Un Segundo Cambio

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No regresó a casa en vacaciones de invierno, ya no sentía que la mansión fuera un hogar. Tampoco era que Hogwarts fuera uno, pero al menos tenía pláticas sobre la muerte con los fantasmas del castillo. De alguna manera eso le hacía sentir menos trágico con su situación.

El frío de las mazmorras hacía que su situación empeorará. Las pociones parecían ya no funcionar. Incluso había dejado de comer, aún así pasaba el mayor tiempo que podía en el comedor o en la biblioteca.

- No deberías dejar irte así

- Lovegood

- Draco

- Me iré, al final me iré - murmuró entre la ternura y la resignación

- ¿De qué forma quieres irte?

- Creo... Antes quería irme dejando un legado, que recordarán mi nombre no solo en mi tapiz familiar. Durante, simplemente pensé que no seguiría y no importaba nada. Pero hubo algo, cuando al fin acabó decidí irme siendo mejor que mis propios padres; tener una familia y ahora simplemente ya no importa.

- Puedes lograr todo eso

- Lov... Luna

- Ten es la contraseña de Ravenclaw - le dijo Luna entregándole un trozo de pergamino - creo que es más cálido ahí que las mazmorras

Draco le sonrió. No sabía realmente cuándo empezaron a platicar pero la presencia de Luna le hacía sentir aún vivo, con esperanza. Esa noche no fue a las mazmorras. Tenía miedo, no lo iba a negar. Al entrar a la sala común de Ravenclaw ninguno de los alumnos perecia extrañado de verlo ahí.

- Malfoy, hola. Pasa, pasa. Luna no debe tardar. - le dijo un chico que iba unos dos grados debajo de él.

- Si, gracias - no se movió de la entrada. No había caído en cuenta que algunos de los que estaban ahí fueron parte del ED.

- Deberías sentarte, Malfoy. Luna puede tardar en llegar - Le indico Cho y con una confianza que no sentía fue a los sillones de cerca de la chimenea. No supo quién le alcanzó un libro, sonrió por el estereotipo y el alguien le correspondió la sonrisa - No siempre es así, es solo que no hay mucho que hacer por ahora

- Sí, supongo que es como en Slytherin. Cuando estamos aburridos practicamos magia osc.. - Cho se rio

- Quizás en Gryffindor hacen simulacros de rescate de gatitos - siguió Terry. Draco soltó una carcajada.

Cuando Luna llegó lo vio sonreír entre sus compañeros. Parecía que siempre hubieran sido amigos o que la guerra nunca ocurrió.

- ¡Oh! Mira, Draco. Luna al fin llegó - Luna solo le sonrió y fue a sentarse cerca de él. Más tarde podría explicarle dónde dormiría.

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