42 ¿Coincidencia?

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Edrick estaba en su habitación, había terminado de realizar algunas pociones, debía ir al ministerio de magia, había unas cosas que debía sacar con urgencia de la bóveda. En el mismo cuarto se encontraba Bellatrix y Narcissa, ambas le ayudarán pero de distinta forma. 

¿Qué deseas? -Preguntó Narcissa a su ahijado y futuro Yerno. Ese día el menor se había despertado más calmado de lo habitual y con una ligera sonrisa traviesa.- 

¿Alguna de ustedes sabe si Hagrid, está de mi lado o del de Dumbledore? —preguntó, no sabía por qué, pero le había tomado mucho cariño a Hagrid, quizá por lo amable o quizá porque él fue cercano a su padre Tomen en pasado.- No me gustaría matarlo.

Mmmm la última vez dijo que se mantendría neutral, pero que siempre podías acudir a él, y te ayudaría sin problemas. Quiero pensar que está de tu lado. —Respondió Narcissa mientras observaba al menor.- 

Quiero que lo traigas. —Volteo a ver a su futura suegra. Había algo que necesitaba aclarar. Y quizá sólo él, pueda aclarar lo que su mente tiene.- Mientras tú vas a Hogwarts. Yo iré a realizar otra diligencia. 

Claro. —Narcissa no vio ningún problema.-

¿Quieres que vaya contigo? —Preguntó Bellatrix, no se le había asignado alguna tarea.- 

No, quiero que busques a Aberforth Dumbledore, dile que tengo un trato que podría interesarle y también quiero que busques rastro de los Weasley que no están de nuestro lado. Antes de eso ve a Durmstrang y trae a los aliados. —Se acercó a Bellatrix y le dio un pergamino.- Este mapa ayudará a trasladar a los aliados. Tienes tres días para cumplir con las actividades. 

Claro. —Sonrió macabramente.- ¿Necesitas algo más? 

No, esas actividades son suficientes por ahora. —Se alejó de ambas mujeres. Les tiene aprecio a las dos, y justo por ello interactúan así con ambas.- Pueden irse. Yo comenzaré a realizar mi trabajo. 

Ambas mujeres se retiraron, El joven Edrick siempre es correcto y propio en su actuar. Los padres se sienten orgullosos de su hijo y el menor no da más que alegrías y orgullo a sus padres. 

Edrick estaba terminando de realizar sus anotaciones, su padre había sido claro, Dumbledore había ingresado nuevamente y todos debían estar alerta. Pero él deseaba cuidar a sus aliados, amigos y seguidores. Ese rasgo lo siente heredado de su padre James, a decir verdad casi no tiene algún vínculo con su madre biológica, salvo quizás el hecho que de ella nació. Pero incluso si papá Severus, es más una madre que Lily. 

Quizá ese lugar sea el único donde nadie logrará ingresar y qué puedo proteger gracias a la sangre. —Pensó mientras intentaba calmar su mente, él no tenía el don de la clarividencia, pero cuando sentía algo, tenía que actuar.- 

Salió de su habitación y caminó hacia la habitación de sus padres, sabe que ambos estarán juntos, de algún modo ambos habían logrado tener una relación casi de pareja, pero ambos tenían una conexión rara. Tom siempre intentaba complacer a su papá. Y su papá siempre estaba al tanto de Tom. No sabe cómo, pero ambos llegaron a un buen acuerdo. 

Tocó la puerta y esperó a que los mayores le dieran acceso. 

Adelante hijo. - La voz de Tom le permitió la entrada.-

Buen día padres. -Saludó con propiedad. Se acercó a la cama donde estaban sus padres, a decir verdad apenas eran las 7 de la mañana, por lo que es temprano.- Espero no molestar. 

Jamás lo haces. —Severus afirmó mientras invitaba a su hijo a tomar su lugar en medio de ambos. Tanto Tom y él tenían gusto por arropar a su hijo.- 

¿Sucede algo? —Tom no sabía lo que era paz, hasta que llegó a su vida ese hijo que nunca supo que deseaba. Y esa pareja que jamás esperó.- Siento tu magia algo inquieta. 

No, no precisamente está pasando algo. —Exhaló el aire contenido.- Pero diré que hay algo que no me gusta. No confío en que Dumbledore se rindió y que sus secuaces estén tranquilos. Nos deshicimos de los muggles, pero aún quedan magos que están de su lado. Y dudo que estén en paz. 

Bueno hijo, así es una guerra. —Tom intentó explicar, puede que su hijo sea un genio, pero sigue siendo un joven.- 

¿Qué más tienes en mente? —Preguntó Severus mientras masajeaba las manos de su hijo, sabe lo mucho que Edrick disfruta de esos gestos.-

Pues sí… —Cerró los ojos. Tenía muchas cosas en mente.- 

Habla —Pidió Severus mientras él y Tom se volteaban a ver. Ambos preocupados por su hijo.-

¿Podemos tener varitas de familia? —Por fin pudo encontrar las palabras precisas.- Sé que es una tradición que se dejó de hacer hace muchos años. Pero tengo entendido que es una magia poderosa.-

En efecto es poderosa. —Afirmó Tom.-

¿Influye la sangre? —preguntó Edrick un poco preocupado, ¿será que el hecho de no ser su hijo biológico podría afectar la magia del clan?-

No, no lo hace, esa magia es como las protecciones antiguas de las mansiones. Sólo que en lugar de ser estática, se mueve en una varita y es poderosa. Igual que las protecciones antiguas. —explicó Severus mientras observaba a su hijo y a su esposo. Tom también había comentado algo así por la noche. Le parecía increíble cómo ambos habían llegado a la misma resolución.- Edrick

¿Mmm? —Abrió los ojos y vio a su papá.-

¿Ayer por la noche viste a Tom? —preguntó, quería salir de dudas.-

No, ayer me fui a dormir tal como lo ordenaste. Con Draco fuera de la mansión, poco podría hacer para salir de la habitación. —Respondió con sinceridad.-

Ya veo. —Asintió ante la respuesta.-

Un Amor Eterno (Harco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora