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Estaba la pareja en la oficina del de visión hydro jugando un juego que les trajo Arataki Itto la anterior vez que se cruzó a su "bro", pues así se refiere constantemente al lider de la comisión. Este juego era de cartas TCG, era realmente divertido y se volvió costumbre para Thoma y Ayato jugarlo después de tomar un delicioso boba.

Al terminar, Thoma se dispuso a ordenar las cartas y dejarlas en una de las tantas caras y lujosas repisas de madera. Fué un día realmente duro, pero tenía que continuar un par de horas más para poder descansar. El rubio se quedó pensativo mirando los adornos de la habitación, dejando caer su mirada en una pequeña foto tomada por el daguerrotipo (seguramente del viajero) de Ayato y Thoma en el festival irodori. Se le escapo una leve risilla antes de dejarla dónde estaba. No era momento de ponerse nostálgico.

Por otro lado, Ayato estaba muy atento viendo que hacía su pareja, se acercó con su característica elegancia hacia él.

— Thoma.

El mencionado se volteó y observó al pelo azul con una sonrisa que conocía muy bien.

— Si, señor.

Ayato toma la foto y se devuelve a mirar al de ropas rojas.

— Thoma, ¿recuerdas que hicimos aquel dia del festival?

El contrario no respondió, pero sabía exactamente que deseaba su amo. Agarra el cuerpo del joven lider y lo empotra contra el gigante mueble de forma brusca, los adornos y libros tambalearon un poco, asustando a Ayato.

— ¿Que estás...?

Fué interrumpido por Thoma.

— Querido amo, siempre que me recordar ese tipo de situaciones hace que mi miembro se endurezca.

Dicho eso, Thoma frota por encima de la tela su pene con el culo de su amo, quien parecía disfrutarlo, pues tenía la espalda encorvada listo para dejarse someter.

Thoma baja el pantalón de Ayato, pero no lo suficiente para que este cayera al suelo. Agarró el pelo de Ayato y quitó su elaborada coleta, dejandolo suelto, pero sustituyendola con su mano, agarró su pelo bruscamente mientras que su mano surda se encargaba de sacar su pene ya duro de sus pantalones.

— Oh amo, debo decir que esta vista es maravillosa.

Ayato gruñe mientras aún busca el tacto de Thoma, el mencionado cede y empieza a meter su verga en el ano de su amo. De hecho, estaba aún mas excitado porque la puerta estuviese abierta y cualquiera podría entrar.

El rubio procede a hundirse más en Ayato, quién solto un fuerte pero descarado gemido, estaba ansioso, necesitaba más.

— Thoma, muévete.

— Si señor.

Dicho esto, jala del pelo de ayato dejándolo totalmente encorvado y sus cuerpos empezaron a chocar frenéticamente haciendo un sonido asquerosamente obsceno.

Los fluidos volaban y chorreaban al cabo de unos minutos de gruñidos, maldiciones y gemidos por parte de ambos. El pene de Thoma se sentía mas caliente al pasar de un rato, pero cuando se sintió cerca de eyacular, volteó a su amo e hizo que este se arrodillara frente a él. Ayato por instinto abrió su lengua y sacó su lengua mientras miraba los hermosos ojos de su amado. Por otro lado, Thoma se masturbaba rápidamente y soltaba gemidos altos, se acercó aún mas a la hermosa boca del líder para así liberar toda su blanquecina esperma. Ayato recibiendo esto también se corrió sobre sus piernas, las cuales aún tenían los pantalones puestos.

— Thoma, hoy duermes afuera.

30 Días | ThomaToDonde viven las historias. Descúbrelo ahora