⊱🦋⊰ Capítulo 18

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Súplicas del corazón

Siempre se ha dicho que la felicidad es efímera, que no tiene piedad a la hora de dejar caer a los dichosos

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Siempre se ha dicho que la felicidad es efímera, que no tiene piedad a la hora de dejar caer a los dichosos. Así como se escribía desde tiempos remotos, Jimin y Jungkook pasaron de ser las personas más felices del mundo a tener que huir para poder continuar amándose.

Todo sucedió cuando, en una ocasión, una sirvienta los encontró besándose. Enseguida, el rumor se extendió por ambas familias y todo el pueblo, en general. Ambos señores estaban ardiendo de la rabia. No concebían la idea de que entre sus dos muchachos pudiese haber más que una relación de negocios e intereses. Su intención era sofocar el rumor y pretender que nada había pasado, así que se apresuraron a aislar a sus hijos. Esperaban que, de esa manera, el rumor pudiera sucumbir.

Durante el tiempo que estuvieron separados, Jungkook y Jimin contaban los días hasta que llegara el momento en el que pudieran volver a verse, a darse amor... Chan, que se había convertido en el intermediario, veía la agonía de sus amigos día tras día... hasta que ya no pudo más. Por eso, los ayudó a escapar. Jungkook y Jimin huyeron, huyeron apenas se les presentó la oportunidad, pues ambos sabían que sus familias jamás comprenderían su amor.

Chan les había hablado de una localidad que nadie conocía: Mabeop. Les dijo que allí estarían a salvo. Tras la dura despedida de Chan, Jungkook y Jimin comenzaron a vivir en Mabeop. Al principio, todo marchaba bien: no tenían muchas comodidades, pero sí lo indispensable para vivir. El problema se presentó cuando se dieron cuenta de que eso no era lo que ellos querían. Ellos no deseaban estar aislados del mundo. Su sueño era poder amarse sin necesidad de huir ni esconderse. Pero sabían que si regresaban con sus familias, no tendrían de otra que vivir lejos de la piel y caricias del otro. Mas un día, ninguno de ellos pudo con la agonía y desolación que nacía en sus corazones. Un día, ninguno se sintió capaz de seguir respirando.

Jimin, te amo —dijo Jungkook, adentrándose a las aguas del río Yeongwon.

—No te marches, por favor —suplicó Jimin, y corrió hacia donde estaba su amante.

Las aguas enseguida lo acogieron y se adhirieron a él. Una vez cerca, se abrazaron. Jungkook tomó el rostro de Jimin entre sus manos y lo besó dulcemente.

—Jimin, ellos no entienden lo que sentimos.

—Lo sé... —Bajó su mirada.

—Yo... Preferiría morir antes que vivir sin ti. —Jungkook volvió a abrazar a Jimin, pero esta vez lo abrazó con tanta fuerza que a Jimin se le hacía difícil respirar. Lentamente, dejaron que el agua abrazara sus cuerpos hasta haberlos cubierto por completo, hasta que de ellos no quedó ni siquiera el recuerdo de sus suspiros ni el destello de sus pulseras.

«Nos convertiremos en la eternidad, Jimin».

Jeongin observó aquel recuerdo desde una esquina, recogido. Abrazaba sus piernas con desasosiego mientras que de sus ojos brotaban unas incontrolables lágrimas. Su corazón estaba sufriendo. Su corazón estaba pidiendo a gritos y súplicas que no lo obligaran a sufrir el amor de aquellos desdichados e inocentes amantes. Jeongin quería borrar todos aquellos recuerdos de su cabeza. Quería olvidar todo lo que había experimentado. Lo único que deseaba en ese momento era regresar con sus amigos y no perder más el tiempo. Jimin y Jungkook habían nacido en una época donde el amor entre hombres era impensable. En cambio, Jeongin tenía la aceptación de todos sus amigos y familiares. Por Jungkook y Jimin, Jeongin sería capaz de ser sincero y confesar sus verdaderos sentimientos. Jeongin no quería morir con arrepentimientos.

꒰ 𝗰𝗮𝘂𝘀𝗲 𝗶 𝗹𝗶𝗸𝗲 𝘆𝗼𝘂 ⋆ 𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨𝘪𝘯 ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora