Afraid {Evan Peters}✓

forty

"Evan, necesito ir a la cama. Necesito pensar en las cosas". Evan salió del coche y me siguió hasta la puerta principal.

"¿Qué necesitas pensar, Aurora?" preguntó Evan. Estaba empezando a levantar la voz.

"¡Todo!" Levanté las manos en el aire.

Finalmente abrí la puerta con mis llaves y entré.

"Lo siento. Sólo necesito pensar. Buenas noches". Me encogí de hombros.

"Esto no ha terminado", dijo Evan en voz baja. "¿Qué ha pasado esta noche? Estábamos bien esta tarde".

"Lo tuyo con Jessy pasó". Fruncí el ceño.

"Lo siento, Aurora". Dijo Evan.

"Bueno, yo también lo siento". Tragué saliva. Realmente no quería pelearme con él, simplemente hicimos las paces.

"Estaba siendo estúpida, ¿vale? Lo admito. Y siento mucho haberte hecho daño, no era mi intención". Evan me miró.

Asentí con la cabeza. "Lo sé. Evan, esta noche, fue honestamente un infierno. Se suponía que íbamos a estar solos tú y yo, no tú y yo y Jessy y Taylor. Me ignoraste por completo todo el tiempo, y me dolió. Mucho. Y vi la forma en que la mirabas, Evan. Estaba callada, pero no estaba ciega".

Evan sacudió la cabeza. "Lo siento".

"Todavía la quieres". Podía sentir las lágrimas brotando de mis ojos.

"Aurora, eres tú. Has sido tú durante los últimos meses. Desde el momento en que empezamos a hablar. Me enamoré de ti, de tus pensamientos, de tu mente. La forma en que dijiste mi nombre, cómo me dejas total y absolutamente sin palabras. Me apetece estar dentro de tu mente, escuchar el susurro de cada uno de tus pensamientos, perderme en tus deseos más profundos. Y te deseo. Quiero que te acuestes a mi lado, que acaricies las suaves curvas de mi cara, que pases tus dedos por mi espalda. Me he enamorado de ti, me duele y te deseo. Te quiero, y sólo a ti, Aurora Fawcett. ¿Por qué es tan difícil de creer?"

Podía sentir que las lágrimas corrían por mis mejillas. Sonreí débilmente y me limpié las lágrimas. Agarré la cara de Evan y le besé con fuerza en sus suaves labios. Él me devolvió el beso, y pude sentir cómo saltaban chispas. No era como ningún otro beso que nos hubiéramos dado.

Tiré de él hacia dentro y Evan cerró la puerta tras de sí. Le empujé contra la puerta y le besé en los labios, las mejillas y el cuello. Se quitó rápidamente la corbata y yo le abroché la camisa.

Evan me agarró de la muñeca. "Aurora-"

Le miré a los ojos.

"No creo que debamos-"

"Sólo quiero amarte". Me reí y besé su cuello.

"Lo sé."

"¿Te quedas esta noche?" Puse cara de cachorro.

Evan se rió y asintió. Le cogí de la mano y le llevé a mi habitación. Me puse una camiseta de gran tamaño y me metí en la cama. Evan se despojó de sus calzoncillos.

"¿Evan?" Me giré, mirando hacia él.

"¿Sí?"

"Te quiero". Le dije.

"Yo también te quiero".