Afraid {Evan Peters}✓

fifty-two

"¿Para que era eso?" Evan sonrió.

Me encogí de hombros. "Oh nada."

Podía ver el fuego ardiendo en los ojos de Lavender. No creo que supiera que Evan y yo estábamos saliendo, a menos que estuviera fingiendo no saber.

"No puedo creer que hayas hecho eso". Lavender me miró con una mirada severa.

"¿Hiciste qué?" Batí mis pestañas hacia ella.

"¡Lo besé! ¡Sabes que me gusta!" Lavanda gritó.

"Ay dios mío." Me hice el tonto. Tal vez ella captaría la indirecta.

"Lavender, cálmate, te estás haciendo mu-" Seth interrumpió pero fue interrumpido.

"¡¿Te ​​ves estúpido, Seth?!" Estaba más que furiosa ahora.

"Lavanda", respiré hondo. "Evan es mi novio, y no aprecio que coquetees con él, cuando sabías que él es mi novio".

"No lo sabía". Lavender volvió a girar su cabello.

"¿Estas seguro de eso?" Yo pregunté.

Ella asintió. "Sí."

"Creo que lo sabías". Entrecerré los ojos. Ella tenía que haberlo sabido.

Lavender se puso de pie con calma. "Lo que sea."

"Vamos, vamos". Le sonreí a Evan, me puse de pie y luego tomé su mano.

"¿A dónde vamos?" Preguntó.

"Volvamos a nuestra habitación de hotel". Yo dije.

Rápidamente nos despedimos y Holly y Drew decidieron quedarse en la habitación de hotel de Seth por un tiempo más.

"Aurora, no necesitabas hacer lo que le hiciste allí, a Lavender". Evan puso su brazo alrededor de mis hombros mientras caminábamos por el pasillo.

"Sí, lo hice." Respondí.

"No, realmente no lo hiciste. Pero fue lindo". Evan se rió entre dientes.

Me reí y me burlé de él. "Lindo."

Regresamos a la habitación del hotel y me di una ducha rápida, me puse el pijama, me lavé los dientes y luego me metí en la cama. Evan se duchó después de mí y, mientras lo esperaba, recibí un mensaje de texto de un número desconocido.

-Hola, Aurora, fue un placer conocerte esta noche.

Confundido, respondí.

¿Quién es?

-Mis disculpas, es Seth.

¡Oh! No, lo siento. Nunca obtuve tu número antes.

-Está bien. ¡Reunámonos pronto!

¡Definitivamente!

Sentí que el lado izquierdo de la cama bajaba, y cuando me di la vuelta, vi a Evan, sin camisa, que se había sentado en la cama y estaba hablando por teléfono.

Me incliné y comencé a besar su espalda. "Buenas noches, nena".

"Te amo." Evan volvió la cabeza y me besó una vez en los labios.

~

Por la mañana, nos levantamos temprano y nos reunimos con Seth y todos sus amigos en el parque temático Disney World. Decidimos montar a caballo, luego nos fuimos a cenar a eso de las 5 de la tarde, al restaurante del hotel. A las 8 de la noche, el parque estaba haciendo un espectáculo de fuegos artificiales.

Todos comimos, luego nos dirigimos al parque donde se mostraban los fuegos artificiales. Todos trajeron frazadas y luego nos acostamos todos en el pasto, luego nos acostamos, y miramos las estrellas hasta que empezaron los fuegos artificiales.

"¿Aurora?" Escuché la voz de Holly, pero no sabía dónde estaba.

"¿Sí?" Respondí.

"¿Recuerdas ese tiempo en la escuela, cuando tomamos esa clase con el Sr. Davis? Oh hombre, esa clase apesta, pero esos fueron algunos buenos recuerdos". Holly se rió.

Me reí. "Sí. El Sr. Davis era un asqueroso".

Holly gimió. "¡Lo sé!"

Ahora, gracias a Holly, estaba pensando en el Sr. Davis. Tenía el pelo largo y blanco. Eso fue debajo de sus orejas, y usó demasiado gel para peinar. Siempre tenía su pelo blanco como la nieve peinado hacia un lado. Y siempre usaba pantalones cuatro veces más grandes y una camisa de franela con una camiseta sin mangas blanca que tenía mil millones de agujeros. Y se vería igual todos los días. Excepto que, a veces, usaba una franela diferente. Aparte de eso, siempre se veía igual.

Sacudí la imagen del Sr. Davis de mi cabeza y me acurruqué contra el torso de Evan. Su brazo estaba envuelto alrededor de mis hombros.

"Tu hueles bien." Evan siempre tiene este olor característico. Quiero decir, definitivamente era un buen olor.

Evan se rió entre dientes. "Gracias."

"Tengo una pregunta seria." tragué saliva.

"¿Qué es?" Preguntó.

"¿Vas a ir a la universidad? Nunca me lo habías dicho antes". Yo dije.

Evan se encogió de hombros con cuidado. "No me parece."

"¿Por qué no?"

"No creo que pueda pagarlo. Además, no veo una razón. Voy a trabajar en el negocio de mi familia". Eva explicó.

"Oh."

"Sí. ¿Y tú?" preguntó Evan.

"Realmente no lo sé todavía". Respondí.

"Oh."

Hubo un estallido de luz roja en el cielo, que siguió al azul, luego al amarillo, verde, morado, rosa, blanco, dorado y muchos más colores. El cielo estaba completamente iluminado con colores brillantes y centelleantes. Se veía increíble.

Y con eso, besé a Evan ligera y suavemente, debajo de mil estrellas y cien fuegos artificiales.