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Jungkook llegaba a su casa después de un día largo de trabajo,  la verdad era que tenía 0 ganas de llegar a ese lugar, pero para su mala suerte apenas solo era martes y ese día no le tocaba ver a su modelito.

Subió a su habitación y pudo ver a su esposo acostado sobre la cama con su teléfono en mano.

-Hola amor llegaste.

-Sí, ya llegue - Paso directo al armario en busca de su ropa.

-Llegaste temprano hoy - Sonrió - ¿Saldremos a comer?  Debo comprar mi ropa para la cena de recaudación de mañana.

-Has estado todo el día aquí en la casa sin hacer nada, ¿Cómo es posible que no hayas salido a buscar tu ropa? - Frunció el ceño -¿ Baekhyun tienes idea de cuantas personas importantes asistirán mañana? Desde empresarios,  modelos,  cantantes, o sea personas importantes,  simplemente no puedes ir vestido de mala manera.

-Lo sé Jungkookie pero yo te estába esperando para que saliéramos juntos y...

-No voy a salir - Quitó su camisa - Estoy cansado,  agotado,  no estoy de humor.

Y era cierto Jungkook no estaba de humor,  su amante no le contestaba las llamadas, mensajes,  ni siquiera lo quiso ver en toda la sesión de fotos. Sumado a eso se le venían pensamientos de Taehyung con su esposo e hija en un restaurante.

-Pero Jungkookie...

-¡Basta ya Baek! - Gritó - Estoy cansado con dolor de cabeza,  iré a darme una ducha y a dormir,  si quieres ir a comprar pídele a Chanyeol que te lleve que para eso le pago.

Sin decir más nada se metió al baño para darse una ducha y relajar su cuerpo.

Baekhyun era un jóven hermoso, pertenecia a la alta sociedad como ellos,  pero por un descuido se fue apagando,  al principio logro conquistar el corazón de su esposo,  consumaron su matrimonio.

Jungkook y Baekhyun estában por tener una familia,  pero había algo más y era que al chico le gusta consumir alcohol. El embarazo se vió interrumpido gracias a eso,  y desde entoces Jungkook cambió por completo.

Sin embargo Baek trato de rehabilitarse pero cada vez que lo intentaba imágenes de un mal recuerdo llegaba a su mente.

Jungkook estaba dentro del baño,  bajo la regadera,  sintiendo como el agua recorría cada parte de su pecho, recordando el día anterior en el que le hacía el amor a la persona que tanto deseaba.

Fue entoces que sintió una mano recorrer su abdomen y otra recorrer por toda la extensión de su pene. Jungkook se dejó llevar por el tacto y el movimiento de aquellas manos,  olvidando por completo que no era su amante quien estaba frente a él.

El chico no era tonto y presentía que su esposo le estaba ocultando algo,  pues cada día impar de la semana llegaba con un olor a channel en su cuerpo,  fragancia que se había metido en cada una de sus fosas nasales.

Los besos y mordidas fueron el acompañante a las caricias que Baek le hacía a su esposo,  le dió la vuelta delicadamente, viéndolo con los ojos cerrados a la vez que mordía sus labios.

Hizó un camino de besos,  dejando una que otra marca a su paso hasta llegar a los labios de su esposo y plantarle un beso.

Fue entoces que Jungkook sintió que no eran las manos que tanto amaba, no eran las caricias,  los besos y obviamente no eran los labios sabor a uva que tanto amaba.

Abrió los ojos de golpes agarrando a su esposo por las muñecas sin nada de delicadeza y haciendo que se estrellara contra los azulejos del baño.

-¿Qué crees qué haces? - Habló de manera enojada.

Nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora