Aliviar la tensión [Leo x Rafael & Donatello x Mikey]

IV

Capítulo IV: Ventajas reproductivas

Una patada frontal rápida y hacia atrás mientras Mikey bloquea su movimientos, levanta los brazos para bloquear los dos golpes que le lanza, luego esquiva el tercero e intenta un jab. Demasiado predecible, el menor lo espera y gira, sacudiéndolo con un golpe inverso.

Patada hacia atrás para evitar que su hermano se acerque demasiado rápido y luego un barrido mientras Mikey corre hacia adelante, lo atrapa, pero cae y retrocede con un giro rápido tiene que  girar para evitar un golpe.

— No será necesario el gamma hidroxibutírico — pensó — el gusto que tenía era demasiado salado en cualquier cosa que no sea jugo de frutas o soda y la cantidad correcta para agregar a su "cóctel" era demasiado difícil de calcular.

Inclinándose lejos del gancho que venía desde la derecha, hacia abajo y un poco hacia la izquierda, casi se regodea con el puchero de Mikey, pero ahora se mueve el doble de rápido. Un golpe resonante en la cabeza lo hace retroceder por la distancia, el menor es implacable; bloquea sus patadas y aterriza otro puñetazo.

No le gustaba la pérdida de memoria que tenía la ketamina, era de acción rápida y debía medirla bien, la primer vez que la utilizo en Mikey simplemente se quedó allí sin poder seguir una orden simple, aún así, era necesaria, si lo mezclaba proporcionalmente con lo demás le daba el efecto deseado.

Patada circular y brazos arriba para bloquear, los puñetazos de Mikey dolían cuando no se concentraba adecuadamente, pero no podía dejar de pensar en su proyecto, y como no hacerlo cuando los objetivo de su experimento estaba parados a solo unos metros cerca a él. Ya tenía una mezcla que le gustaba, estaba contento con la forma en que reaccionó Mikey ese día, ya hora de probar un poco con Leo y Raph.

Se mueve hacia un lado para evitar un golpe, contrarrestartando con un puño izquierdo, debía tener cuidado con los puñetazos que siguieron, y luego Mikey gira y lanza una brutal patada lateral que lo toma con la guardia baja, aterrizando con fuerza sobre su caparazón, ni siquiera tuvo la oportunidad de rodar fuera del camino cuando el menor cayó encima de él, quedando a horcajadas sobre su estomago, sujetandolo con fuerza antes de sonreírle con arrogancia.

— ¿Te rindes hermanito?

Luchó durante un minuto, tratando de encontrar la palanca para desbancar a su hermano, era de conocimiento general que era bastante fuerte, pero el menor era más fuerte que él.

— Déjalo disfrutar de esta victoria — pensó para sí mismo — en la noche sería su turno de estar abajo de todas maneras.

— Está bien Mikey, me rindo — soltó en voz alta.

Mikey le sonrió gustoso mientras se ponía de pie, ofreciendo su mano para ponerlo de pie.

Leo se acercó a ellos y le dió unas palmaditas en su caparazón, esa mañana al parecer despertó con buen ánimo, el suficiente como para hacer una habitual sesión de entrenamiento y esta era la última ronda de la mañana.

— Buen trabajo Donnie, recibiste buenos golpes. Sin embargo, en el final tu concentración parecía estar a la deriva. Estabas mirando las manos de Mikey por costumbre y parecías haberte olvidado de sus piernas.

— Oh no, Leo. No creo que haya olvidado de las piernas de Mikey — soltó Raph burlón, haciendo que comenzara a sentirse un poco mareado.

— Debe ser por la falta de sueño. Esta noche me acostaré temprano — mintió sin mirarlos.

— Eso espero, ¿Supongo que llegaras a tiempo para el patrullaje de esta noche?

— Absolutamente — respondió con una sonrisa — sera una noche que no me perdería por nada del mundo — se dijo a sí mismo.