-Vengo por ti cuando terminen tus clases. Si tu padre llega...
-Sí, mamá. Lo sé, ya lo sé. -Pronunció el pelinegro rodando los ojos y bajando del auto.
-Yoongi. -Habló su madre llamando la atención de su hijo. -Te amo, cariño.
El pelinegro estiró sus labios a lo que podría ser llamado una sonrisa forzada. Simplemente estaba cansado de haber Sido obligado a levantarse temprano y asistir a su primer día de clases en su nueva escuela.
A decir verdad ya había perdido la cuenta de las veces que se cambiaban de casa por culpa de su estúpido y borracho padre.
Colocó el gorro de su chamarra negra ignorando las miradas curiosas que le daban. Bien, no los juzgaba, era nuevo en el lugar, pero maldita sea ¿Realmente tienen que murmurar?
Observando sus botas negras brillantes mientras caminaba Dirigiéndose a su salón de clases, afortunadamente llegó sin problema alguno. Ir con su madre el día de la inscripción al menos había servido de algo.
Tocó la puerta de madera y la abrió, las personas que estaban dentro del salón de clases lo barrían con la mirada y el ruido que había en un principio desapareció.
-Min Yoongi, que bueno que ya estás aquí. -expresó sonriente tomando camino hacia el pelinegro. -Por favor ven, tengo que presentarte a tus compañeros.
Sin importarle mucho, el pelinegro siguió al mayor parándose al frente a la vista de todos para hacer su aburrida y molesta presentación.
El profesor de traje marrón, zapatos brillantes y cabellera gris le dió una sonrisa esperando a que empezara. Suspirando, retiró el gorro de sus manos y acomodó su chaqueta de cuero negra.
-Mi nombre es Min Yoongi y soy de Daegu. -Presentó de forma sería sin ninguna expresión.
-Tu color favorito. -habló el mayor de cabellera gris esperando a que el pelinegro dijera algo más sobre él.
Yoongi dió una mirada a todos que lo observaban atento, unas miradas curiosas y otras en desagrado estaban presentes.
Pero era lo que menos le importaba al pelinegro, no estaba ahí para hacer amigos y jugar jueguitos en su tiempo libre. Estaba en ese hostigoso lugar por su madre que había insistido tanto.
Su mirada llegó con el profesor y bufó.
-¿Dónde estamos? ¿En preescolar? -bufó rodando los ojos. -¿No puedo ir a sentarme y que usted empiece con su aburrida clase?
El profesor suspiró y segundos después sonrió. La madre del menor le había hablado sobre el comportamiento de su hijo y le pidió comprensión a lo que el sin dudar aceptó.
Su especialidad eran los niños rebeldes y el presor Kim Namjoon no se iba a rendir para disciplinar de forma correcta al pelinegro.
-Silencio. -pidió a sus alumnos que ya habían empezado a murmurar. -Eres nuevo, tienes que presentarte con tus compañeros o es que no piensas hacer ningún amigo. -preguntó
-No me interesa en lo más mínimo, profesor. Me da igual caerles bien o mal a todos ellos. -señaló hacia el frente.
El ambiente era algo tenso ante la desafiante mirada de Min y la de enojo total por sus compañeros.
Segundos después la puerta fue abierta con brusquedad dejando ver a un rubio agitado que recargaba sus manos en las rodillas buscando oxígeno llevándose todas las miradas de los presentes incluso la del pelinegro.
-Profesor Namjoon lamento llegar tarde es solo que -respiró profundo para seguir hablando, había corrido exageradamente tratando de llegar antes de que la clase empezara. -Mi madre..
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Dime que me amas [Yoonmin]
FanfictionHazme sentir vivo con el calor de tus abrazos. Repite que me amas hasta hacerme soñar, y llévame tan alto dónde no pueda ver mi realidad. A Yoongi no le gusta la compañía de personas nuevas en su vida. Recorrer un camino con las personas cercanas es...