color rosa. ♯ final

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Jay se sintió helado por las palabras que salieron de Jungwon.

- Vamos Jaaaayyyy~, ¿No quieres a Jungwon tanto como él te ama a ti? - ¿Acaso eso había sido una confesión? El corazón de Jay se sintió cálido.

Fue hasta que Jungwon torpemente se cayó al suelo, confirmando en hecho de que estaba ebrio. Jay se sintió tonto.

Dejó la pila de libros en su lugar cada uno y luego se encargó de Jungwon. Puso una mano sobre sus hombros y la otra sobre la flexión de sus rodilla y lo cargó estilo princesa. Jungwon de vez en cuando balbuceaba cosas sin sentido... "¿Porqué rayos tu pez me mira así?, Tus cabellos de bruja se mueven, Hay un pato escuchando música dentro de ese auto." debía admitir que en parte era divertido pero le preocupaba el hecho de que estuviera repleto de fiebre.

Jay no sabía dónde vivía Jungwon, y no era una opción llamar a Jake ya que de seguro estaría siendo obligado por sus padres a dormirse temprano, simplemente salió de la biblioteca y se dirigió a su casa.

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Jay se empezaba a poner nervioso cuando Jungwon sólo temblaba y sudaba así que empezó a correr las pocas cuadras que llegaban hasta finalmente llegar a su hogar.

Tocó infinitas veces el timbre hasta que su madre abrió, parecía cansada pues era la 1:00 a.m. Pero todo rastro de cansancio desapareció al ver a Jungwon en los brazos de su hijo.

- ¡Entra rápido Jay, este chico necesita ayuda urgente! - Literalmente gritó su madre.

Jay y su madre fueron hacia su habitación y Jungwon fue atendido.

- Jay ¿Qué estuvieron haciendo? - Preguntó su madre a lo que Jay sólo le dijo que de repente se empezó a sentir mal, claro que no le podía decir "mamá, estuve tomando con un chico que casi me quita la ropa de no ser porque se empezó a sentir mal".

Después su madre sólo le dijo que lo mejor era que se quedara esa noche a dormir y mañana llamarían a alguien, Jay asintió.

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Ahora estaban solos. Jungwon en la cama de Jay y un Jay tendido en el piso. Claro que Jay había aprovechado la ocasión para sacarle unas lindas fotos a Jungwon, su crush desde que entró a la secundaria.

Jay no podía dormir, ¿Quién diablos duerme cuando tiene a su crush durmiendo en su cama?

Jay se asustó cuando escuchó las sábanas moverse y efectivamente era Jungwon, quien parecía estar despierto.

- ¿Jay? - Dijo Jungwon con una expresión adorablemente confundida.

- Aquí estoy... ¿Ya te sientes bien? - Dijo Jay tratando de esconder sus nervios.

- ¿Qué? ¡AHH! mi cabeza... - Respondió para luego sujetarse la cabeza con fuerza.

Jay reaccionó rápido y subió a su cama para cuidar de Jungwon.

- Tomaste mucho.. - Dice Jay casi en un susurro y Jungwon hace una "o" con sus labios.

- Tengo frío. - Balbucea Jungwon y luego se tapa hasta la cabeza con la manta.

Jay no lo dudó dos veces y se adentro en la cama con Jungwon y lo abrazó.

Jungwon, dejando sus nervios de lado, tuvo la valentía para subirse al pecho de Jay y descansar en él mientras lo abrazaba.

Jay se sintió el hombre más afortunado.

- Me gustas mucho, Jay. Desde que entramos a la secundaria me fije en ti y no pude parar de pensar en ti. Nunca tuve la valentía de hablarte, aunque también sabes que soy un poco antisocial... Siempre me aterró el hecho de que no vieras el mismo color que yo, y aprovecho para decirte que... Q-que... Tus mejillas son muy bonitas cuando se tiñen de rosa, también puedo ver un poco de tu suave piel. Eres hermoso ante mi rosada vista... - Jungwon terminó de decir y empezó a sollozar, cubriendo su cara con sus manos, aún en el pecho de Jay.

- ¿Qué ocurre? ¿Porqué lloras? - Preguntó Jay, confundido y sin comprender porqué Jungwon lloraba.

Lo miraba tallando sus ojos viéndose frágil, Jay de verdad lo protegería de todo y todos con tal de que su pequeño esté bien.

Jungwon se separó de Jay y se incó en sus rodillas.

- Jay... Tu y y-yo nunca. Nunca podremos estar juntos.. - Decía Jungwon con voz temblorosa y lágrimas en los ojos, haciendo que el corazón de Jay se encogiera.

Jungwon era realmente la persona más linda que ha visto en toda su vida y no desaprovecharía la ocasión.

Jay tomó a Jungwon de las manos, entrelazándolas y en un ágil movimiento logró quedar él encima de Jungwon sobre la cama, aún con las manos entrelazadas.

- ¿Sabes qué es lo que más me gusta de ti? - Le preguntó Jay a Jungwon con una sonrisa tranquilizadora viéndolo directamente a los ojos.

Sus rostros estaban tan cerca.

Ahora solo se escuchaban los hipidos de Jungwon.

- ¿Qué? - Responde con una pequeña sonrisa.

- Tu suave, hermoso y sedoso cabello rosa, acompañados de tus labios rosas, también me encanta como se ve tu maquillaje en tu carita tan hermosa... - Fue lo que dijo Jay y Jungwon se quedó con una boba sonrisa en la cara.

- ¿T-tu ves el rosa? - Preguntó Jungwon a lo que Jay le respondió con un suave y delicado beso.

Ambos cerraron los ojos disfrutando de la cálida sensación.

Y al abrir los ojos...

Ellos finalmente podían ver todos los colores del arcoíris.

Lo que significaba que habían hallado a su alma gemela.

Jungwon y Jay vivieron una vida feliz, se casaron y adoptaron 3 niños.

Sus vidas estuvieron juntas hasta la muerte.


fin

𝗖𝗢𝗟𝗢𝗥 𝗥𝗢𝗦𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora