinaba por todo el pueblo, gruesas gotas de un líquido rojo y espeso caían sobre los caminos y carreteras.

El principe fugitivo rondaba por el lugar, buscando a alguien que pudiera ayudarlo. Se veía cansado y su olor corporal no era el mejor...también estaba hambriento y no había dormido durante un buen tiempo.

No se había detenido durante toda la noche, sólo pensaba en encontrar la forma de regresar por el resto de los animales que habían sido secuestrados junto con él.
Sus patas delanteras le sangraban, pues el extraño invento de Yen Wang le perforaba la carne.

Su situación era muy desafortunada, pero a pesar de ello, seguía decidido a volver.

Fue gracias a las construcciones y estructuras tan extrañas que había a su alrededor, que no sucumbió ante el sueño. Las casas, los adornos e incluso los medios de transporte le parecían algo muy raro, pero a la vez sorprendente.

Jamás había visto a otros animales construir sus propios refugios, o herramientas para facilitar sus tareas...pero lo que consideraba más extraño, eran esas cosas con las que cubrían sus cuerpos.
Del cuello hasta los pies, no había parte de ellos que se pudiera ver. Y todo, absolutamente todo el mundo las portaba.

Su sed lo llevó a detenerse en una fuente de piedra con figuras pequeñas de piedra, las cuales, representaban a dos Dragones enroscados entre sí.

Eso llamó su atención por unos segundos y luego procedió a beber.
De súbito, una voz habló a sus espaldas:

-Debiste de recorrer una gran distancia para llegar hasta aquí...-

Al oirla, el León volteó sorprendido. Del lado opuesto de la fuente, frente a él, estaba parada una vieja tortuga que vestía un manto desde el hombro izquierdo hasta los pies.
Su expresión era serena y despreocupada, tanto que le llegó a inspirar tranquilidad a pesar de sus temores. Por su edad, usaba la rama de un árbol para mantenerse erguido y poder caminar.

Al verlo, la expresión de Simba cambió. Su ánimo había regresado.

-¡Oh! ¡Pero qué alegría, encontrar a alguien! Señor, no sabe por cuánto he pasado estos días...

La tortuga rio ligeramente y con una sonrisa le respondió:

-Lo imaginaba. A los únicos que he visto beber directamente de un adorno decorativo han sido niños pequeños o viajeros inexpertos.

El León sonrió ligeramente y bajo las orejas, avergonzado.

-Ah...jejeje, lo siento. No lo sabía.-

- Aprendemos errando- le respondió la tortuga- ¿De dónde eres, joven León?

-Yo...soy de África. Vivo en Borana, Kenia.

-¡Ah! Entonces estaba en lo correcto, has viajado mucho para llegar a aquí.-

-¡Sí, justamente! Señor, necesito su ayuda.

El felino se acercó hacia la tortuga para que pudiera verlo mejor y le mostró sus heridas.

-Mmm...¿Quién te ha hecho esto?

-La verdad... ni siquiera yo estoy seguro. Verá, yo y otros animales fuimos apresados y traídos hasta aquí por un par de rufianes que nos llevaron con su jefe. Logré escapar, pero entonces me pusieron estas cosas...el tipo hablaba de temas muy raros, sobre la evolución y el cambio. Yo no sé porqué está haciendo todo esto, pero debo regresar por los demás y no puedo con esto adherido a mi cuerpo. ¡Se lo ruego, ayúdeme por favor!

Kung fu Panda Hakuna MatataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora