capitulo 20

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"últimamente he estado confundido. Viendo como mi juventud se desvanece. Eres como el sol; me levantas, pero me agota si recibo demasiado. Puedo necesitarte o me romperé. ¿Somos demasiado jóvenes para esto? ".

-Mgm, Yoongi... -susurró Jimin al sentir los delgados labios del azabache pasearse con suavidad por su blanquecino cuello y bajar lentamente.

Abrió un poco sus piernas para darle un mejor acceso al pelinegro y las enroscó en la cintura contraria mientras hacía puños la camiseta en sus manos.

Cada toque se sentía embriagante al punto de hacerle poner los ojos en blanco ante unos simples besos que se sentían completamente placenteros. Sus labios se volvieron a juntar ahora de forma desesperada, Jimin colocó una de sus manos en la nuca de Yoongi para que no se alejara siquiera para respirar.

Yoongi entendió el ritmo y mordió un poquito el labio de Jimin, obteniendo un gemido como respuesta.

Las luces estaban en lo bajo, a la perfección ante el momento. No había más ruido en la habitación más que los chasquidos y leves jadeos por parte de ambos chicos.

Ese era el último día en el que Yoongi se quedaría en el departamento del rubio, por eso mismo los roces estaban siendo más profundos que los días anteriores en los cuales una paz se había sentido en su interior.

No hacían más que disfrutar del tiempo que estaban teniendo juntos. Se respiraba un ambiente tan doméstico, tanto que Jimin había mencionado de vez en cuando lo mucho que se parecían a una pareja de casados. Yoongi simplemente rodaba sus ojos y aceptaba gustoso el desayuno que siempre preparaba el rubio para él.

Al igual que todas las comidas, pues aunque Jimin intentó explicarle de forma paciente como hacer lo básico en la cocina, Yoongi terminaba haciendo lo contrario y refunfuñando bajo el argumento de que la cocina simplemente no era lo suyo.

Y bueno, a Jimin realmente le encantaba preparar el almuerzo y todas las comidas para ambos, aunque también le gustaba ver la cara de Yoongi cuando de su parte le tocaba lavar todos los trastos sucios y aunque le desagradaba, no se quejaba pues definitivamente era lo justo.

Las noches para el par se habían convertido en algo que disfrutaban en demasía pues en ese momento sus bocas se juntaban con insistencia a pesar de hacerlo todo el día, sin embargo no era suficiente. Terminada su sesión de besos, solo se despedían para al cabo de unas horas despertar fundidos en los brazos contrarios y repetir lo mismo.

Yoongi sabía que Jimin de verdad necesitaba un descanso así ya que el consejo le había exprimido su rendimiento, además de que efectivamente se les venían semanas de estudios y exámenes que les ayudarían para el final de su año y finalmente ingresar a la universidad.

Pero no era problema para el par que se esforzaba por sus buenas calificaciones.

Mismos chicos que ahora devoraban su boca sin detenerse un solo segundo.

Yoongi se incorporó un segundo y ahí pudo apreciar el rostro de Jimin. Sus ojos estaban semiabiertos, sus labios yacían completamente hinchados y rojos, mientras que su respiración estaba agitada.

Una imágen digna de apreciar.

Llevó sus dedos a la orilla de la camiseta del rubio y poco a poco fue levantandola hasta sacarla. Vio a Jimin colocarse tímido y abrazar su cuerpo. Iba a seguir deleitandose con el cuerpo debajo de él, pero unas manos en su pecho se lo impidieron.

-No... -se removió incómodo el rubio. -N-No quiero que beses mi cuerpo. Te recuerdo que tengo estas horribles marcas que me hacen ver feo. No quiero que tus labios pasen por esto. -se señaló a sí mismo.

Dime que me amas [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora