Agua Fria

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Al regresar de las vacaciones de invierno Harry todavía no descubría que era aquello que quería y que todos en la Madriguera de alguna forma mencionaran sus planes no ayudó en absoluto. Y menos la forma en que un niño podía decir que quería una escoba para navidad con tal seguridad que ya ni él mismo tenía para decir que le gustaba la tarta de melaza le ayudaba en algo.

Pero eso no le impidió regresar a Hogwarts con una mejor actitud.  Lo que no esperaba era ver a Malfoy en el gran comedor.

- Es banquete de bienvenida, claro que debe estar aquí, Harry.

- Herms tiene razón. Recuerda que es prefecto.

- Sí, digo, lo sé. No soy imbécil - no le paso desapercibida la mirada que se dieron sus amigos- además no ha estado realizando sus labores de prefecto últimamente-otra mirada entre Ron y Hermione - pero no era por eso. Es su actitud, se ve diferente, es como si... - por suerte para sus amigos la directora McGonagall empezó a hablar. Eso no impidió que Harry continuara viendo a Draco ni que Hermione y Ron suspiraran.

Harry seguía viéndolo, sus amigos decidieron que eran asuntos sólo de él y no se meterían en ello. Había algo extraño en el colegio. Harry no sabía que era pero lo descubriría.

- ¡Ahí está!

- Sí, ahí está como todos los días

- Sonrió - Ron con solo la mirada pareció decirle "si la gente suele sonreír, incluso gente como Malfoy" - Hace mucho que no sonríe. Míralo. Ahora si come, antes no lo hacía. Tampoco sonreía y ahora hasta se ríe. Incluso se toma sus pociones. Pociones ¿que serán?

- No lo sé. Pero ¿no crees que es mucho esfuerzo en alguien? Sé que bromee al inicio del curso. Malfoy será Malfoy, aun así dudo que haga algo para perjudicarse ahora que, pues, no es lo mismo que antes. Y si, en todo el tiempo que llevas mirándole no has visto nada sospechoso...

- Todo en él es sospechoso. Toma pociones dos veces al día después de comer. Antes se veía más pálido de lo usual y no salía de su cuarto. Se la pasaba solo y ahora sonríe...

- Eso suena a que estuvo enfermo y ahora está mejor

- ¿Enfermo?

Si bien eso fue un balde de agua fría, eso no fue lo que lo hizo entrar en shock. Lo que terminó de hacerle un corto circuito fue ver a Malfoy caminar con Luna después de despedirse de uno de los fantasmas del colegio.

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