Es el destino

44 6 0
                                    

Pronto se sentaron a degustar de la cena que Juan había preparado con tanto esmero, Rubí estaba más que asombrado ya que las habilidades culinarias del contrario eran dignas de admiración y cuando lo elogió pudo visualizar como Juan se volvía tímido y con sus mejillas rojas agradecía el cumplido.

Rubí encontró esto adorable y entendió que estaba enamorado de Juan, esto le sorprendió pues siempre pensó que el amor no estaba hecho para el, que no lo merecía o incluso que nadie querría nunca estar junto a él.

Cuando su mirada se reencontró con la de Juan sintió una calidez en su corazón, una paz que hace años no sentía y sobre todo se sentía amado y admirado por alguien.

Al darse cuenta de todo aquello Rubí tuvo miedo de que algo saliera mal, de que Juan se alejara y tenía ganas de correr hacia su casa pero antes de que acabe hundido en sus pensamientos sintió una mano posarse en las suyas. Vió a Juan que mantenía una mirada de decisión en su rostro y Rubí dejó de pensar, su mente quedó en blanco.

Al poco tiempo vió como Juan le besaba la mano y se arrodillaba ante él, ese día escuchó las palabras más dulces pronunciadas alguna vez por alguien.

Pov. Juan

Estaba muy nervioso pero tenía que hacerlo, tenía que intentarlo, por lo menos tenía que intentar estar a lado de la persona que amo.

-Rubí se que nuestro primer encuentro fue tan repentino como el paso de una estrella fugaz,algunos dirán que fue una casualidad pero yo decidí llamarlo destino; a lo largo de estos meses te he conocido por completo y agradezco la confianza que siempre me brindaste, agradezco el que siempre hayas estado conmigo, me ayudaste a mejorar mis hechizos y gracias a ti me convertí en el mejor mago de la dimensión, me diste clama cuando estaba triste, me comprendiste como nadie lo había hecho y sobre todo siempre estuviste para mí a pesar de todos mis errores. Es por eso que este día he tomado una decisión, tal vez pienses que es precipitada pero por lo menos tengo que intentarlo, quiero vivir sin arrepentimientos y mostrarme siempre como un hombre digno ante tí, no sé tú respuesta aún pero quiero que sepas que yo estaría dispuesto a esperarte mil años si es lo que deseas pero ni en ese tiempo mi corazón dejará de latir por tí. Rubí, mi Rubí permíteme pasar mi vida junto a ti, permíteme protegerte con toda la magia que tengo, permíteme enjugar tus lágrimas y consolarte cuando lo necesites, permíteme ser una de las razones por las cuales sonrías cada día pero sobre todo no me quites nunca tu mirada, esa que solo es comparable con las joyas más preciosas del mundo, esa que me da paz, esa que solo hace que te ame cada día de mi vida, esa en la que me veo reflejado y puedo ver el cariño que me brindas; te juro que te haré feliz, moveré cielo, mar y tierra con tal de hacerte sonreír, mataré a cualquiera que te haga daño y cada día me despertaré con la misión de ser un mejor hombre que pueda seguir a tu lado sintiéndose merecedor de tu amor. Por cuánto te amo y por todo lo que hemos compartido te pido Rubí que me permitas casarme contigo.

-

Con cada palabra de Juan, Rubí derramaba más y más lágrimas pues por fin había encontrado el amor pero lo más importante es que era puro, sin intereses, un amor tan devoto que solo podría plasmarse en un libro.

Pero no era así, ese amor existía y era el que sentía Juan por él.

Rubí se arrodilló a la altura de Juan y lo abrazo con fuerza mientras lloraba de felicidad ocultando su rostro en el cuello de Juan.

Por fin cuando calmó un poco sus sollozos respondió con una voz firme al hechicero

-Por supuesto que quiero pasar mi vida junto a tí Juan, te amo y agradezco infinitamente al destino que nos hayamos encontrado y hayas decidido amarme.

Un Rubí sin brillo-RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora