– Altagracia estaba muy afectada ante la pregunta de su hermana ¿Como se le ocurría pedirle eso? No sabía lo mucho que le afectaba todo lo que se tratara de Saúl y su hermana, además que ahora tendrían hijos, no era el mejor momento para Altagracia y se sabía pero esa no era no era una razón por la cual dejar su proyecto tan grande además de que le había puesto el ojo a José Luis Navarrete, se le veía muy segura pues nadie le había dicho que era hombre comprometido, sin hijos, pero con una loca, digo esposa esperándolo en su hogar todos los días, para armar pelea.
Navarrete aseguró que estaría yendo seguido a su empresa para supervisar la obra entre otras cosas pues sabía perfectamente que Altagracia Sandoval era prácticamente una principiante en el mundo de la construcción pero se veía que sabía lo que estaba haciendo con la obra que compartían juntos, el día de hoy se suponía que tenían que ir al terreno a supervisar a los trabajadores pero José Luis no iba a desperdiciar el tiempo y lo primero que hizo para alegrar el día de Altagracia fue llevarle un café bien cargado cosa que ella agradeció pues tenía una cruda que parecía irreal.
Después de eso la invitó a desayunar algo ligero pues luego de supervisar la obra la llevaría a almorzar al mejor restaurante de todo México, el también había puesto el ojo en Altagracia Sandoval, empezando por que ella no se acostaba con cualquiera, todas esas aventuras que había tenido eran completamente de su elección, también era una mujer misteriosa a los ojos de otros, no daba ningún pequeño detalle de su vida; sólo en las entrevistas que ofrecía dos o tres veces por año, no necesitaba que todos supieran más de lo que se debía de su vida, sólo lo necesario para confiar en ella.
A Luis poco le importaba su esposa quién cada vez lo hartaba más y lo quien siempre lo hacía orillarse a buscar montón de amantes, cosa que Altagracia tenía bien en claro pero ¿Quien podía sacarle eso de la cabeza? Ella siempre hacia lo que le daba la gana y nadie la podía desviar de su objetivo al menos que ella lo quisiera.
Estaban juntos desayunando para "conocerse más" y seguir hablando del proyecto el cual tenía toda la atención de Altagracia por ahora, el APL-ASJL era prometedor en todos los sentidos, para ser un edificio de una arquitecta principiante, Altagracia alcanzó a invitar a José Luis a su graduación, no tenía ganas de ves a su familia ahí y era obvio que si estaría Regina y Leonardo, también estarían Mónica y Saúl, personas a las cuales no tenía ni un poco de ganas de verle la cara, no podía creer lo descarada que había sido su hermana al meterse con su ex.
Y aún cuando Altagracia echó a Saúl de la empresa, tuvo el rostro para reclamarle y más ahora que le había pedido que fuese madrina de esas criaturas las cuales no tenían algún tipo de parentesco con Altagracia o al menos eso se decía ella todos los días, no iba a tener sobrinos hasta que Leonardo, Regina o Mariana así lo decidieran, aunque para ella, Mariana todavía estaba muy pequeña, Mariana estaba siguiendo los pasos de Altagracia en la arquitectura y conociendo gente gracias a ella, a decir verdad Altagracia apoyaba muchísimo a su hermana menor.
Ella era toda una rebelde, tal vez la única de la familia con el cabello negro natural pues los demás eran castaños o en el caso de Altagracia, rubios. Mariana podía faltarle el respeto a todo el mundo, hasta a sus propios padres pero a Altagracia no, para ella Altagracia era sagrada, una madre para ella pues Altagracia se había encargado de su crianza al ser la más pequeña y al ver lo ocupados que sus padres estaban con la empresa en ese tiempo, no se podía creer que Regina y Leonardo aún estuvieran en la universidad cuando Altagracia le faltaba ya un mes para salir, una cosa de locos.
Altagracia Sandoval
– Para ser un almuerzo con José Luis Navarrete fue bastante bueno, por primera vez sentí que podía desenvolverme con el aunque siempre sin salir del ámbito laboral, no quería contarle mucho sobre mi a el pues después sabría cómo llegarme y esa no era la idea, en ese momento que estaba almorzando conmigo recibió al menos 30 mensajes al mismo tiempo, no me pareció raro pues me pasaba lo mismo, hace mucho no me permitía salir así con un hombre, sólo era sexo directo, nada de almuerzos o cenas; no eran mi estilo pero nada me aseguraba que iba a terminar teniendo sexo con José Luis. Matamoros estaba al pendiente de todo como una vieja chismosa, al parecer se interesaba más en mi vida de lo que creía, sólo hacía falta que estuviera dentro del restaurante para terminar de poder averiguar qué pasaba entre nosotros dos. Todo un chismoso.
En cuanto a José Luis, es se comportó bastante bien, al parecer se sentía igual de cómodo conmigo pues me habló de casi toda su vida hasta que se terminó la hora del almuerzo y en eso fuimos hasta la empresa a seguir conversando mientras adelantábamos papeles que obviamente teníamos que visualizar juntos como por ejemplo compra de materiales, equipo entre otras cosas, éramos muy precavidos en cuanto a eso. De un momento a otro paso por la puerta de mi oficina la persona a la que más repulsión y asco le tenía en el mundo.
— Altagracia, quien es el y que hace aquí? – Pregunto Saúl entrando como perro por su casa haciéndome enojar con solo mencionar mi nombre –
— Primero que todo no tengo porqué darte explicación alguna, pero tú si me debes una explicación – Me levante dando un golpe en la mesa dejando a José Luis sorprendido quien también se levantó con una expresión aún más sería que la que tenía en mi rostro –
— Vine para decirte que Mónica está en el hospital, entro en labor de parto hace unas horas pero como no respondes tu celular, no te diste cuenta – Dijo nerviosos – Tu padre me dijo que te avisara.
— Y eso que me importa, es tu mujer así que vete, estoy ocupada con José Luis, poco me importa lo que le pase a Mónica y a sus criaturas – Dije sentándome de nuevo con José Luis pues la verdad si me afectaba –
– Vi a Saúl irse derrotado pero era la verdad, no podía obligarme a mi misma a preocuparme por alguien Que poco lo había hecho por mí, era una persona totalmente nueva pero no podía olvidar su traición y eso lo iban a pagar con mi indiferencia, después de terminar mi jornada fui a casa tomando un baño caliente, deduje que todos estarían en el hospital así que me tome mi tiempo para disfrutar la casa, cenar sola, nadar un rato y luego ir a dormirme como una bebé, era una hija de puta pero Mónica en algún momento también lo fue conmigo y no tenía planes de olvidar todo de repente pues era algo grave lo que ella me había hecho, pero bueno, la idea era que no me importará todo lo que pasaba a su al rededor, incluso la llegada de sus mocosos.
Potente la cosa, ¿qué onda?
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