Prey & Predator (Silco X Tú)

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Con las energías renovadas, ambos se dirigieron a atender sus propios asuntos, para asegurarse que el trabajo de todos esos años de Silco se mantuviera estable a pesar de los percances de los últimos días. Mientras que Silco por fin tuvo una conversación con Jinx sobre el tema de su hermana, y al menos por el momento pareció tranquilizarla un poco, ______ se dirigió de vuelta a la mansión de su madre.

Sin siquiera tomarse la molestia de ponerse la ropa que Biserka le ofreció, ya que no pensaba quedarse mucho tiempo, ______ estaba sentada en la cama de su madre, mientras que ésta leía algunos papeles que tenía regados sobre su escritorio.

—Hay rumores de que el conflicto con el Distrito Suburbano ha llegado a oídos de otras naciones; varios empresarios han entrado en pánico y han decidido llevar sus empresas a otras naciones, ya que Piltover parece vulnerable en estos momentos.

—¿Usted qué piensa al respecto? —preguntó _______, internamente complacida porque el caos también estuviera afectando a los ricos de Arriba.

—No lo sé. Parece que la mejor opción sería llevar las inversiones de la empresa a otra nación y asentarme en alguna de mis propiedades en el extranjero al menos por una temporada... Pero me preocupa Loth; las chicas últimamente no han podido conseguir trabajos, y con el sheriff y Talis metiendo sus narices en cada negocio que ha pasado por la ciudad...

______ observó como su madre terminaba el licor de su vaso en un sólo trago, y a pesar de que hizo una mueca se sirvió más, hasta que casi derramó el contenido de su vaso.

—Con todo respeto, madre, creo que la mejor decisión sería desaparecer a Loth indefinidamente. —comentó ______, mientras su madre la observaba al tiempo que seguía disfrutando de su licor —Siendo objetivos, Loth no le aportaba muchas ganancias a la Casa Sahin, por lo que pude apreciar en los libros de cuentas; creo que podría mantener buenas ganancias si conserva sus tratos debajo del agua con los mercaderes de minerales y telas, la compra de artesanos para mano de obra barata, y si mantiene solamente el personal necesario para su seguridad... Además, sería sospechoso que usted se fuera a otra nación con sus negocios, y que Loth siguiera sus pasos casi de inmediato.

Teresa dejó su vaso sobre la mesa, antes de ir a sentarse al lado de su hija.

—Lo sé, yo también estaba pensando eso. Pero sabes que Loth no me importa solamente por las ganancias; desde que yo tomé el lugar como matriarca de la Casa Sahin, quise retomar los negocios de mi padre con otro enfoque. Todas mis empleadas son mujeres del Distrito Suburbano, que no tienen más opción para salir adelante que usar sus habilidades para ganar algo de dinero, aunque sea en negocios no consentidos por el Concejo, pero que no tienen la oportunidad de combatir en los campos en los que tú sí has tenido éxito.

—Madre, no puedo mentir respecto a lo que pienso de éste tema: es estúpido arriesgar su empresa y a su propia persona por el bien de otras personas. —bajó el volumen de voz, aunque sabía que nadie fuera de la habitación las podría escuchar —No puedo darle detalles por ahora, pero es muy probable que pronto la guerra estalle entre ambas ciudades, y me temo que seguramente será una masacre en ambas partes.

—¿Estás implicada con el ataque que ocurrió en el centro y en la Academia? —preguntó Teresa después de unos segundos de silencio.

—Todos en Zaun estamos implicados, en mayor o menor medida. —ella esquivó hábilmente la pregunta, tratando de no mentir demasiado —Madre, los piltovianos han pasado años aprovechándose del Distrito Suburbano, impidiéndonos crecer de manera justa, tachándonos de criminales, cuando han sido sus propios líderes quienes una y otra vez nos han presionado para tomar las armas para defender nuestra vida... Puede que no me agrade del todo la idea de una guerra, pero, ¿qué más esperaban obtener de años de abusos?