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La verdad es que Harry no quería separarse de Louis.

Pero sabía que por su propio bien tenía que hacerlo antes antes de enloquecer.

Había empezado a dormir en la sala y a sacar sus pertenencias a un pequeño departamento que había encontrado cerca de su trabajo.

Antes de irse a dormir, cada noche deseaba que Louis apareciera cuando estaba a punto de cerrar los ojos, deseaba que Louis le pidiera arreglar los problemas que habían tenido, que buscaría una manera de tener su propia vida y no encerrarse en la de Charlie, pero eso no pasaba, las únicas veces que veía a Louis en la noche era cuando lo veía ir a la cocina por comida para el bebé y eso era todo,no le dirigía la palabra, ni siquiera una mirada.

Sus amigos se enteraron de la separación próxima que iban a tener y molestó a Harry ver que varios de sus conocidos al igual que apoyarlo a él, apoyaban a Louis, porque ellos sabían que Harry no quería a Charlie y aún así no les importó.

Los días pasaban con Harry volviendo del trabajo a llegar a preparar su propia comida, porque ahora Louis sólo se hacía a sí mismo y a su bebé, aunque la casa era grande, no era lo suficientemente grande para no verlo en el transcurso del día, pero Louis se las ingeniaba para hacerlo.

Una tarde que Harry descansaba, Louis tuvo una visita por parte de una de sus amigas.

Harry estaba en la cocina y parecía ser que eso a Louis no le importaba para ser discreto, hasta podía decir que estaba alzando la voz para que lo pudiera escuchar.

Lo hacía, escuchaba cómo entre lloriqueos Louis le decía a su amiga que Harry había sido un padre terrible, al inicio parecía ser bueno y amoroso con ambos, pero conforme los meses fueron avanzando se acabó el amor hacia Charlie y él como padre no podía aceptar que la persona que amaba tratara de una manera tan cruel a su propio hijo.

Si el propósito de Louis era molestar a Harry, lo logró, porque Harry salió furioso de la cocina.

—Estás hablando mal de mí dentro de mí propia casa.

—También es mi casa—Contestó Louis limpiando las lágrimas que rodaban en sus mejillas.

—No recuerdo que pusieras dinero al momento de comprarla.

Louis se levantó de su asiento y se dirigió hacia el baño para enjuagar su rostro, mientras tanto Harry lo esperaba con la mujer que estaba sentada en la sala.

—No me tomes por un mal esposo, por favor, quizá fui un mal padre, pero nunca un mal esposo, le dejaré esta casa a Louis.

Louis salió del baño y pasó a la habitación porque Charlie había despertado y lo tenía ahora en la carriola a su lado.

—Ni él ni yo te necesitamos, nunca lo hicimos, encontraremos otro lugar para vivir.

Romper el corazón de Harry era sencillo, porque aquellas palabras lo hicieron, salió de la casa para despejarse escuchando el grito de Louis antes de hacerlo después de pasar y tirar con el pie la carriola de Charlie con él dentro.

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¿Subimos el último capítulo hoy o mañana?

Despertando a CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora