10. Feliz

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"Estoy hundiéndome en el hábito de amarte y tu ya me olvidaste"

Altagracia Sandoval

– Después de salir del mar fuimos casi corriendo al hotel que quedaba justo frente a este, más que todo por el frío que por la pena pues la noche estaba muy fría, mucho para mi gusto. Al llegar el se quitó el boxer poniéndose otro que obviamente no estuviera mojado mientras yo me ponía una pijama que luego cambié por una playera de José Luis que vi en su maleta y se veía cómoda, además que me quedaba larga.

Esa playera no era un obstáculo para que José Luis tocará mis nalgas con libertad,  mientras yo solo me acomodaba en su pecho sintiendo su calor en mi cuerpo frío, estaba deleitándome con todas las pecas que estaban en su espalda y hombros, también tenía en el rostro pero estas eran casi translúcidas, también tenía un lunar bastante hermoso en su cuello.

Era bastante observadora porque tambien habia visto lo que parecía una marca de nacimiento en su espalda baja que era en un todo verdoso y café, parecía una nube por lo que me encantaba.

Era muy fan de las nubes y los tulipanes, mis flores favoritas que no podían faltar en mi habitación, tal vez era lo que más estilo le daba, aunque siempre contrastan con los colores de mi cuarto.

José Luis se quedó dormido con sus dos manos en mis nalgas mientras yo lo abracé encontrando refugio en su pecho que estaba calientito, así nos encontrábamos hasta que en la madrugada me moví quedando de espaldas a José Luis por lo que aprovecho para meter sus manos debajo de mi blusa y dejarlas en mis pechos .

Desperté con una sonrisa en mi rostro al ver la persona que se encontraba a mi lado aún dormida pero aún así no quisiera tenía que despertarlo, ya era tarde para empezar con nuestro trabajo.

Tal vez hoy si podría arreglas algunas cosas con el arquitecto.

José Luis se tardó bastante en estar listo, pero creo que si estuviéramos compitiendo yo me llevaría el premio, después de discutir por el tiempo que tarde estar lista terminando en que yo gane la discusión.

Al llegar a la empresa ya la amiguita nos esperaba, me daba mucha bronca lo ridícula que era cuando estaba cerca de José Luis, Dios, parecía una mujer celosa al pensar así.

Estaba sentada en el sofá que había en la oficina, mientras ellos hablaban, después de un rato entro el arquitecto al que saludaron por el nombre Cisco, se veía bastante bonito, en buena forma, además de que su cara era hermosa, para nada mal. Tal vez en otra situación habría terminado en mi cama pero ese no sería el caso, la idea macabra que rondaba mi mente era lo más contraproducente que haría en mi vida. Este tal Cisco se veía bastante desorganizado, llegó como si de un remolino se tratase.

— Mucho gusto Cisco, Altagracia Sandoval – Le di mi mano sonriendo bajo la atenta mirada de José Luis –

— Mucho gusto señorita – Beso el dorso de mi mano con delicadeza – Es la asistente de José Luis?

— Oh, nada que ver, sólo lo estoy asesorando en cuanto al terreno y materiales, nada más que eso – sin quitar mi sonrisa limpie mi mano disimuladamente y mire la hora en mi celular – Ya casi es hora del almuerzo, te parece si comemos algo y de una vez me enseñas los planos y esas cosas?

— Si, está bien, con permiso.

Salimos bajo la atenta mirada de José Luis quien no se veía muy feliz, ante mi amistosa presentación con Cisco, sólo lo había hecho para darle celos así como el hacía con su amiga.

Después del almuerzo fui al hotel, me encontraba más tranquila en cuanto a lo del terreno porque normalmente el arquitecto era el que tenía los planos y eso, sólo le cambié algunas cosas que ya había consultado con José Luis, como el material y la estructura.

Fue un día bastante agitado y aún José Luis no llegaba, 23:30 y estaba en la cama, sola, con frío esperando que el tonto que me había traído a aquí llegará por fin, era más que obvio que estaba enojado pero tampoco tenía porque dejarme sola hasta esta hora.

Leonardo todos los días se encargaba de preguntarme que hacía, como estaba, si ya había comido las tres comidas y antes de irme a dormir me daba las buenas noches, un hermano responsable? Tal vez, y yo hacía lo mismo con Mariana, principalmente porque era una desordenada y a veces por estar pendiente a la universidad ni siquiera comía, o solo comía poco y chatarra.

Era la principal encargada de cuidar su alimentación y de la mía se encargaba Leonardo, sacando cita cada mes con el nutricionista.

Estaba recogiendo mis maletas cuando José Luis entro por la puerta con un semblante serio y ya sabía porque.

— Hasta que te dignas a llegar – dije viendo como quitaba su saco –

— No empieces, sólo quiero dormir – Era evidente el olor a alcohol y a mujer que traía encima cosa que me hizo emputar aún más – pensé que aún estabas con tu amiguito Cisco, ya sabes.

— Eres un estúpido – Me acerqué a él para proporcionarle una cachetada – Duerme bien, porque yo me regreso a mi casa.

— Que? Deja el show Altagracia, sólo duerme – Me tomo de la muñeca para acercarme a el –

— Mira desgraciado, me tratas de puta, vas y de seguro te acuestas con otras, vienes borracho y aún así quieres que me quede? Luego de que acepte hacerte este favor? – Le dije cerca de él, muy cerca – Estás como loco, animal.

— Que te pasa? No estabas feliz con Cisco?

— Mira borracho infeliz, quítate, bañate con agua fría y luego hablamos, cada vez que hablas solo me dan más ganas de dejarte aquí tirado.

Después de que lo metiera casi a la fuerza a la ducha para que se le bajara la borrachera, me senté en la cama a esperar que el estuviera bien para hablar, le diría hasta lo que no pero ya mi enojo había bajado por completo.

Es la primera vez que te lo dije y espero que se te grabe en tu cerebrito – Dije ya más tranquila – No soy una prostituta a la que puedes tener a tu antojo donde a ti se te dé la gana.

— Perdón, no quería decir lo que dije, estaba fuera de mis cabales. No soy de faltarle el respeto a una mujer, disculpame – Dijo tomando mi mano para besarla –

— Que no vuelva a pasar y duerme solo porque yo soy a dormir en el sofá – Tome una almohada y sábana limpia para irme a acostar en el sofá –

— después de esta pelea dormí el el cómodo sofá casi toda la noche pues me desperté bastante temprano para ir a ver el amanecer en la playa.

Hola, disfruten el maratón, mañana probablemente siga el maratón

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