1539, inicios
Mihrimah Sultan y el Príncipe de Crimea estaban en presencia del consejo, la familia imperial y los demás miembros. El sheik al İslam Abdullah también estaba ahí así como los demás.
Un oficial de los jenizaros también estaba ahí para presenciar el momento más esperado por todos. El día de hoy se decidiría al nuevo gobernante del gran İmperio.
— Es mi deber avisarles que cada voto debe ser secreto. Y cada voto cuenta — dijo Lütfi Paşa.
Los votos eran importantes. La continuidad del imperio estaba en manos de los más grandes hombres del İmperio que deseaban arreglar todo lo que estaba pasando.
Entonces, los gritos comentaron a escucharse. Mucha gente del pueblo estaba afuera de la ciudad observando el gran momento en el que Mihrimah podría incluso perder su cabeza.
El príncipe estaba nervioso. Su futuro dependía de este momento y no podía dar el brazo a torcer. En un cruel momento de los votos Mihrimah había perdido la paciencia ya que un Visir del consejos no paraba de decir que era absurdo y que Mehmet tendría que heredar si o sí porque era un hombre.
— Él es quien debe gobernar — dijo Mehmet — ¡Ella podrá ser hija de un sultan pero es una mujer!
Los demás miembros del consejo o solo la mitad comenzaron apoyar aquel hombre. Mihrimah no podía aguantar los insultos y gritos que recibía.
— ¿Porque vamos a votar por una mujer que nunca ha levantado una espada?
Aquel momento fue crucial para Mihrimah Sultan. Recordó la ocasión en que su padre el difunto sultan del mundo la había enseñado a tomar la espada, como la enseño a defenderse de cualquiera que quisiera atacarla y como matar a un animal.
«Se fuerte y no te detengas por nada«
— ¿Porque se prestan a ésto? — inquirió.
Bali Bey habló.
— Paşa, porfavor. Ella es la hija de nuestro sultán — dijo Malkoçoğlu Bali Bey.
— Le pedimos que guarde la compostura y solo emita su voto — dijo Abdullah.
«El enemigo querrá que grites y hagas un escándalo. No lo hagas«
Mihrimah tomo la espada de un jenizaro, todos incluso su madre se quedaron sorprendidos por la manera de ser de la princesa otomana.
— ¿Quiere que le demuestre porque tengo derecho al trono verdad? — pregunto con rabia — Venga usted y el Príncipe y les demostraré porque yo merezco este trono.
Hürrem no sabía que hacer. Extrañamente la hacía sentir feliz como su hija desafia a todos los hombres del palacio.
— Mihrimah, tranquila — pidió Hürrem.
Mihrimah la hizo un lado.
— Lo que quiere es que me rinda y el príncipe sea quien ascienda. Entonces yo lucharé con usted y él. Sola lucharé, por los dos — dijo Mihrimah segura — ¿Acepta luchar?
El Visir asintió y tomó una espada.
Entonces Malkoçoğlu Bali Bey no pudo aguantar más. A pesar de que Mihrimah fuera muy buena no podría ser tan habilidosa para luchar contra los dos.
— Usted luchará con el príncipe y yo con este perro — dijo Malkoçoğlu Bali Bey.
Mihrimah asintió.
Estaban por luchar por el trono de un imperio.
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Mihrimah, La Sultan
Historical FictionHija del difunto Süleyman l y de su esposa imperial Hürrem Sultan. Mihrimah Sultan presencia la muerte de todos sus hermanos, primos y parientes hombres por la viruela. No hay quien herede el trono o eso creía, cuando es obligada a casarse para acce...