Afraid {Evan Peters}✓

thirty-five

Estaba devastada. Evan me estaba engañando. Sólo con decir esa palabra me daban ganas de vomitar.

Me acerqué a Evan, con los ojos llenos de lágrimas.

"Evan", me crucé de brazos. "Me voy".

Evan arrastró su cuerpo y empujó a la chica fuera de él. Se puso de pie, mostrando sus abdominales mayormente calientes. Olvídalo, no estaba de humor.

"Aurora-" Su aliento olía fuertemente a alcohol.

"Para". Me di la vuelta y comencé a alejarme.

"¡Aurora! Vuelve!" Evan me siguió.

Lo ignoré y seguí caminando. En cuanto llegué a mi coche, me detuve.

"Deja que te explique". Dijo Evan.

"¿Por qué debería hacerlo?" Fruncí el ceño.

"Porque..."

"No." Entré en mi coche. Evan abrió la puerta del pasajero.

"Para. Bájate". Le ordené.

Evan salió con cuidado del coche. "Deja que te lo explique".

"¿Qué tienes que explicar, Evan? Nada. Te estabas besando con otra chica, e incluso llegasteis a empezar a quitaros la ropa". Puse los ojos en blanco.

Evan suspiró y cerró la puerta del coche. Me alejé, llorando, molesta.

Me dejó marchar. Sí, le dije que no me explicara, ¡pero eso es básicamente una luz verde para explicar! Da igual, estaba borracho. Sólo está siendo estúpido. Hablando de estar borracho, nunca he visto a Evan borracho. Y ahora, desearía no haberlo hecho nunca. Desearía que Kevin no nos hubiera invitado a su estúpida fiesta.

Llegué a casa un rato después y me tumbé en el sofá, destrozada y llorando. Rápidamente le envié un mensaje a Holly.

Bueno, pillé a Evan besando a otra chica en la fiesta de Kevin esta noche. Gran manera de terminar la noche... no.

Y entonces me acordé de Conrad. Quería que nos reuniéramos, ¿verdad? Supongo que podría invitarlo, para, ya sabes, hacerme compañía.

Le envié un mensaje a Conrad.

¿Puedes venir? Trae películas y lo que sea.

Me respondió casi inmediatamente.

Sí, ¿está todo bien?

La verdad es que no.

Me quité el maquillaje y el vestido y me puse ropa más cómoda. Me tumbé en el sofá con un montón de mantas, esperando a Conrad.

Lloré desconsoladamente en mi manta. Sentía que no podía llorar más, pero las lágrimas seguían saliendo. Le envié un mensaje a Conrad para decirle que podía entrar, pero que cerrara la puerta con llave. No tenía ganas de levantarme.

Intenté desesperadamente secar todas las lágrimas, pero me pareció imposible. Sentía que no podía dejar de llorar, sentía que no podía secar las lágrimas. Todo parecía imposible. Mi corazón se rompía lentamente.

La puerta se abrió y entró Conrad. Llevaba un puñado de DVDs en la mano y los puso sobre la mesa de centro.

"Dios mío, Aurora, ¿estás bien?" Se sentó a mi lado.

Sacudí la cabeza. En ese momento había dejado de llorar.

"¿Qué pasa?" preguntó Conrad.

"N-nada". Le miré.

"Pero tienes los ojos hinchados y estás moqueando. Has estado llorando". Conrad estudió mi cara, como si estuviera mirando una especie de cuadro famoso con una imagen oculta en una galería de arte.

"Olvídalo, ¿vale?" dije.

Conrad asintió lentamente. "Así que he traído algunas películas. El Gran Gatsby, Tiburón, Actividad Paranormal, Vecinos y Lucy. No estaba seguro de lo que querías ver, así que he traído una de cada cosa".

Cerré los ojos y elegí una. Cuando abrí los ojos, mi dedo apuntaba a Lucy. Conrad intentaba describirme de qué trataba la película, pero lo único que podía imaginar en mi mente era a Evan y lo herido que estaba. En mi cabeza, lo único que se repetía era ver a Evan y a esa chica. Ella era pelirroja. Pero eso era todo lo que podía ver de ella.

A mitad de la película, Conrad me rodeó con su brazo y me acurruqué en su pecho. Oh, cómo deseaba que este fuera Evan ahora mismo.

Cuando la película terminó, Conrad me besó. Sí, se inclinó y me besó con sus labios súper suaves. Fue interesante. Era raro besar a alguien que no fuera Evan. Era diferente.

Me levanté y cogí la mano de Conrad, llevándolo a mi dormitorio. Me tiró con cuidado en la cama y, lenta pero seguramente, empezó a quitarme la camiseta. Luego se quitó la camisa, dejando al descubierto sus abdominales.

Rápidamente se desabrochó el cinturón y se quedó en calzoncillos. Tenía miedo de quitarme los pantalones. Tenía miedo de que esto fuera más lejos de lo que yo quería.

Tenía miedo.