𝐗𝐕𝐈𝐈.

993 92 38
                                    

╰──────♡──────╯

Hace ya 1 hora, habían llegado a la casa del pelinegro, y como había prometido el menor, les había contado cómo y cuándo le había comenzado a gustar Sunoo.

— ¿Por qué no nos lo contaste antes, Ni-Ki? — habló el mayor.

— Porque, aún no estaba seguro de mis sentimientos... creí que sólo me parecía lindo pero, después de la conversación con Hikaru, pensé mucho en ello, y cuando comencé a verlo con ese chico, me di cuenta que era algo más que atracción. — contó con la cabeza gacha el pelirrubio.

— ¿Sunoo lo sabe? — preguntó el pelinegro.

— No, claro que no. La única que sabe a parte de ustedes es Hikaru y... — se calló.

— ¿Y?... ¿quién más? — interrogó el castaño.

— Jake... — susurró, pero fue lo suficientemente alto para que los otros lo escucharan.

— ¿Jake? — el castaño frunció el ceño.

— Sí. — contestó el más alto.

— ¿Por qué Jake sabía y nosotros no? — soltó.

— Me vio llorando, y... le tuve que contar... — respondió, aún con la cabeza cacha.

— Oh... Ni-Ki, debiste habernos dicho antes. — habló el mayor.

— Creí que se lo tomarían mal. — formó un puchero.

Ambos levantaron las cejas y comenzaron a reírse.

— ¿De qué se ríen? — preguntó el menor con el ceño fruncido.

Ninguno contestó y se acercaron más a él para abrazarlo.

— No seas tonto, Ni-Ki, ¿por qué nos lo tomaríamos mal? — dijo el pelinegro entre el abrazo.

— Bueno... no lo sé, quizás porque era un chico... — dijo en voz baja.

— ¿Qué? Ni-Ki, no seas idiota. Sabes que nosotros no tenemos problemas con eso. Eres nuestro amigo, y no te rechazaríamos por nada, mucho menos por tu orientación sexual, eso es ridículo. — respondió el mayor.

— Sí, además, no eres el único que lo es. Jay es el más gay de aquí. — añadió el pelinegro con un tono burlesco.

— Cállate, al menos yo no me metí con un profesor. — se defendió, frunciendo el ceño.

— ¡¿Cómo que te metiste con un profesor?! — exclamó el menor.

— En mi defensa, era muy atractivo. — se justificó.

— ¿Atractivo? Tenía edad para ser tu papá. — el mayor hizo una cara de asco.

— Claro que no. — negó el pelinegro.

— ¿Qué profesor era? — preguntó el menor, confundido.

— Hoon debe tener fotos de él. — rió.

— Cállate, idiota. Y sí, sí tengo. — rodó los ojos.

Sunghoon desbloqueó su celular y comenzó a buscar a aquel profesor entre su galería.

— Ese es. — volvió a hablar, mostrándole las fotos.

— Fue nuestro profesor de matemáticas el año pasado. — agregó el castaño.

— Dios, Sunghoon, ¿estás seguro que te gustaba, o sólo estuviste con él para que te subiera las notas? — soltó, haciendo una mueca de asco mientras veía las fotos.

𝐑𝐎𝐎𝐌𝐈𝐄𝐒 - sunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora