Prey & Predator (Silco X Tú)

23

—Ella está afuera, de nuevo.

—¿De qué estás hablando? —preguntó Silco.

Aunque éste había estado distraído, por supuesto que notó cuando Sevika dejó de hablarle sobre sus reportes de las últimas misiones. Sin embargo, por supuesto que la morena había notado que su Jefe no le estaba poniendo atención, y que parecía más enfocado en ver el espacio en el que Jinx solía ocultarse en el techo de su oficina.

—Sabes de lo que estoy hablando. Jinx de nuevo está por ahí, explotando cosas y hablando sola. —Sevika dejó a un lado sus notas antes de sentarse en su sofá —Sabes que ninguna de nosotras nos hemos tragado el cuento de que Hawk tuvo que irse.

—Sevika...

—Yo no tengo problemas con eso, —la morena ignoró la advertencia de su jefe —supongo que tuvieron alguna buena razón para que ella se fuera tan rápido, pero recuerda que yo la vi antes de que desapareciera, ella en verdad no parecía tener deseos de irse. —suspiró —Pero Jinx, odio admitirlo, pero me preocupa; sabes que ella tiende a apegarse demasiado a las personas... podría tener más mierdas mentales si cree que ahora fue Hawk quien la abandonó.

—No puede apegarse a las personas si eso la hará débil, —replicó Silco —lo superará, y eso la hará más fuerte y centrada en su trabajo.

Sevika no estaba de acuerdo, pero, ya que por fin tenía la atención de Silco, decidió dejar el tema de lado y seguir hablando sobre sus producciones de shimmer y nuevos aliados.

Mientras tanto, Jinx estaba caminando sola por una zona solitaria de Zaun, donde no había hogares ni negocios cerca, o por lo menos a primera vista. Tal y como había vaticinado Sevika, la peliazul había estado en su guarida soltando explosivos en el vacío, pero ahora simplemente se dedicaba a caminar sin rumbo y discutir con las voces que atormentaban su mente día y noche desde que era una niña.

—Ella tuvo que irse, no me abandonó. —la peliazul rió nerviosamente.

—¿Por qué querría seguir contigo, si ya había terminado su trabajo con Silco? —replicó Mylo con burla.

—Ella me comprendía... Sólo estaba triste, sí, sólo necesitaba irse por un tiempo.

—¿Te comprendía? —siguió burlándose Mylo —Ni siquiera te tuvo la confianza para contarte por qué de pronto cambió tanto.

—¡Es por su trabajo! —Jinx pasó de la tristeza al enojo —No puede hablar abiertamente de todo con nadie... sería peligroso.

—Por ti misma ya eres peligrosa, —intervino ahora Claggor —tal vez Hawk por fin se dio cuenta y por eso decidió dejarte atrás apenas tuvo oportunidad.

—¡Cállate! No es cierto... no soy peligrosa... No doy mala suerte.

Jinx se dejó caer al suelo y comenzó a golpearse la cabeza con sus propios nudillos, hasta que las voces poco a poco se fueron. Al alzar la vista, se dio cuenta de que había llegado al lugar donde Singed tenía su laboratorio, sólo que ella estaba sobre las rocas que mantenían oculto el lugar entre las sombras. No le hubiera dado más importancia al asunto, de no ser porque vio al Doctor acompañando a alguien fuera de su laboratorio; de por sí era extraño ver a Signed saliendo de sus investigaciones, aunque fuera solamente hasta la puerta de su laboratorio, pero el hecho de que la otra persona tuviera una capa y la capucha echada sobre la cabeza hizo que la peliazul decidiera distraerse un rato divirtiéndose con esa persona.

—De nuevo gracias por seguir recibiéndome, a pesar de todo.

Jinx creyó reconocer la voz de esa mujer en cuanto estuvo lo suficientemente cerca como para escucharlos, pero tomó la extraña decisión de quedarse oculta para asegurarse.