Aliviar la tensión [Leo x Rafael & Donatello x Mikey]

IX

Capítulo IX:  Familia
+18

— ¿Por qué nos dejaste Don?"

Mikey se paró frente a él con ojos fríos y no pudo evitar que su mirada horrorizada vacilara entre la expresión y el muñón de lo que solía ser el brazo izquierdo de su compañero.

— Mikey…— se quedó sin palabras, lo cual era poco común para él, no importaba cuánto forzará su cerebro, no podía recordar por qué o a dónde había ido.

Mikey negó con la cabeza, frunciendo el ceño, antes de darse la vuelta y alejarse sin siquiera mirar atrás.

— ¡Mikey!— llamó con lágrimas, trató de perseguir a Mikey, pero era imposible alcanzarlo, en segundos su silueta se había desvanecido dejándolo solo en la oscuridad.

Y se despierta temblando cubierto de sudor frío, un sollozo salió de su garganta y tuvo que cubrirse la boca para calmar su angustia, le tomó varias respiraciones profundas calmarse, una vez que se dio cuenta de que estaba a salvo en su habitación compartida, rápido alcanzó a su pareja en la oscuridad y solo cuando sintió el brazo izquierdo de Mikey se relajó un poco.

Rodó hacia Miguel Ángel, envolviendo sus brazos alrededor de su hermano, toma inhalaciones profundas en su cuello y se dice a sí mismo "Está bien Donatello, solo fue una pesadilla, todo está bien, todos estaban bien".

Repite esas palabras en su cabeza hasta que su cráneo duele y su propia voz se vuelve insoportable pero finalmente su pánico se había ido, habían pasado años desde que había tenido un pesadilla con respecto a la dimensión alternativa, sin embargo, ya no le afectaba tanto como antes o eso le gustaba pensar.

Ese futuro no iba a existir, se había asegurado de eso, aprieta un poco más su agarre sobre su compañero palpando su vientre con cuidado, Mikey se mueve un poco pero no despierta, intenta volver a conciliar el sueño y pronto descubre que no puede, se siente tentado por despertar a su compañero.

Siempre el esconder su rostro en el peto de su amante mientras sentía la vibración de los escudos su caparazón siendo acariciados con cariño tranquilizaba su ansiedad, incluso cuando era un adolescente al tener pesadillas sobre su tiempo en el futuro distópico, solo las palabras tranquilizadoras y el contacto físico de Mikey podía consolarlo.

Pero en ese momento no lo haría, el sonido de la respiración suave de su compañero era suficiente, cierra los ojos solemnemente mientras piensa en momentos que puedan calmarlo, y así deja que su mente vuele un poco, tal vez hace algunos años atrás, en el día de su boda.

═══════════════════

Como era de esperarse su padre era alguien bastante tradicional, realmente divertido, aún así ninguno no pudo evitar tomarse en serio los rituales.

Tenía que reconocer que la dedicación de su padre y del maestro Ancestral fue bastante notoria, de alguna manera lograron conseguir conjuntos de atuendos para matrimonios de manera rápida, por supuesto que luego su padre tuvo que persuadir persistentemente a Raphael y Miguel Ángel para que los usaran, claro que ambos habían accedido con la condición de no utilizar el wataboshi ya que a palabras de su hermano mayor "el gorro parecía un huevo".

Y bueno eso era cierto, cuando observó por primera vez los shiramuko y montsuki, pensó que era demasiado, tal vez  incluso un poco tedioso, posiblemente usarían los trajes nupciales dos horas y después de la ceremonia todos se lo quitarían muy pronto. Lo encontró divertido, pero aun así le siguió la corriente.

Rápidamente el día había llegado y como era de esperarse todos estaban increíblemente nerviosos, lo único que había logrado calmar su ansiedad fue la voz de su pareja diciéndole que se veía muy bien, y bueno eso había mejorado las cosas para él.