Elsa y Jack: El Mundo de los Portales.

capitulo 5

Pobre de Rapunzel.

Pasaron 2 horas desde que llegué a este extraño y muy llamativo lugar, conocí pequeñas y diminutas personitas que me trataron muy amablemente. No obstante, mantuve una distancia con los que atentaron contra mi hogar, no sabía si creerles o no,todo esto me era difícil de creer...tarde o temprano,mi madre se daria cuenta.

Me sente a una esquina y observé al chico de cabello blanco, me miraba de reojo mientras conversaba con sus amigos, desvíe varias veces la mirada pero sentía mucha curiosidad, deseaba realmente volver a mi hogar y me disgustaba tener que preguntar.

Fui paciente. Al rato el chico que me miraba, se acercó a mi de manera extrovertida.

-Entonces...¿Volveré a mi torre?- me levanté de mi asiento y lo enfrente de manera amenazante.

-No veo porque la prisa, ya te hemos contado la situación, y estoy dispuesto a regresarte a tu mundo...pero con una condición.- ¿Cuál?-observe sus azules ojos cristalinos, el sonrió y sin titubear señaló hacia una esfera que conectaba con varios cables y chispas por doquier.

-Me acompañaras hacer un recado hacia otro lugar y si cooperas conmigo, podré llevarte de regreso a tu torre...pero si fallo ¡Ni tu y yo podrá volver a su mundo!

Me asustaron sus comentarios ,retrocedi un paso y mire a Pascal, que también se encontraba en las mismas.
Me ambigue demasiado, el chico de cabello blanco acercó su rostro muy cerca del mío, y sin querer...por lo nervios ,lo golpee con la silla.

-¿Que fue ese ruido?- pregunto conejo.

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Berk.

Elsa.

Se formó un silencio enorme ,y el único canto de un grillo que provenía de una esquina, resonaba el lugar.

Sentí un calor inmenso recorrer mis mejillas y mi pecho, el corazón de Hipo latía muy rápido, nuestros labios habían chocado y sus suspiros eran cortantes.

Tan pronto cuando me di cuenta, me aparte de el.

-¿Alguien...me dice que está pasando?-pregunto patapez-Hipo! Que descarado eres! ¿¡Porque nunca mencionastes que ya no te gustaba Astrid!?-dijo Patán.

-Sabia que ocultaba algo, pero nunca pensé que lo haría público, imaginar que detrás de ese rostro de héroe ,se escondió un doquier ja ja ja- dijo brutacio- Oye! Cara de zorro, te gusta jugar con mis sentimientos!? Eeeeeeh??-dijo brutilda en tono de sarcasmo.

-Pero...¿!Que están diciendo¡?-Hipo se levantó y limpio su rostro, sus mejillas lo delatarían a simple vista. Disimulo muy bien y rápidamente volvío a cambiar de tema.-¿Quien fue el causante de esto?.

Empezaron a murmurar y echaron la culpa a los que se encontraban ebrios.
Me quedé unos segundos en el suelo con la mano en el pecho, intentando tomar aire; ignorando lo que decían los demas. Después, Hipo miro a Astrid en medio de la multitud, se encontraba más sorprendida que todos los que le rodeaban, pero a la vez en sus ojos...mostraba una profunda decepción.

-Astrid! - grito Hipo ,llendo directo hacia. Astrid con el ceño fruncido abandono el lugar, sin comentario alguno.

-(Que vergüenza! Esto no debía pasar...hecho quedar en ridículo a Hipo. ¡No creo poder vivir en este sitio, debo huir! ¡Es mi oportunidad!) - Tan pronto como Hipo corrió a buscarla, me levanté y salí por la entrada principal con la cabeza abajo. Aproveche que todos estaban concentrados en la mira de Hipo y salí.

Mire que nadie me reconociera y me escabulli hacia los rebaños de ovejas.

-(Acabo de récordar que chimuelo me puede encontrar, su olfato es muy predecible)-no le di vueltas a la situación, me quite el abrigo y los zapatos y los ubique sobre una oveja, haciendo pasar por mi.