2 horas antes de eventos previos, en algún otro lado del servidor.
Las olas se mecían suavemente a la par del viento como un suave arrullo, como en cualquier otro día, como si en ese servidor no acabase de pasar por una de las catástrofes más grandes en la historia del mismo recientemente. Pero eso era lo de menos.
Entre las olas algo se asomaba hacia la superficie, siendo a primera vista de color marrón opaco. Aquello eventualmente llegó hacia la orilla de la playa, resultando ser una persona—muy probablemente—inconsciente. A los pocos minutos la persona de marrón reaccionó tosiendo agresivamente para sacar todo el agua que sus dañados pulmones contenían.
Abre sus ojos lentamente, notando su entorno borroso, su respiración aun seguía agitada, pero poco a poco recuperaba sus sentidos. Ya con su visión más clara y nítida, logra reconocer el lugar donde se encontraba; era el mismo lugar en el que se despidió de Tommy por última vez.
Un escalofrío se esparce desde la espalda hasta la nuca ante ese amargo recuerdo.
Se arrastra con dificultad lejos de la orilla y toma asiento en la arena, sintiendo la gran necesidad de descansar. Wow, el viaje de regreso al DreamSMP realmente lo dejó más muerto de lo que ya estaba. Nada podría ser mejor.
Si el hombre era sincero, extrañaba de alguna manera el DreamSMP, vivir en medio de un desierto en Utah no era lo más maravilloso del mundo, sin mencionar que su mente descendía con una aterradora rapidez hacia el profundo y oscuro abismo de la locura con cada segundo que pasaba en ese desolado y caluroso lugar. Así fue por un par de años, hasta que algo lo llamó, algo le decía que volviera a ese infierno del que salió. ¿Un mal presentimiento? ¿Tal vez los primeros síntomas de una posible esquizofrenia? Quien sabe, pero se negó rotundamente a la idea, al menos al principio; con cada día que pasaba ese insistente malestar no se desvanecía, es más, aumentaba cada vez más y más hasta volverse en una jodida tortura que lo volvía en un verdadero loco salido de un psiquiátrico. Riéndose de la nada, sufriendo constantes ataques de histeria y excitación—no en ese sentido—, gritándole incoherencias a los cactus con una rabia desmesurada en todo sentido, entre otras actitudes dignas de tratarse con urgencia con un especialista.
Y fue entonces que, sin aguantarlo ni un segundo más, cedió al llamado "divino" finalmente después de un año y medio aproximadamente. Aunque no tuviese nada por lo cual valiera la pena volver en realidad.
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Las Cosas Que Merezco
Fiksi PenggemarNadie supo cómo demonios sucedió. Era tan absurdamente irreal, pero ahora aquellas dos dimensiones tan diferentes se volvieron una sola. El porqué de esa extraña situación aún era desconocida, y tal vez, sólo tal vez, podría ser una gran oportunidad...