Rubius entonces se dió cuenta que le faltaban muchas personas por conocer en el pueblo, pues a este chico llamado Juan nunca lo había visto.
Por lo pronto, en señal de disculpas por haber chocado, Juan se ofreció a ayudar a Rubius en la compra de las frutas y a llevarlas a la casa del ojiverde, el aceptó rápidamente pues aún no conocía mucho el pueblo y le vendría bien una ayudadita.
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Al pasar el tiempo Rubius se divertía cada vez más con Juan, siempre salían juntos y cualquier misión la realizaban en pareja, todos en el pueblo podían ver la química que tenían y el lazo que los unía, unos pensaban que era una simple amistad, otros tantos decían que eran como hermanos, había quienes soñaban más y aseguraban que ellos eran almas gemelas pero de lo que todos estaban seguros era de que el brillo en sus ojos que se podía presenciar cuando estaban juntos demostraba el cariño que se tenían.
Todos eran felices de ver a esos dos tan unidos pues estaban seguros de que se merecían mutuamente, los dos eran buenas personas, eran graciosos, siempre trataban de ayudar a todos y sobre todo traían la alegría al pueblo con una simple sonrisa, ellos eran la definición de un rayo de sol que nace en la oscuridad; pues hasta en los peores momentos ellos trataban de mejorar la situación para todos. Y cuando ellos se veían fijamente y sonreían, brillaban más que un diamante a plena luz del día.
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¿Cuál es el nivel máximo de nervios que una persona puede acumular? Lo mismo se preguntaba Juan pues sentía que su cabeza iba a explotar si no llegaba rápido la hora de su cita con Rubius o Rubí cómo el le decía de cariño.
Y no lo mal entiendan el ya había tenido muchas salidas de amigos con Rubí y hasta citas cuando el había llegado a la conclusión de que podrían llegar a ser una pareja.
Pero esto era diferente, su cabeza solo albergaba preguntas sin respuesta
¿Es muy pronto? ¿Me dirá que sí? ¿Me quiere? ¿Que hago si me rechaza? ¿Me odiará?
Todo eso estaba rondando en su cabeza pero cuando pensó en la última pregunta se quedó helado y se quiso echar para atrás pues el no podría vivir en un mundo sin Rubí.
Se iba a replantear mejor las cosas pero fue tarde pues vió a Rubí llamarlo a la lejanía y se quedó paralizado, lo vió allí, estaba tan guapo como siempre con un vestido que le quedaba espectacular, un maquillaje leve que hacía brillar cada parte de su rostro y una sonrisa tan cálida como el sol de primavera, tal vez lo llamarían cursi pero Juan estaba seguro que así de bello debe de ser el atardecer, el florecimiento de los cerezos o incluso una lluvia de estrellas. Agitó la cabeza de lado a lado y allí se dió cuenta que Rubí era incluso más hermoso que cualquier acontecimiento que le pueda ofrecer el mundo, lo mejor era que esa sonrisa estaba dedicada a él.
Juan estaba aún inmóvil cuando Rubí llegó y lo saludo con un beso en la mejilla y una voz tan aterciopelada que cualquiera hubiera caído dormido con solo escucharla o en el caso de Juan el cual cayó en un profundo abismo que representaba el gran amor que le tenía a Rubí.
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Un Rubí sin brillo-Rubegetta
FanficUsualmente se dice que los humanos estamos hechos para soportar dolor pero ¿cuánto dolor? Acaso en este mundo solo sobrevive el más fuerte, acaso el débil no merece ser feliz o que pasa si al pasar por tanto dolor el más fuerte se convierte en una f...