¿Qué es lo que quieres?

Sinceridad, Confusion Y Otras Cosas

Según sus hadas madrinas esto era para lograr cada punto de la lista. No entendía muy bien cómo eso iba a suceder, pero quién era él para quejarse. Solo se dejó llevar y confío en el proceso, como le había dicho Tori. Y ahora estaba ahí con una agenda social más llena que nunca.

Draco no sabía que hacer. Consideraba a los Slytherin sus compañeros y entre ellos había a unos a los que había llegado a llamar amigos. Pero incluso en ese momento, se sentía de alguna manera solo. Sabía que era porque antes era el príncipe de Slytherin, había poder detrás de ello y en eso una amistad real era... complicado.

Ahora que pasaba cada día con un alumno distinto de Hogwarts sabía que podía tener amigos más que reales. Había logrado afianzar su amistad con los Slytherin y había logrado formar lazos fuertes con otros. Aunque a algunos no les caía bien o le caían mal a él, no sufrió por eso; no quería caerle bien a todos y aprendió que no todos lo querrían pero había algo distinto.

Respeto.

Había logrado aprender a respetar y tolerar a otros. Incluso entendió que sus ideas pre guerra habían sido totalmente erróneas. Ahora con quienes no se llevaba bien  o con los que sí, era por su misma personalidad que Terry había nombrado cómo "la encantadora y terrible personalidad del dragón fastidioso de Slytherin". Y eso lo lo hacía sonreír.

- Hey, Hurón. Espero que estés listo para el siguiente encuentro

- No estés tan seguro, Comadreja - Draco nunca espero ese intercambio de palabras y aún así sonrió. En ese momento entendió un poco a sus hadas madrinas. Y aunque estaba feliz de los cambios había una pequeña cosa que no lograba cambiar (aunque pensó que lo había hecho).

La mirada de Potter fija en él. Cuando hablaba con algún Gryffindor o algún amigo de Potter este nunca estaba o lo estaba a lo lejos viéndolo con precaución y enojo. Era como si sospechará de él y lo quisiera ver mil metros bajo tierra y apesar de ello siempre lo buscaba.  Sus ojos siempre se encontraban.

Draco había decidido que Harry Potter pertenecía a ese grupo de 'personas que no quieren a Draco'. Se había alejado del chico, buscaba hacer encuentros con los amigos de Harry cuando el susodicho no estuviera cerca. Al principio estuvo bien. No había problema hasta que el león pareció no estar conforme con ello y empezó a seguirlo de forma más insistente.