𝐗𝐗𝐈𝐈.

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Entró corriendo a la sala como si lo estuviera persiguiendo un asesino serial. Recibiendo las miradas de cada uno de sus compañeros de clase. Entre ellos, Jungwon, quien mantenía un semblante serio, acompañado de sus cejas fruncidas y una mueca de molestia; parecía que en cualquier momento humo comenzaría a salir por sus orejas y nariz.

Sunoo tomó asiento a su lado, tratando de regular su respiración para poder hablar.

— En serio lo siento por llegar tarde, Won, te juro que no fue mi intención. Tuve problemas para dormir anoche. — su respiración era entre cortada, las gotas de sudor caían por su frente y sus piernas dolían al haber corrido por toda la universidad.

— No hay tiempo para disculparse, Sunoo. Vamos después de Chaewon y Chaehyun. Espero que al menos te hayas aprendido tu parte. — soltó, aún molesto con el pelirrosa.

Claro que no iba a decirle que no se había aprendido su parte aún. Sabía que Jungwon era capaz de ahorcarlo con sus propias manos ahí mismo.

Sacó su cuaderno, fingiendo que sólo iba a repasar sus líneas, pensando que quizás iba a alcanzar a memorizarlas en ese transcurso de tiempo. Pero todo se fue a la mierda cuando vio que las recién nombradas estaba sentándose nuevamente, dando a entender que era el turno de ellos.

Cerró los ojos fuertemente mientras se echaba para atrás en la silla, y soltó un largo suspiro frustrado.

— Bien, muchas gracias señoritas por su exposición. Pueden volver a sus asientos, al final de la clase les entregaré sus notas. — habló el profesor dejando su lápiz sobre la mesa para revisar los grupos faltantes. — El grupo de Jungwon puede pasar adelante. — avisó, comenzando a escribir en una nueva hoja.

Jungwon se levantó de su asiento, fijando su mirada en él otra vez.

— ¿No piensas levantarte? — frunció el ceño.

No quería.

Ni siquiera recordaba dos palabras. ¿Qué mierda iba a hacer?

Por dentro se negaba rotundamente a exponer sin saber nada del tema, pero no podía hacer nada. Sabía que no le quedaba de otra, así que se levantó de su asiento, yendo a la pizarra con Jungwon.

— Buenas tardes profesor, compañeros y compañeras. El día de hoy, yo, Yang Jungwon y mi compañero, Kim Sunwoo, expondremos sobre la psicología educativa y su importancia dentro de la pedagogía. — habló, formando una sonrisa en su rostro, tratando que no se notara su molestia que aún permanecía.

— Primero que todo, ¿qué es la psicología educativa? — apuntó con su mano el ppt de apoyo mientras trataba de calmar sus nervios. — La psicología educativa es la materia que habla sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje desde un punto psicológico, con el objetivo de poder adaptarse a las necesidades de cada alumno, ya sea afectiva, cognitiva y/o conductual. — ni siquiera sabía cómo recordaba eso, pero lo había hecho. Ahora sólo le quedaba el resto de la exposición.

— También, ayuda a evaluar e identificar si es que un alumno sufre o no alguna complicación psicológica que pueda generar un impacto negativo a lo largo de su desempeño académico. — agregó el castaño.

Era su turno para hablar, pero no podía.

Su estómago comenzó a doler, provocándole náuseas.

Genial, ahora probablemente terminaría vomitando en frente de todos.

Sus manos empezaron a sudar y temblar como nunca.

Las náuseas aumentaron, esta vez acompañadas de mareos y un fuerte dolor de cabeza.

𝐑𝐎𝐎𝐌𝐈𝐄𝐒 - sunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora